Lambán: "Mis memorias no son un alegato contra Sánchez, pero me subleva que España pueda ser un país fallido"

Ovación cerrada y hasta la bandera. Es lo que ha recibido este jueves por la tarde Javier Lambán en el salón de plenos de la Diputación Provincial de Zaragoza que una vez presidió, en la presentación de su libro ' Una emoción política. Memorias de un servicio a Aragón y España'. Por supuesto estaban sus compañeros socialistas. Pero no solo. Allí estaban el presidente de Aragón, Jorge Azcón, y el consejero Octavio López, y otros dirigentes del Partido Popular, así como del PAR, CHA o Podemos, en lo que ha sido un acto de reconocimiento a la figura del expresidente.

Y junto a ellos, destacados líderes empresariales, como el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano, Alfonso Sesé, del Grupo Sesé; Ramón Alejandre (Saica), Fernando Samper (Forestalia) o Fernando de Yarza (Henneo), el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. Y por supuesto, los consejeros de sus gobiernos y el exalcalde Juan Alberto Belloch, concejales y diputados, que han querido estar con Javier Lambán en el momento de esta confesión pública que, una vez escuchada la conversación que ha mantenido con la periodista Encarna Samitier y el escritor Sergio del Molino y ojeado el libro que con tanto celo se ha preservado hasta hoy, tiene bastante de lo que se esperaba de ellas.

Una emoción política permanente

Con voz afónica a causa de la quimioterapia, Lambán ha empezado por agradecer tanto acompañamiento y haber tenido ocasión de recibir este encargo de La esfera de los libros y su editora Imelda Navajo, de y que hubiera interesado “la experiencia de un político de provincias”, con el que expresar “la emoción política” -en expresión de Manuel Azaña- que le ha acompañado siempre. “Ahora, aunque voy camino de dejar los cargos, tras este libro, sé que he tenido la suerte de sentirla, y habrá escenarios para desarrollarla: contribuir a que los dos grandes partidos colaboren para sacar al país de la deriva en que se encuentra y ser acicate del tejido social para enaltecer y engrandecer Aragón y ponerlo al servicio de España".

Su primera afirmación: “No son unas memorias de hiel, vitriólicas, sino de un político que se alimenta de la historia. Hace 25 años me habría costado más, pero hoy sé que los rencores y los odios son un inconveniente. No encontrarán un alegato contra Pedro Sánchez, ya que he tratado de escribir más como historiador que como político y reflejar que su concepción de la política es distinta a la mía: yo enlazo con la de González y Guerra y lo que quiero es reivindicar el debate; aunque esté en minoría, lo seguiré haciendo”.

Lambán explicó que sufrimos de ‘efebocracia’ y siente preocupación porque se pierda la cadena de reformas que han hecho mejor a España. “Me subleva que podamos ser un país fallido. Nos faltan pensadores. Mi partido hace años que no convoca un congreso para debatir sobre cambios sociales y política. El país necesita grandes reformas y grandes acuerdos, para lo que hace falta una reacción cívica. Lamentablemente, la nueva política no ha traído buena política y la gente, con más criterio que los políticos, ha echado a esos partidos”.

Cataluña y el independentismo han ocupado otra parte de la presentación, con mención especial a las entretelas de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno en los Pirineos. “Me embarqué porque me lo pidió el Rey. Yo acepté si eran en igualdad. Había un entramado de intereses en el que el único que no engañaba era Pere Aragonès. Los medios de comunicación de Madrid se pusieron en general de parte de Cataluña”. Aunque no lo mencionó expresamente, en el libro sí reconoce el papel de El Confidencial, que al publicar las conversaciones de Alejandro Blanco desenmascaró la estrategia de organizar unos Juegos de Invierno en el Pirineo, con Aragón como comunidad secundaria.

“Pero ahí bien que notamos que de nuevo que, desde fuera, ayudan poco. Hay que plantar cara, presidente aragonés”, dijo dirigiéndose a su sucesor.

