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El PSC inicia su ofensiva en Barcelona: objetivo, desalojar a Colau
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El PSC inicia su ofensiva en Barcelona: objetivo, desalojar a Colau

Los socialistas critican que la alcaldesa de la ciudad se apropia de los éxitos y proyectos de la coalición a pesar de oponerse inicialmente por no ser de su partido, como el aumento de la Guardia Urbana

Foto: El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. (EFE/Alejandro García)
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. (EFE/Alejandro García)

La batalla por el control de Barcelona comienza a notarse en las agendas de los líderes de las diferentes formaciones políticas, pero especialmente en las de los dos equipos que conforman el gobierno municipal: Barcelona en Comú (BeC) y el PSC. La alcaldesa, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, marcan cada día que pasa mayor perfil propio en lo que se prevé como una larguísima campaña electoral. Las tensiones comienzan a aflorar en el equipo municipal y, según fuentes consultadas por El Confidencial, irán a más en los próximos meses. La disputa por el voto de la izquierda en la capital catalana será dura.

La Fundación Internacional Olof Palme fue el foro donde este viernes Collboni desgranó ante una concurrida audiencia su estrategia y modelo de ciudad. Allí estaban desde los cónsules de Suecia y República Checa, Sofía Geli Stenhammar y Jaime Martín Puchol, respectivamente; hasta empresarios y cargos institucionales como Erika Torregrosa (secretaria de Estado de Cooperación), Pere Navarro (delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona), Francesc Granell (director general honorario de la CE), o Emanuela Carmenati (presidenta de honor de la Cámara de Comercio Italiana); pasando por una nutrida representación empresarial como Alejandro Goñi (presidente de Pimec Comercio), Antonio Belmonte (director general de Operaciones de Sacyr), Adela Subirana (consejera de Sacyr Catalunya), Juan Jesús Domingo (consejero delegado del Grupo Mémora), Liling Qi (presidenta de Aleu Medical) o Joan Ramon Barrera (presidente de Cercle Tecnològic).

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE/Marta Pérez) Opinión
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"Yo sí soy partidario del crecimiento económico. Es la fórmula para crear riqueza. Debemos dinamizar la economía, reforzar los mecanismos del mercado y fomentar una ciudad de grandes acontecimientos, como los JJOO, el Mundial de Fútbol, el Tour, la Vuelta a España o la Copa América de Vela", dijo el teniente de alcalde, desmarcándose claramente de la estrategia de los comunes, que quieren vetar todos esos proyectos. Y para distanciarse más de Colau, advirtió: "Yo soy de los de la Barcelona del sí. No comparto la Barcelona del no. Mi puerta siempre estará abierta a discutir proyectos. Luego ya se verá si son viables o no". Pero pidió a sus socios de gobierno que no pase como en la Generalitat: "Pido que las diferencias no paralicen los proyectos que Barcelona necesita". Collboni y su equipo trabajan en planes para atraer centros tecnológicos de alto nivel para Barcelona.

"Se ha de gobernar para todos"

Fuentes del PSC señalaron a El Confidencial que no se trata de abrir una 'guerra' contra Ada Colau. "Se trata de poner en valor los proyectos de cada uno y que cada cual asuma sus responsabilidades. Porque el hecho de que la Vuelta a España pase por Barcelona o que venga la Copa América de Vela, por ejemplo, son cosa del PSC y si no fuese por nosotros, jamás se hubieran hecho", señalan estas fuentes. Socialistas y comunes tienen una gran diferencia: la forma de gobernar. "Se ha de gobernar para todos, trabajando acuerdos y consensos, no haciendo las cosas por las bravas", subrayan las fuentes, en velada alusión a los grandes proyectos de la alcaldesa, que no son pactados con nadie. Para muestra, un botón. En la comisión de gobierno que discutía el plan del Eixample (en los que se habla, entre otras cosas, de la reordenación del tráfico en los grandes distritos del centro de Barcelona), el PSC votó en contra de la propuesta de los comunes. En esos distritos, Colau quiere colocar sus 'superillas' ('superislas'), que son espacios que agrupan varias manzanas donde está vetado el tráfico.

Este será uno de los caballos de batalla y donde pueden ganarle terreno a la actual alcaldesa. Los socialistas creen que Colau se equivoca en cómo hace las cosas. "Nosotros, cuando gobernamos, pacificamos distritos tan complicados como Gracia, Horta o Sant Andreu, pero lo hicimos poco a poco, con consenso. Y ese no es el clima con que se abordan ahora las 'superillas'. En ese tema, por otra parte, los comunes tienen una concepción mucho más restrictiva que nosotros a la hora de abordar la planificación territorial". Apuntan, por ejemplo, a que la alcaldesa hace las cosas "avasallando" a sus rivales, sin llegar a acuerdos políticos ni ciudadanos.

