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En la candidatura olímpica de los Pirineos, lo de menos es el esquí
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DIFÍCIL ACUERDO

En la candidatura olímpica de los Pirineos, lo de menos es el esquí

La disparidad de intereses políticos parece insuperable: Cataluña "no mueve ni una coma" y Aragón solo admite "una candidatura equilibrada", por lo que queda ver quién asume la responsabilidad del fracaso

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán, con Alejandro Blanco, presidente del COE. (EFE/Javier Cebollada)
El presidente de Aragón, Javier Lambán, con Alejandro Blanco, presidente del COE. (EFE/Javier Cebollada)

Lo de menos es el esquí y cada vez está más lejos el acuerdo en el reparto de sedes entre Aragón y Cataluña para formalizar una candidatura de los Pirineos a albergar los Juegos Olímpicos en 2030. Los últimos episodios, con el COE ampliando el plazo que él mismo había puesto y, a la vez, auspiciando una candidatura conjunta "aunque no todos salgan beneficiados", minan las posibilidades de acuerdo. Ahora, ya solo quedaría en juego a quién se achacará la responsabilidad del fracaso de la candidatura cuando esto suceda. Porque ese es el escenario más probable para quienes viven en directo este proceso trufado de utilización política y el que los intereses son cada vez más dispares.

Un movimiento que arranca en Barcelona, ciudad que plantea los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 como una oportunidad para relanzarse tras la decadencia de los últimos años, y que se acoge desde la Generalitat como una buena ocasión de exhibir 'músculo' de Estado. De paso, para el movimiento independentista, un gran escenario para la propaganda.

Foto: Última jornada de la eliminatoria España-Alemania en 2018 (EFE)

Ese riesgo de que el Estado fuera a pagar audiencias mundiales contra sí mismo llevo al Gobierno central a ampliar la candidatura a todos los Pirineos. La propuesta fue bien recibida en Aragón, que ya tuvo varios intentos en el pasado con Jaca como bandera. Eso sí, "siempre y cuando sean en pie de igualdad y con un reparto equilibrado de pruebas".

Pero Cataluña no ha cesado de trabajar la primacía y el Gobierno Central, que tuvo un lanzamiento favorable al equilibrio, después, un día está de perfil y otro, diciendo una cosa pero permitiendo otra, con el fin último de atender, una vez más, las demandas de Cataluña.

El presidente del COE, por su parte, ha cambiado varias veces de discurso, en luz de gas constante. Sus declaraciones de esta semana sobre la conveniencia de aprobar una candidatura conjunta de Aragón y Cataluña, aunque no todos salgan beneficiados, y que eso es mejor que no tenerla, dejan claro a favor de quién rema.

Los errores de Aragón

Aragón está pagando los errores que ha cometido en el camino, como enviar a la mesa de negociación a un equipo de técnicos sin criterio político o territorial, que asintieron ante lo que proponía Cataluña. Un paso en falso al que se agarra Cataluña y que el Gobierno aragonés no consigue enderezar.

De paso, el mapa de pruebas resultante está siendo terreno abonado para la disputa política dentro de la propia comunidad autónoma. En pocos días, PP y PSOE se han mostrado a favor de tener un nuevo campo de fútbol en Zaragoza para ser sede de la candidatura hispanoportuguesa al mundial de fútbol de 2030. Por el contrario, en el caso de la nieve, el líder del PP, Jorge Azcón, no ha dudado en cuestionar las gestiones de Javier Lambán y la falta de apoyo verdadero de Madrid a las posiciones de Aragón. Un clima que ayuda poco.

En Cataluña hay menos aristas. Acaso, la inquietud de la Generalitat ante las consultas a las que se comprometió con la CUP, en las que los territorios sede deben votar el apoyo, o no, a la candidatura. Y es que, conforme se acercan los plazos, aumenta el riesgo de resultado negativo.

