Aragón no fía todo a los JJOO: quiere hacer del Pirineo un referente internacional del esquí
El Gobierno de Lambán ultima un proyecto dotado con 50 millones de euros para conectar los valles del Aragón (Astún y Candanchú) y Tena (Formigal), que habilitaría 250 kilómetros esquiables. Atraería a 40.000 turistas al año
El debate sobre la candidatura de los JJOO de Invierno 2030 está llegando a su final. La disputa entre la posición de la Generalitat, el Comité Olímpico Español (COE) y el Gobierno de España, donde Cataluña ejerce de protagonista absoluto frente a la postura planteada por Aragón, está enterrando poco a poco la candidatura. Pero Aragón trabaja ya en un gran proyecto con el que secarse las lágrimas si se apaga la llama olímpica. Quiere hacer de los Pirineos un referente internacional del esquí.
El Ejecutivo que lidera Javier Lambán tiene encima de la mesa uno de los planes más ambiciosos de los últimos años. Se trata de la unión de varias estaciones de esquí del Pirineo aragonés. A través de los fondos europeos, el Gobierno autonómico tiene previsto invertir más de 50 millones de euros para forzar una unión entre valles que multiplicaría su dominio esquiable. Con este proyecto, Aragón lograría estar entre los diez destinos de nieve más potentes del mundo. La pretensión es competir con otros enclaves europeos, como los Alpes suizos o Andorra.
La gran obra consiste en la conexión de los valles del Aragón (Astún y Candanchú), el de Tena (Formigal) y la unión de la estación de esquí de Cerler con el valle de Castanesa-Montanuy, que linda con el valle de Arán. Las desarrollará el holding Aramón, que gestiona e integra tres estaciones de esquí del Pirineo, y del que es propietario el Gobierno aragonés junto a Ibercaja Banco. Según la previsión del Ejecutivo autonómico, este proyecto atraería 40.000 turistas al año y tendría capacidad para 100.000 esquiadores por hora.
Un plan más allá de los JJOO
En plena disputa con Cataluña, el COE y el Gobierno de España por albergar los JJOO de Invierno como oportunidad económica, Aragón quiere ser uno de los destinos de esquí más potentes del mundo. En este momento, está preparando la documentación técnica para licitar las obras, con 2027 en el horizonte. Este objetivo de ampliar el dominio esquiable de las estaciones aragonesas es una vieja promesa desde hace más de 40 años, aunque siempre quedó en nada.
Según fuentes del Gobierno aragonés, la primera fase supone la inversión de casi 20 millones para la unión de Astún y Candanchú, separadas por 3 kilómetros en el valle del Aragón; y de casi 10 millones para la conexión mediante telecabina de Benasque y el valle de Castanesa-Montanuy. En palabras de Fernando Montón, consejero delegado de Candanchú, una de las estaciones beneficiadas y ubicadas en el Valle del Aragón, "la unión de estaciones es una oportunidad única para tener un dominio esquiable que nadie tiene en el sur de Europa, ni puede tener. No podemos dejar pasar este tren y el Gobierno de Aragón debe hacer un esfuerzo inversor más allá de los fondos europeos".
La pretensión de Aragón es convertirse en uno de los principales destinos de nieve y competir con los Alpes suizos y Andorra
La Mancomunidad del Valle del Aragón ya está trabajando en el proyecto definitivo que llevará la unión desde la zona baja de Candanchú hasta la parte alta de Astún. Para concurrir a los fondos europeos de recuperación, que ya han sido aprobados por la Unión Europea, se presentó un estudio realizado en 2009 por la consultora canadiense Ecosing. En esta idea sea planteaba un telesilla desde la Estación de Canfranc a las dos estaciones de esquí con un precio de 25 millones de euros. A día de hoy, se ha rebajado esta estimación a 8 millones y se llegará a lograr un dominio de 100 kilómetros esquiables entre Candanchú y Astún.
De momento, con los fondos europeos que ya han sido aprobados, se debe ejecutar las obras previstas entre 2022 y 2024. El primer paso es la licitación de la redacción del proyecto que aún está por concretar y después vendrá la autorización de los permisos medioambientales, que sin duda es uno de los puntos más espinosos del macroproyecto. El principal contratiempo es que solo se pueden ejecutar las obras con buen tiempo, entre un invierno y el siguiente.
Más fondos
Una de las obras más ambiciosas y prioritarias es la unión de Astún con Formigal —ubicadas en valles distintos— y donde se estima el proyecto en casi 40 millones de euros. El plan lo lidera la Diputación de Huesca y se confía en que sea presentado en pocas semanas. Fuentes del Gobierno aragonés explican que el presidente Javier Lambán convocará a la Mesa de la Nieve antes del verano para concretar los proyectos y los fondos que se necesitan para esta unión de estaciones. En un primer análisis, en virtud de los proyectos que se están urdiendo, habría que aportar más financiación para que la unión de estaciones de Astún con Formigal sea completa.
Solo uniendo Formigal a Astún y Candanchú se lograría un dominio esquiable de 250 kilómetros
Esto requerirá lograr una partida extra de fondos europeos en el futuro para su financiación o que el Gobierno aragonés lo ejecute con fondos propios a cargo del presupuesto autonómico. Desde el Gobierno aragonés se incide en que la Diputación de Huesca, como entidad local que lidera el proyecto, presentará el proyecto de unir Astún con Formigal a la segunda convocatoria abierta de los fondos europeos. Solo uniendo Formigal a Astún y Candanchú se lograría un dominio esquiable de 250 kilómetros.
En un contexto económico, a día de hoy, en el Pirineo aragonés se generan 1.300 empleos directos y 12.000 indirectos por el esquí. La temporada 2021/2022 ha sido la mejor de la historia del grupo Aramón con una campaña larga —135 días de esquí— y que ha superado el récord de 1,2 millones de esquiadores, con un incremento de la afluencia del 20% respecto a la media. El sector de la nieve representa el 7% del PIB de Aragón y con este planteamiento de la unión de estaciones ascendería notablemente.
El debate sobre la candidatura de los JJOO de Invierno 2030 está llegando a su final. La disputa entre la posición de la Generalitat, el Comité Olímpico Español (COE) y el Gobierno de España, donde Cataluña ejerce de protagonista absoluto frente a la postura planteada por Aragón, está enterrando poco a poco la candidatura. Pero Aragón trabaja ya en un gran proyecto con el que secarse las lágrimas si se apaga la llama olímpica. Quiere hacer de los Pirineos un referente internacional del esquí.