Trias marca a JxCAT sus líneas rojas para ser candidato: libertad para pactar y control de la lista
El exalcalde de Barcelona, que aún no ha decidido si concurrirá el 28 de mayo con la formación, reclama una campaña sin protagonismo de las siglas para reforzar su imagen moderada
Xavier Trias sigue deshojando la margarita sobre si ser o no candidato para la alcaldía de la ciudad de Barcelona en las elecciones del 28 de mayo. Personas cercanas al exalcalde de la ciudad explican que ya ha trasladado algunas condiciones a JxCAT después de que la formación, contra su criterio, saliese del Govern de la Generalitat. Entre estas líneas rojas están esconder la marca de Junts en la campaña electoral y tener manos libres para los posibles pactos poselectorales. O dicho de otra manera: poder alcanzar acuerdos con el PSC para llegar a la alcaldía si eso fuese necesario.
La intención de Trias es que prevalezca su nombre sobre las siglas del partido durante la campaña, que la ejecutiva no pueda condicionar los acuerdos tras los comicios y tener el control de la lista para mantener su imagen de candidato moderado. El sector de Laura Borràs, más radicalmente independentista, ha ganado peso a pesar de no controlar la ejecutiva, sobre todo tras la ruptura con ERC en la Generalitat.
Borràs quería al abogado y diputado Jaume Alonso-Cuevillas de candidato. Pero Xavier Trias sale mucho mejor en las encuestas. Así que no hay una respuesta clara a las exigencias del exalcalde, en un pulso por ver quién puede más. Si las ganas de Trias de pasar a la historia como el hombre que echó a Ada Colau o la necesidad del partido de demostrar que ha roto todos los vínculos con la antigua CDC, justo el mundo del que proviene Trias, el último regidor de Barcelona que representó a los convergentes.
La situación de Trias es extraña. Tiene fuerza, porque las municipales pintan mal para JxCAT. Pueden perder Girona frente al PSC; Vic peligra; no pueden recuperar Sant Cugat, y el resto de grandes capitales no se decanta 'a priori' por Junts. Con las encuestas de hoy, Olot sería la principal ciudad que quedaría en manos de la formación. En este contexto, Trias todavía tiene fuerza para poder imponer sus condiciones, como que el 'exconseller' de Salut Josep Maria Argimon sea su número tres en la lista.
En principio, Borràs se inclina por aceptar, pero quiere participar en los actos de campaña como presidenta del partido. Trias preferiría asumir todo el protagonismo y remarcar su perfil de candidato moderado. Él mismo se declaró en Catalunya Ràdio "estupefacto" cuando apenas quedaban 48 horas para que se supiese el resultado de la consulta interna. Siguiendo un criterio de viejo convergente, quería seguir en la Generalitat. No era raro. La mayoría de alcaldables deseaba seguir en el Ejecutivo. No fue así. Ahora, ese partido que ha optado por la vía radical depende de un viejo convergente para enmascarar un mal resultado en las municipales.
La excepción convergente
Xavier Trias siempre ha sido una excepción convergente. Llegó a CDC antes que Artur Mas. Pero el 'expresident' nunca militó en JxCAT, prefirió quedarse en el PDeCAT, el partido que fundó y que ahora agoniza. Trias cabalgó entre dos aguas. Se sacó el carné en ambas formaciones desafiando los estatutos del PDeCAT, que prohibían la doble militancia. Ahora es la gran baza de los perdedores de la consulta para recuperar posiciones. Al contrario de Jordi Turull, el secretario general de Junts, Trias no se ha callado. Todo el mundo sabe lo que piensa.
Xavier Trias representa a un mundo convergente anterior incluso a Artur Mas
Cuando el mundo de Xavier Trias va de retirada, ahí está él para echar un nuevo pulso a los octubristas de Laura Borràs. Es pronto para decir quién ganará. Pero también Trias juega en el escenario más imprevisible.
La CUP, de capa caída
Mientras Ada Colau afianza sus opciones, todo pinta mal para la CUP. Primaries, la marca electoral de la ANC, vuelve a presentarse en un momento en que su filial juvenil, Arran, se ha roto en una escisión. Esto apunta a que la formación anticapitalista no saldrá escogida. Eso, unido a las incertidumbres del PP en la capital catalana o la presencia de candidatos independientes como Daniel Vosseler o Sandro Rosell, hace que la alcaldía de Barcelona sea más barata que nunca en términos de votos, pero también que su resultado será el más imprevisible, precisamente por esta dispersión de las opciones electorales.
Xavier Trias sigue deshojando la margarita sobre si ser o no candidato para la alcaldía de la ciudad de Barcelona en las elecciones del 28 de mayo. Personas cercanas al exalcalde de la ciudad explican que ya ha trasladado algunas condiciones a JxCAT después de que la formación, contra su criterio, saliese del Govern de la Generalitat. Entre estas líneas rojas están esconder la marca de Junts en la campaña electoral y tener manos libres para los posibles pactos poselectorales. O dicho de otra manera: poder alcanzar acuerdos con el PSC para llegar a la alcaldía si eso fuese necesario.
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