Los asesores de Ibercaja Banco aconsejan retrasar hasta junio la salida a bolsa

Los elementos vuelven a alinearse contra Ibercaja Banco. Por tercera vez, todo apunta a que la entidad aragonesa optará por dejar pasar la nueva oportunidad de salir a bolsa que se abre la próxima semana, a partir del 1 de abril. Así lo están aconsejando a los dirigentes de esta entidad los principales bancos de inversión que tienen contratados, según fuentes financieras consultadas por este medio.

Las mismas aseguran que la invasión rusa a Ucrania y todas las secuelas económicas que está provocando —inflación, repunte de los precios energéticos y escasez de suministros— no son el entorno ideal para un debut bursátil, y menos para uno en el que el inversor que está detrás es de un perfil conservador como el de la Fundación Ibercaja, que tiene un 88% del capital.

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Jorge Zuloaga Agustín Marco

La clave junto a la volatilidad está en los huecos legales que tiene Ibercaja Banco. El primero comenzará pronto, cuando cuente con el visto bueno a sus cuentas auditadas de 2021, que se espera a comienzos de abril, y cuya caducidad llegará a mediados de mayo. Los asesores de la entidad liderada por Víctor Iglesias ven complicado que haya la estabilidad necesaria en las próximas semanas.

La siguiente oportunidad llegará entre junio y julio, cuando Ibercaja Banco haya podido auditar las siguientes cuentas, del primer trimestre de 2022. Esta sería la prueba de fuego para la entidad aragonesa, que si para verano no ha salido a bolsa se enfrentaría a un escenario en el que tendría que pedir de nuevo una prórroga al Gobierno.

¿Ampliación de plazo?

Así, esta entidad financiera ya consiguió que el Gobierno le ampliara el plazo para salir a bolsa en 2020, dando dos años más, ante la llegada del covid. Ibercaja Banco estuvo a punto de dar el salto hace un mes, pero se echó atrás el 1 de febrero por la volatilidad que generó la posible invasión rusa, entonces una amenaza.

El objetivo de los gestores de Ibercaja es que el mercado le 'compre' una valoración similar a la de CaixaBank, de 0,73 veces/valor en libros. Sin embargo, las fuentes consultadas creen que la entidad aragonesa ha tenido hasta ahora muestras de interés en un rango más cercano a las 0,5 veces/valor en libros, un nivel más cercano a Unicaja Banco, que está en 0,39. Las entidades contratadas para vender la OPV son JP Morgan, Morgan Stanley, Bank of America, UBS, Alantra, Stifel y Société Générale. El resto de asesores son Rothschild, Linklaters, Uría Menéndez y Davis Polk.

Más allá de las incertidumbres externas —guerra y covid—, Ibercaja Banco lo está poniendo todo de su mano para intentar completar la operación. Por un lado, cerró en 2021 uno de sus mayores beneficios de los últimos años, 151 millones, con una morosidad contenida en el 2,3%. Junto a ello, ha decidido elevar su ‘pay out’ (porcentaje del beneficio que se distribuye entre los accionistas) del 50% al 65%.

A la espera de lo que ocurra derivado de la invasión de Ucrania, la entidad aragonesa ha decidido subir su apuesta y elevar su expectativa de rentabilidad sobre fondos propios (ROE). En 2021, fue del 5,7% y ya marca una meta del 9% a medio plazo, que podría ser del 10,5% en caso de que se consolide la subida que está registrando el euríbor.

En caso de no poder salir a bolsa, su plan B es que su principal accionista, la Fundación Ibercaja, reúna en los próximos tres años 300 millones el exigido fondo de reserva a través de dividendos y desinversiones que podría ejecutar el banco. Es una jugada arriesgada y que no gusta a inversores si implica restar ingresos al banco, pero que no se puede descartar en un entorno como el actual.