La batalla entre Huesca y Lleida por captar empresas que va más allá de las concesiones al independentismo

Huesca y Lleida tienen su particular batalla en la captación de empresas. Especialmente, en la zona oriental aragonesa. Más allá del procés, que aceleró la fuga de compañías desde 2017, la pujanza territorial de los municipios aragoneses de Barbastro, Monzón y Binéfar, junto a su zona de influencia, está liderando todos los rankings. Hasta tal punto que, la capital de Lleida, que está a pocos kilómetros de esta zona aragonesa, ya pierde tanto fuelle que es relegada por los expertos del sector a ser una futura ciudad dormitorio, al estilo de Guadalajara con Madrid.

Esta región, que económicamente siempre ha estado dedicada a la agricultura, ha dado un paso de gigante en las últimas décadas gracias al impulso de grandes compañías aragonesas, como Grupo Costa Food, Grupo Jorge o Litera Meat. Su potencial reciente en la agroindustria y en la logística está provocando que Lleida pierda cada año casi un 4% de sus empresas, de las cuales una parte importante recalan en esta zona oriental aragonesa. En cifras concretas, el promedio es de casi 50 compañías leridanas al año emigrando a Huesca.

Un estudio reciente, realizado por la Universidad de Lleida y la UPF Barcelona School of Management, encargado por la Cámara de Comercio de Lleida, revela que en los últimos seis años, 428 empresas han cambiado su sede. El 39,4% de las empresas que migraron se fueron a Barcelona y el 18,9% a Aragón, por delante del 14% que optaron por Madrid. Las razones detrás de esta migración empresarial a tierras aragonesas son varias y cada vez más sonadas en el círculo económico y empresarial.

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La mayor agilidad administrativa que existe en Aragón, la actitud más acogedora por parte de los alcaldes, la amplía disponibilidad de suelo industrial y el entorno fiscal favorable son alguna de ellas. Este éxodo se percibe especialmente en los sectores de agricultura, ganadería, comercio y construcción. A pesar de los esfuerzos del Gobierno catalán y la Cámara de Comercio de Lleida por retener a las empresas mediante servicios de acompañamiento y planes inspirados en los modelos de Aragón, la tendencia migratoria continúa. No hay quien pare a esta zona oriental de Huesca.

Pero al margen de esta situación política, con sus derivadas jurídicas, la conexión empresarial de Lleida y Huesca, o Cataluña y Aragón, está creciendo a pasos agigantados. Es cada vez más habitual las informaciones de empresas con capital aragonés invirtiendo en compañías catalanas, como la reciente adquisición de las compañías aragonesas Arqa y Gotor en la empresa leridana del sector tech Vunkers.

Huesca y Lleida, vecindad y rivalidad

La rivalidad económica entre las vecinas provincias de Huesca y Lleida, ambas con las tasas de desempleo más bajas de España, se ha intensificado. Además, el contexto político del procés y la percepción de inseguridad jurídica que se percibe desde octubre de 2017 han influido en esta tendencia. Mientras tanto, municipios oscenses como Monzón, Binéfar o Fraga han implementado políticas específicas para atraer nuevas actividades empresariales.

Las empresas de Lleida tienden a reubicarse en Barcelona en un primer término, seguida por Huesca, donde la inversión está en auge, especialmente en su zona oriental. El éxito de Aragón en este aspecto se atribuye a la agilidad gubernamental y a la valoración positiva de las inversiones productivas.

Según cifras oficiales, actualmente son 221 las empresas que se trasladaron de Cataluña en los últimos años, especialmente por el procés, y que aún continúan en Aragón. Con las reservas y las dificultades que entrañan estos cálculos, la información de facturación de estas compañías es de 2.400 millones de euros anuales y generan una cifra de empleos en el entorno de 8.000 puestos de trabajo.

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Uno de los ejemplos más recientes de esta migración empresarial se encuentra en la empresa Semillas Batlle, que está invirtiendo casi 10 millones de euros en una nueva planta en Torrente de Cinca. O, incluso, en Ponentia, con base en Lleida, y que anunció la construcción de una importante plataforma logística intermodal en Tamarite de Litera, con una inyección proyectada de 70 millones de euros y la expectativa de crear alrededor de 2.000 empleos. Está previsto que las obras empiecen en el primer semestre de 2024.

