Salvador Illa califica de "valiente" y de "sentido común" la reforma de delito de sedición

El líder de la oposición y secretario general del PSC, Salvador Illa, ha defendido este sábado la reforma del delito de sedición que ayer inició el Gobierno enviándola al Congreso de Diputados. En todo momento, ha evitado hablar o aceptar el concepto "desjudicialización". A su juicio, la reforma del delito de sedición se ha llevado a cabo para sustituirlo por el de desórdenes públicos agravados, y ha tildado la decisión de "valiente" y “de sentido común”.

El jefe de la oposición en Cataluña ha recordado en su participación en el XXVII Encuentro de Economía en S’Agaró que este era ya un compromiso de investidura de Pedro Sánchez. No lo ha dicho, pero en 2017 su predecesor, Miquel Iceta, ya planteaba que había que cambiar el delito de sedición.

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Illa ha planteado que la reforma es de "bastante sentido común", porque no se podía tomar en consideración lo ocurrido en 2017 basándose en un delito definido en 1822. Ha defendido que era necesario adecuarlo al cambio de los tiempos. "Me parece que es una decisión acertada", ha mantenido.

De la misma manera que hizo ayer, ha insistido en rechazar la idea de despenalización, ya que "no se despenaliza nada" porque sigue "vigente el delito de rebelión". Por ello, entiende que las conductas de 2017 "siguen tipificadas penalmente", aunque en este caso como "desórdenes públicos agravados". No hay "ni amnistía ni despenalización", ha remarcado. Desde la perspectiva del líder socialista, "desjudicializar significa que la política ocupe el espacio propio de la política"

Por otro lado, ha pedido que la sociedad catalana "mire hacia adelante" y deje atrás el "resentimiento" generado en el momento álgido del procés. Y en este sentido, ha insistido en lo que fue el eje de su campaña para las autonómicas: Cataluña tiene que pasar página.

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También ha sido preguntado por la buena dinámica del PSC en los sondeos. Illa ha asegurado que no renuncia "a un gobierno en solitario del PSC" y ha añadido que intentará que su alternativa de gobierno tenga los "suficientes apoyos" para poder liderar desde el Govern. En cualquier caso, asegura que "lo que está claro es que la fórmula por la que fue designado el señor Aragonès no ha funcionado y hay una alternativa".

Presupuestos de la Generalitat

Además, ha criticado la "pasividad desesperante" con la que, a su entender, afronta el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la negociación del presupuesto de la Generalitat para 2023. Preguntado por cómo marchaba la negociación de las cuentas para 2023, el primer secretario del PSC ha asegurado: "No hay negociaciones abiertas para desesperación mía. Ha habido contactos, pero no se pueden calificar de negociación".

"Venimos ofreciendo un acuerdo presupuestario desde finales de agosto. Lo hicimos antes del colapso del Govern, lo hemos mantenido después del colapso –ha apuntado en referencia a la salida de Junts de la Generalitat– y no ha habido negociación", ha explicado Illa, para dejar claro que ha mantenido su mano tendida en todo este tiempo al ejecutivo catalán. Y ha lamentado que Cataluña se dirija hacia una prórroga técnica, ya que el 1 de enero no será posible que haya cuentas, puesto que se ha perdido mucho tiempo.

También ha aprovechado la ocasión para apuntar que solo se recuperarán sedes de empresas que se fueron de Cataluña "generando estabilidad y sensatez y llegando a acuerdos parlamentarios amplios en asuntos trascendentales".

Calviño se muestra preocupada

En el Encuentro de Economía en S’Agar también ha estado presente la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que se ha mostrado más preocupada por el lento crecimiento de la economía española para el año que viene que por la evolución de la inflación. En este sentido, ha resaltado que, en este momento, "el principal reto" en el plano macroeconómico es "la ralentización del crecimiento en el conjunto de Europa", y en paralelo, "la inflación", que está siendo "la principal consecuencia de la guerra en el caso de España".

En este punto, ha destacado que la economía española se mantiene "en una senda de crecimiento fuerte y sostenido" y que prevé crecer este año un 4,4%, una estimación que ha dicho que "probablemente se quede corta". Con todo, ha admitido que en 2023, si bien todos los organismos prevén que el país seguirá creciendo, lo hará menos, "en un marco de ralentización económica y de inflación en el contexto europeo". Es decir, el próximo año no se podrá crecer a este ritmo.

Calviño ha remarcado que España ha logrado moderar la inflación y situarla por debajo de la media de Europa y de la zona euro, y se ha mostrado confiada en mantener esta tendencia "en los próximos meses". "Gracias a la eficacia de las medidas adoptadas y a la contención de los precios de la energía en los mercados internacionales, ya vemos una moderación de la inflación en nuestro país, pasando por debajo de la media europea y de la zona euro en octubre, una tendencia que esperamos que se mantenga en los próximos meses", ha apuntado.