La primacía de Cataluña

Un temor que contrasta con los sectores económicos que ansían los Juegos como el elixir para el renacer de Barcelona, como se manifestó en las jornadas del Círculo de Economía, celebradas a primeros de mayo. En ese influyente cónclave, es un clamor la petición de primacía catalana y con Pirineus- Barcelona en el nombre, y no como Pirineos en genérico, pese a que hoy el COI no exige nombre de ciudad.

En este estado de cosas, en Aragón ya se lamentan los derroteros que lleva la candidatura. La Comunidad va a destinar cuantiosos fondos Next Generation a la mejora de las estaciones y se confiaba en Pirineos 2030 para adelantar la construcción de infraestructuras, como ocurrió en el pasado, e internacionalizar el mercado de la nieve.

Foto: Varios esquiadores en la estación de Candanchú. (Cedida)

Mientras en Aragón cunde el pesar –"las últimas declaraciones de Blanco son horrendas", decía en las Cortes de Aragón Javier Lambán-, en Cataluña "no mueven ni una coma" y llegan eventos deportivos exclusivos. En marzo ganaba la sede de la Copa América de vela 2024, para la que el Estado pondrá una parte del presupuesto. Y el jueves se sabía que la Ryder Cup de golf de 2031 se celebrará en Girona, una sede para la que el Gobierno de España ya ha dado el aval político, que se concretará después en 96 millones de euros.

"Nada que objetar a esas citas -dice un actor principal de la negociación aragonesa-, pero esa sucesión de citas internacionales podría engrasar un mayor equilibrio en el reparto de pruebas de los Juegos de Invierno".

A día de hoy, los datos apuntan a que no habrá candidatura conjunta y la edición de 2030 se celebraría de nuevo en Sapporo, que hizo el esfuerzo de acogerlos en pandemia, sin ninguna de las ventajas. "Al COI le facilitamos saldar una deuda y ya solo quedará en juego achacar la responsabilidad del fracaso de la candidatura. El discurso imperante es que Aragón es inflexible, en vez de que el reparto es a todas luces injusto. De paso, a ERC le ahorramos las consultas", sostiene la misma fuente.

Aragón y Cataluña, una vecindad siempre mejorable

Este episodio ha venido a recuperar el sentimiento de agravio que demasiado a menudo se siente en Aragón con respecto a Cataluña. Barcelona sigue siendo hoy la segunda capital de la comunidad, por número de residentes. Allí fueron las primeras grandes oleadas de emigrantes que nutrieron las fábricas catalanas. A ellas se dirigía también la energía producida en los pantanos que inundaron los valles del Pirineo y vaciaron sus pueblos.

Foto: La portavoz del Govern, Patrícia Plaja. (EFE)

Es una lista larga, que vivió momentos críticos como el del trasvase del Ebro o, más recientemente, con las obras de arte religiosas pertenecientes a parroquias oscenses y que solo han vuelto desde el Museo Diocesano de Lérida por sentencia judicial. Ahora mismo, el gran despliegue de energías renovables que anega los campos de Aragón, en una parte, tiene como destino el mercado de Cataluña.

Que, ante una oportunidad como la candidatura de los Juegos de invierno, las instituciones catalanas den a Aragón un trato tan desigual, enoja a amplias capas de la sociedad. Es un sentimiento latente, que el presidente aragonés conoce bien, y que no puede soslayar.

Lo de menos es el esquí y cada vez está más lejos el acuerdo en el reparto de sedes entre Aragón y Cataluña para formalizar una candidatura de los Pirineos a albergar los Juegos Olímpicos en 2030. Los últimos episodios, con el COE ampliando el plazo que él mismo había puesto y, a la vez, auspiciando una candidatura conjunta "aunque no todos salgan beneficiados", minan las posibilidades de acuerdo. Ahora, ya solo quedaría en juego a quién se achacará la responsabilidad del fracaso de la candidatura cuando esto suceda. Porque ese es el escenario más probable para quienes viven en directo este proceso trufado de utilización política y el que los intereses son cada vez más dispares.

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