Foto: Asistentes al Primavera Sound de 2019 en Barcelona. (EFE/Alejandro García)

En el terreno de los grandes acontecimientos, las diferencias entre BeC y PSC son notables y Collboni se prepara para ser el hombre que apuesta por la creación de riqueza y empleo. "Barcelona ha de ser una ciudad para vivir y para trabajar. Hemos de dinamizar la economía y demostrar que esta ciudad vibrante es capaz de lanzar grandes proyectos de proyección internacional. Que es una ciudad comprometida con el desarrollo económico, a la vez que solidaria y pacifista", señaló Collboni en la fundación Olof Palme. También lanzó un dardo envenenado a su socia de coalición: "Hemos de apostar por el crecimiento económico, el crecimiento inclusivo, el crecimiento sostenible. Y hemos de hacer todo con pactos y alianzas, sin imponer nada, sin dogmatismos, sin confrontar a nadie, gobernando para todos".

Choque de intereses

Sus diferencias con la líder de los comunes son notables. Colau ya ha dicho que los suyos se oponen a los JJOO, a los grandes acontecimientos deportivos, a la ampliación del aeropuerto de El Prat o a la instalación del Museo del Hermitage en Barcelona. Los socialistas, en cambio, son partidarios de todos ellos. "Y no descartamos la posibilidad de que el Hermitage pueda establecer aquí en un futuro", explican fuentes del PSC a este diario. Apuntan con bala contra la alcaldesa: "Rechaza muchos proyectos, pero luego, si son un éxito, presume de ellos como si fueran obra suya".

"No nos molesta que presuma de los proyectos puestos en macha por el PSC, pero reivindicamos que esos proyectos existen gracias a nosotros", explica un alto cargo del PSC. "Por ejemplo, en esta legislatura obligamos a poner en marcha un proyecto de dinamización del distrito 22@, el distrito tecnológico de Barcelona, que estaba paralizado. Nuestro proyecto permitirá disponer de más de un millón de metros cuadrados para albergar empresas punteras y viviendas, en concreto unas 8.000, de las que más del 60% estarán protegidas. Esto se lo ha apropiado Colau, pero es una marca PSC total", añade.

Otro de los temas con los que Colau saca pecho es el del aumento de la plantilla de la Guardia Urbana, que este año llegará a un récord histórico de más de 3.500 agentes. "Colau era contraria a la Policía, pero gracias a nosotros se ha aumentado la plantilla y eso repercutirá en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Los comunes han pasado de ser antipolicía a presumir de tener más policías que nunca. Pero el tema iba en el programa del PSC y hemos cumplido", declaran los socialistas.

Foto: Proyección del futuro museo Hermitage Barcelona durante la presentación del proyecto en 2016. (EFE)

Lo mismo ocurre con el 'pacto de ciudad'. "Los socialistas somos los que nos hemos arremangado y, contra el criterio de los comunes, hemos logrado que todo el comercio, las patronales y los sindicatos firmasen un pacto para que los comercios puedan abrir todos los domingos entre mayo y octubre. Además, hemos conseguido que incluso el RACC aprobase el acuerdo de distribución de 'última milla'".

Aunque desde el PSC se evita hablar de 'guerra' contra la alcaldesa, su estrategia se asemeja mucho a una ofensiva en toda regla para dejarla sin margen de maniobra. "Lo único que haremos será reivindicar nuestra labor. Que ella reivindique la suya", observan. Los socialistas, no obstante, vaticinan que "la tensión irá en aumento los próximos meses. Las diferencias entre los comunes y nosotros se harán más notorias, pero no vamos a aflojar. Barcelona necesita otro timonel".

De hecho, tal y como reseñó Collboni en su intervención, "se han acabado las épocas de mayorías absolutas y que los gobiernos futuros han de ser de coalición". La meta del PSC es ganar en votos a BeC, situar a Collboni como alcalde y a Colau como teniente de alcalde. En otras palabras: dar la vuelta al marcador en el organigrama municipal barcelonés. Para conseguirlo, el partido que dirige Salvador Illa pondrá a sus dirigentes locales a patear calles y a explicar barrio por barrio la labor del partido en esta legislatura. "En ocasiones en contra del criterio de los comunes o incluso soportando palos en las ruedas de estos".

La batalla por el control de Barcelona comienza a notarse en las agendas de los líderes de las diferentes formaciones políticas, pero especialmente en las de los dos equipos que conforman el gobierno municipal: Barcelona en Comú (BeC) y el PSC. La alcaldesa, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, marcan cada día que pasa mayor perfil propio en lo que se prevé como una larguísima campaña electoral. Las tensiones comienzan a aflorar en el equipo municipal y, según fuentes consultadas por El Confidencial, irán a más en los próximos meses. La disputa por el voto de la izquierda en la capital catalana será dura.

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