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La crisis de JxCAT dinamita el calendario de los Presupuestos de la Generalitat
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La crisis de JxCAT dinamita el calendario de los Presupuestos de la Generalitat

La economía quedaba supeditada a la política, pese a que hay una inflación del 10,2%. En términos de gestión política, Cataluña queda muy por debajo de España

Foto: El 'conseller' de Economía, Jaume Giró. (EFE/Toni Albir)
El 'conseller' de Economía, Jaume Giró. (EFE/Toni Albir)
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La misma semana que Pedro Sánchez envía los Presupuestos Generales del Estado al Congreso, la crisis en la Generalitat con la votación interna en el seno de JxCAT retrasa el calendario de aprobación de los suyos. Tanto el titular de la cartera de Economía, Jaume Giró; como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, contaban con poder enviar los Presupuestos de la Generalitat el 25 de octubre, tras el Consell Executiu de ese martes. Ahora ya está claro que no podrá cumplirse esa fecha, según fuentes de Palau, que era la necesaria para aprobar las cuentas públicas en tiempo y forma.

Giró ya estaba trabajando en un plan alternativo, pues quiere enviar los Presupuestos el 31 de octubre. Apurando mucho los plazos parlamentarios en la tramitación de la Ley de Presupuestos, conseguiría que el 31 de diciembre hubiese unas cuentas en vigor para el 2023. Esfuerzo inútil, la decisión de las bases de JxCAT de abandonar la Generalitat fuerza a una prórroga presupuestaria.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al 'conseller' de Economía, Jaume Giró. (EFE/Andreu Dalmau)
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Los Presupuestos de la Generalitat "nos ayudarán a afrontar la inflación, que es el gran problema económico ahora mismo de Cataluña y toda Europa, además del gasto que tendremos a nivel social". No lo dice este cronista, lo explicó así el propio Jaume Giró el pasado 27 de julio.

"¿Ha pedido usted a su partido que en caso de que JxCAT salga de la Generalitat retrase su salida hasta enero y así aprobar los Presupuestos?". No lo preguntó Giró, se lo preguntó a Giró quien suscribe esta crónica. La respuesta fue negativa. La economía quedaba supeditada a la política, pese a que hay una inflación del 10,2%. En términos de gestión política, Cataluña queda muy por debajo de España. En el ámbito partidista queda en una posición meridianamente inferior, claro que por muchos defectos que pueda tener, la coalición de PSOE y Podemos es mucho más sólida que la de ERC-JxCAT. Adelanto por la izquierda al independentismo.

Pere Aragonès quiere Presupuestos. Los Comunes quieren Presupuestos. Y Jaume Giró y buena parte de su partido también. Lo que pasa es que la política manda y la Generalitat puede seguir en su fase de interinidad durante toda la próxima semana, mientras Aragonès nombra su nuevo ejecutivo, entre ellos un nuevo 'conseller' de Economía.

Foto:  El secretario general de JxCAT, Jordi Turull. (EFE/Toni Albir) Opinión

Los Comunes anunciaron de manera solemne al final de Debate de Política General que congelaban las conversaciones sobre los Presupuestos de la Generalitat, según explicó Jèssica Albiach. En la práctica, Giró y los Comunes habían habilitado un teléfono rojo. Ayer viernes tras la publicación de los resultados, ambas partes hablaron, pero con los votos en contra, los Comunes estaban más pensando en entrar en el gobierno de Aragonès como socios rescatadores que en las nuevas cuentas.

Crisis de gobierno

Hay una crisis de gobierno abierta. Aragonès tendrá que sustituir a algunos consejeros. Jaume Giró no continuará. Su sustituto podrá aprovechar el esqueleto de unos Presupuestos que ayer Jordi Turull ya definió como "hipotecadísimos", en consonancia con los nuevos tiempos en los que JxCAT pasa a la oposición. El lunes la ejecutiva de JxCAT valorará cómo ha leído los ajustados resultados.

Con esta crisis la mejor solución pasa por una prórroga técnica del Presupuesto, según explican fuentes de Palau. Eso implicaría que la tramitación de los Presupuestos de la Generalitat acabaría durante el mes de enero. Se aprovecharía la estructura de los Presupuestos que ya ha organizado Giró, el esqueleto en Excel. No se aprobarían los Presupuestos en tiempo y forma, solo en forma. Pero afectaría muy poco a la marcha de la economía catalana. Un mal menor en comparación con el drama que se está viviendo por el lío en que se ha metido JxCAT.

En términos económicos, una prórroga presupuestaria técnica sería un mal menor

El precio lo pueden acabar pagando los catalanes. Esta semana se presentaba 'El muro' el libro de la periodista de 'La Vanguardia', Lola García. Tras la presentación, el escritor Jordi Amat comentó que "lo más fuerte del libro es lo poco que en este momento importa la crisis del independentismo en Madrid". En efecto, una economía como la catalana que supone el 19% del PIB español se puede quedar sin Presupuestos, pero este hecho despierta poco más que indiferencia en los entornos políticos madrileños. Y la principal repercusión es que ERC está mucho más débil en el Congreso y que, por tanto, será mucho más fácil que los republicanos acaben, como se prevé, dando apoyo a las cuentas de Pedro Sánchez, quien ya se apresuró ayer a ofrecer estabilidad a la Generalitat.

La derivada Colau

Otra cosa es la derivada Ada Colau. Los Presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona están bloqueados. El año pasado se pudieron aprobar porque los Comunes canjearon su apoyo en la Generalitat a que Colau contase con respaldo del PSC en sus cuentas. Ahora, con la Generalitat bloqueada, la jugada a tres bandas del año pasado vuelve a estar sobre la mesa. Y es año de municipales.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà. (EFE/Andreu Dalmau)

Así que los dilemas existenciales de JxCAT alrededor de lo que significa el 1 de octubre no es solo la típica derivaba absurda de la política catalana. El impacto en las cuentas públicas de las dos mayores instituciones de Cataluña es grande.

La Generalitat ha acordado fijar en 33.113 millones de euros el techo de gasto no financiero y no finalista de la Generalitat para 2023. Esta cantidad permitirá "el presupuesto más expansivo en años, en cerca del 10%", según la definición de la propia Conselleria. Este año hay más de 2.800 millones más y habrá margen para el gasto social. El efecto de segunda ronda, que tendrá un presupuesto tan expansivo en la espiral inflacionista que vive Cataluña, no interesa a nadie en este momento, entretenida la opinión pública catalana con una crisis política que nadie entiende. Pero las cuentas de Pedro Sánchez también tienen un fuerte componente de gasto. En eso, el gobierno catalán y el español todavía se parecen.

La misma semana que Pedro Sánchez envía los Presupuestos Generales del Estado al Congreso, la crisis en la Generalitat con la votación interna en el seno de JxCAT retrasa el calendario de aprobación de los suyos. Tanto el titular de la cartera de Economía, Jaume Giró; como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, contaban con poder enviar los Presupuestos de la Generalitat el 25 de octubre, tras el Consell Executiu de ese martes. Ahora ya está claro que no podrá cumplirse esa fecha, según fuentes de Palau, que era la necesaria para aprobar las cuentas públicas en tiempo y forma.

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