Respecto a las próximas elecciones, defendió la valía de Salvador Illa. “Es el mejor candidato, pero volveríamos al tripartito, el origen de todos nuestros males. Yo, entre la visión de Azaña y la de Ortega, me quedo con la conllevanza del filósofo”.

"El enfoque actual de la despoblación es un mito y un timo"

Siendo uno de los presentadores Sergio del Molino, no podía faltar la referencia a la despoblación, con ácidas críticas a Teruel Existe. “Hay una España principal y una secundaria y la despoblación es un tema de décadas. El enfoque actual es un mito y un timo, creado por los nietos de los emigrantes, que vuelven a los pueblos de viernes a domingo, e indisponen a sus habitantes contra las instituciones”.

“En Madrid ha hecho gracia -ha continuado-, porque nos observan a los demás con la mirada del etnógrafo. Se diseñan grandes planes, que no tocan la realidad, que denostan los regadíos, la ganadería, la agricultura, las estaciones de esquí y el bosque cuidado. Son mesías de fin de semana frente a instituciones que llevan años trabajando, como las diputaciones y los ayuntamientos. Lo que hace falta es que los recursos estén bien cuidados y quienes estén allí tengan buenos servicios y vivan bien”.

Mostró su agradecimiento a la gente que le ha acompañado en todas sus funciones, sean los cuatro partidos en el cuatripartito, los diputados provinciales, su gente de Ejea, para añadir que la política tiene sinsabores, “pero da la oportunidad de conocer a lo mejor de la sociedad”.

Señaló la satisfacción por haber conocido a Pepe Mújica, Rubalcaba, González, Guerra o su admirado Serrat. “Y no querría olvidarme de los fundadores del Aragón contemporáneo, que me gustaría aprobarán mi gestión: Juan Antonio Bolea, Ramón Sainz de Varanda, Santiago Marraco… que dejaron muy bien sembrado el autogobierno, y Juan Alberto Belloch. Hemos tenido diferencias, pero sin duda es el político aragonés contemporáneo más relevante que hemos tenido. Y hoy me gusta decir que tenemos un Aragón refinado, suave y seductor, que ha superado los tópicos, que vive un gran momento cultural y empresarial, en una tierra rica en patrimonio y paisaje”.

Y junto al compendio de sus pasiones -su partido, su familia, sus amigos, sus compañeros, los libros y la música- también su lucha ante la enfermedad. Una suma de dolencias que lleva con admirable serenidad e incluso, de nuevo, con humor, con saludo y agradecimiento público a sus médicos, también presentes en la sala.

Un libro de pensamiento y ensayismo

El libro narra el recorrido político de Javier Lambán desde que en 1983 se convirtió en concejal socialista de su adorado Ejea de los Caballeros tras tener que optar entre la política y su corresponsalía periodística del diario 'El día', hasta ser alcalde de la Villa (2007-2014), presidente de la Diputación Provincial (1999-2011) y, en los últimos ocho años, presidente de Aragón.

Pero sobre todo es un testimonio, que no ha querido dejar enfriar, de los últimos cuarenta años de la historia de España vividos en primera persona con su intensa vocación política, tanto en el municipalismo como en el desarrollo autonómico. Siempre dentro de la Constitución y como parte del proyecto común que es España, inspirado en la moderación socialdemócrata de Felipe González.

Ítem más, sus opiniones y posiciones que le llevaron a ser un auténtico barón socialista, que se las ha tenido tiesas con parte de sus compañeros en Aragón y ante su secretario general Pedro Sánchez.

Más allá de lo explicado en la presentación, quien lea el libro verá una suma de experiencia y pensamiento, un ensayo para entender el Aragón contemporáneo, desde una acérrima defensa de la política y de la convivencia.

En lo cercano, deja poco lugar para la autocrítica y sí para considerarse pagano de las políticas de su secretario general, a fuer de apoyarse en los independentistas. Y junto a reconocer las lealtades, señalar las discrepancias y rupturas con aquellos que quieren acelerar su relevo antes de que concluya su mandato como secretario general del PSOE-Aragón. Con nombres y apellidos. De hecho, la federación socialista altoaragonesa no ha estado allí.