Turull guarda silencio sobre la consulta del Govern para preservar la unidad de JxCAT

El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, no se pronunciará sobre la consulta que comienza este jueves y con la que las bases de la formación decidirán si se rompe el Gobierno de la Generalitat. Turull ha decidido secundar lo planteado por la sindicatura electoral del partido que pidió este miércoles a los cargos internos e institucionales que se abstengan de “favorecer” cualquiera de las opciones y se mantengan “neutrales”. Amparado en este tecnicismo, el líder de Junts no se mojará pese a que hace dos días aseguró que “un secretario general no puede ponerse de perfil” ante un escenario como el actual. La sindicatura le hace un favor, ya que le permite sortear las tensiones internas y preservar la unidad del partido.

El gran riesgo para Turull es que un resultado muy ajustado rompa el partido y si él se posiciona a uno u otro lado, el riesgo de fractura será mayor. Ahora, gracias a la decisión de la sindicatura, tiene la excusa que tanto necesitaba. Sin embargo, Laura Borràs no tardó ni dos horas en saltarse lo establecido. Como presidenta de JxCAT está incluida en los “cargos internos e institucionales” a los que se instó que fueran neutrales. “Por responsabilidad, por coherencia y por respeto a los afiliados y votantes de JxCAT y a todos los votantes independentistas del 14-F votaré “No” a quedarnos en un gobierno que no avanza nacionalmente", anunció a través de Twitter.

Borràs se despachó frente a algunos de los pesos pesados del partido que se han decantado por la opción de permanecer en la Generalitat como garantía de supervivencia institucional y para asegurarse un mejor resultado de cara a las municipales del próximo mes de mayo. Entre ellos, destaca el ex secretario general, Jordi Sànchez. Sin embargo, la expresidenta del Parlament argumentó que el gran peligro para JxCAT es “quedarnos atrapados en un Govern que ha decidido no liderar la independencia”.

Puigdemont va por libre

Pero mientras que la sindicatura buscaba atar en corto a Borràs y ofrecerle una salida digna a Turull, también dejó con las manos libres a Puigdemont, que puede hacer la campaña que quiera. Ya no preside el partido, pero como fundador, expresidente y por lo que representa su figura, la ascendencia del de Waterloo sobre muchos sectores de JxCAT es más que notable.

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Puigdemont no se ha pronunciado de manera oficial pero este jueves ha retuiteado un artículo de uno de sus hombres de confianza, del diputado Josep Rius, que en El Punt Avui señala: “Ante la negativa de ERC a cumplir el acuerdo de legislatura, votaré NO a seguir formando parte de este gobierno. Por Junts, por Catalunya y por la independencia. Y porque es la única forma de terminar la carrera que empezamos el 1 de octubre. Adecuemos el ritmo y preparémonos para ganar”. El “preparémonos” coincide con el último gran lema lanzado por Puigdemont ya antes de la pandemia, el famoso “Prepare’m-nos”, de marzo del 2020 en Perpiñán.

Puigdemont es el principal adalid de la salida de JxCAT de la Generalitat

JxCAT informará del resultado el viernes por la tarde. Durante el fin de semana escuchará alegaciones de sus 6.465 afiliados. El lunes se volverá a reunir la ejecutiva del partido para decidir cómo se leen los resultados y entonces comunicarán a Pere Aragonès la decisión final. Esta última fase puede resultar muy ardua si, como se prevé, el resultado acaba siendo muy ajustado.

Aragonès tiende la mano

Durante la sesión de control en el Parlament, igual que ya hizo en el Consell Executiu de este martes, Aragonès volvió a tener la mano a sus socios, con los que la relación política ya se encuentra muy deteriorada. La principal diferencia es que hubo un pequeño gesto. Hasta este miércoles, ERC no se había movido un ápice de sus posiciones. Ahora por fin aceptaba una cierta “coordinación en Madrid”, pero sólo en temas que lleve la Generalitat. Eso dejaría fuera de ese marco el grueso de la política en ambas cámaras, como es el caso de la actual negociación presupuestaria.

Opinión

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Sin embargo, llegados a este punto es más importante lo que vote la militancia que lo que diga Aragonès, del mismo modo que resultará más determinante lo que retuiteé Puigdemont que los prudentes silencios de Turull.

“¿Le parece normal, señor Aragonès, que 6.000 afiliados de Junts per Catalunya pretendan decidir el futuro de 7 millones y medio de catalanes?", le espetó Alejandro Fernández (PP) en la sesión de control del Parlament. El 'president' no pudo evitar cierta ironía en la respuesta: “Las formaciones políticas toman las decisiones como consideran conveniente. Supongo que el Partido Popular, no lo sé, quizá designen a los representantes y los máximos dirigentes de Cataluña a dedo. En otras formaciones, pues, lo toman de acuerdo a sus procedimientos. Y no puedo hacer otra cosa que mostrar respeto por todas las decisiones que toman las organizaciones políticas”. A ambos les sobraba razón.