En este contexto, según detalla la vicepresidenta de Aragón y consejera de Economía e Industria, Mar Vaquero, en conversación con El Confidencial, "Aragón se erige como un territorio donde las empresas pueden tomar sus propias decisiones y en las que nuestro objetivo es no ponerles más dificultades". "La paz social de la que gozamos con las entidades empresariales y sindicatos es una potencialidad que nos hace diferenciales. Aquí la seguridad jurídica está garantizada, ya que no legislamos en contra de las empresas", insiste Vaquero.

La conexión Barbastro, Monzón y Binéfar

Precisamente, en el ámbito de la agroindustria y la logística, Monzón, Barbastro y Binéfar están emergiendo como polos de desarrollo económico en Aragón. Empresas como Costa Food Group y Grupo Jorge están liderando este crecimiento, diversificando sus negocios hacia sectores como las energías renovables.

Por ejemplo, según fuentes del Ayuntamiento de Monzón que lidera el popular Isaac Claver, "se ofrece al empresario un acompañamiento desde el primer momento, intentando aligerar la burocracia y asesorando con los trámites necesarios y las ayudas disponibles". Y esto tiene una derivada humana que, en algunos casos, resulta imprescindible: "El tejido industrial de la ciudad cuenta con empresarios de tercera generación que ejercen de perfectos anfitriones de cara a nuevas inversiones, con una cultura empresarial que les lleva a asociarse y a trabajar juntos".

Aragón cuenta con solo tres impuestos: sobre grandes superficies, contaminación de aguas e instalaciones eléctricas de alta presión

Además, la reciente apertura de la terminal intermodal de mercancías literaTIM en Tamarite de Litera, promovida por el Grupo SAMCA y otros socios, refuerza la importancia de esta región como un núcleo logístico estratégico en Aragón. Esta tendencia migratoria de empresas desde Lleida hacia Aragón refleja un cambio dinámico en el panorama empresarial español, donde la eficiencia administrativa y un entorno fiscal favorable se están convirtiendo en factores decisivos para la ubicación de las empresas.

Un estudio de la Cámara de Comercio de Lleida señala que el sistema impositivo en Cataluña es considerablemente más gravoso que en Aragón, con 12 figuras tributarias propias frente a tres en la comunidad aragonesa. En el caso de Aragón, la comunidad presidida por el popular Jorge Azcón cuenta con solo tres impuestos: sobre grandes superficies, contaminación de aguas e instalaciones eléctricas de alta presión. Estos impuestos también los tiene Cataluña, a los que añade nueve más como el impuesto sobre los activos no productivos de las personas jurídicas, impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica o el canon sobre la incineración de residuos municipales, entre otros.

Ya hay más cerdos en Huesca

Desde hace décadas, Lleida ha sido la provincia donde más cabezas de producción porcina había. Hasta el punto de ser el líder indiscutible. Pero llegó un momento que, Huesca le cogió la delantera. Según datos oficiales, la ciudad tenía en el año 2020 más de 4.500 cerdos, superando por casi mil cerdos a Huesca. En 2023, las tornas giraron. Huesca creció un 28,65% en un año y ya es líder en la cabaña porcina en España. Esto se debe a varios factores, como las inversiones millonarias llegadas a la zona oriental de Huesca de grandes mataderos, como de la multinacional Pini en el municipio de Binéfar.

El macromatadero de Litera Meet, rozó una facturación de 800 millones de euros a cierre del año 2022. Sin embargo, no es la única compañía con intereses similares en la zona. De hecho, el grupo Costa Food, de la familia aragonesa Costa, compró hace semanas al Grupo Pini la compañía Cárnicas de la Litera, dedicada en el sacrificio de cerdas madre. Una operación entre dos gigantes que visibiliza la competencia que vive el sector en la zona oriental de Aragón.

Según cifras oficiales del Gobierno de España, Lleida está estancada desde hace cinco años en la producción de porcino y su capacidad de sacrificio. Desde 2019 apenas ha crecido un 1,17% el procesamiento de los mataderos de la localidad; en el caso de Huesca se ha disparado un 93,58% en el mismo tiempo analizado