Teruel puja por inversores valencianos para dar un salto más allá de Aragón

La hiperrelación que mantienen la ciudad de Teruel con la capital del Turia se percibe cada día. Su vinculación es, incluso, más próxima a la que se tiene con la ciudad de Zaragoza y sus más de 750.000 habitantes. Los factores son muchos y llevan dándose desde hace décadas. Entre otros, el motivo con más peso es evidente: la distancia.

En poco más de una hora se accede a la capital del Turia desde Teruel; mientras que para conectar con la ciudad de Zaragoza la distancia es de 171 kilómetros y más de hora y media de travesía por la autovía Mudéjar. Esta cercanía se intensifica en las comarcas turolenses más limítrofes con Castellón o Valencia, que son aquellas que tienen más pujanza económica e industrial.

La constante y estrecha sinergia se da en casi todas las relaciones humanas entre ambos territorios, desde la llegada masiva de turolenses para estudiar en Valencia a las relaciones industriales, comerciales y económicas. Con estos mimbres, la ciudad de Teruel —y la provincia— nunca descuida presentarse como un lugar atractivo en Valencia. Esto hace que el Gobierno aragonés, que actualmente lidera el popular Jorge Azcón, quiera potenciar a Teruel como un lugar con potencial para el inversor valenciano.

Valencianos rumbo a Teruel

Una idea base que busca alejar a Teruel de prejuicios, debido a su despoblación o envejecimiento poblacional. Sus potencialidades son múltiples: el boom de las renovables por su extenso territorio, su carácter turístico en comarcas como el Matarraña o Maestrazgo o el desarrollo de la agroindustria. El reciente foro Invest in Teruel, celebrado en Valencia, tiene un objetivo claro: Teruel se quiere quitar los complejos.

Este proyecto, que todavía está dando sus primeros pasos, está empezando a generar los primeros contactos con inversores interesados en la provincia. Fuentes empresariales consultadas asumen que Teruel genera un grado de confianza y seguridad para cualquier inversor. Entre los ejemplos de compañías valencianas, las fuentes empresariales destacan, por encima de todas, la apuesta de Pamesa por su mina de arcilla en el municipio de Estercuel, Gargallo y Cañizar del Olivar. Esta es una de las grandes inversiones valencianas en tierras turolenses.

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En declaraciones a El Confidencial, la vicepresidenta autonómica y consejera de Economía, Mar Vaquero, asegura que "las empresas deben conocer que la provincia de Teruel es líder nacional e internacional en agroalimentación y en el sector industrial, y que aspira a serlo en aquellas actividades en las que Aragón se está posicionando como referente, como la logística. De ahí que el proyecto Invest in Teruel, financiado en parte por el Gobierno aragonés, busque atraer inversiones a Teruel.

Este evento congregó a más de doscientos empresarios, agentes sociales y dinamizadores con el fin de promover la inversión y el desarrollo en la provincia de Teruel. Entre ellos, el presidente de CEOE Teruel, Juan Ciércoles; el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro; o la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

Teruel, lugar de inversión

La encrucijada en la que se encuentra Teruel, a camino de dos zonas en ebullición económica como Valencia y Zaragoza, hace que su tejido empresarial y política esté despertando para no quedarse atrás. Las características únicas de Teruel, según reconocen fuentes empresariales, lo convierten en un destino atractivo para la inversión.

No solo por las ayudas al funcionamiento que debe poner en marcha el Gobierno central, para bonificar el 20% de las cotizaciones sociales a nuevos trabajadores, sino que la experiencia de proyectos exitosos, únicos y pioneros ya están más que asentados en la provincia.

El caso más paradigmático es el aeropuerto de Teruel, el mayor centro de reciclado y reparación de aviones de Europa. Su crecimiento no tiene techo y el aeropuerto turolense captará 60 millones de euros de inversión privada antes de 2027.

La misma cantidad que invertirá la administración pública conformada en la sociedad gestora del aeropuerto. En este periodo de tiempo, el aeropuerto alcanzará los 900 puestos de trabajo. Con estas cifras es la mayor locomotora de la provincia. De ahí que haya multitud de empresas llamando a la puerta del Gobierno aragonés por las facilidades administrativas y la ingente cantidad de suelo que existe en la provincia.

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Hace seis meses, la compañía danesa Copenhagen Insfraestructure Partners (CIP), junto con otros socios como Enagás, indicó que estaba ya pergeñando la construcción de una planta de producción de hidrógeno verde en Andorra, en Teruel, con una inversión de 1.847 millones de euros y la generación de 400 puestos de trabajo permanentes, además de los más de 1.000 empleos en la construcción.

Recientemente, el Gobierno aragonés aceptó la declaración de interés autonómico para crear en el municipio turolense de Andorra la primera refinería de cobalto en el suroeste de Europa, un proyecto de la compañía hispano-británica Refinasol.

El proyecto, entre otras cosas, destaca por el reciclado de baterías de vehículos eléctricos. Fuentes de la compañía aseguran que la producción de Refinasol, en sus tres fases de funcionamiento, supondrá el 5% de la producción mundial de cobalto refinado y cerca del 50% de la producción europea.

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Por el momento, la provincia abre sus puertas para la inversión, tanto a nivel nacional e internacional, pero con especial ahínco por la captación de inversión valenciana. Las fuentes empresariales consultadas destacan que Teruel quiere crecer de la mano de la pujanza industrial que vive la comunidad vecina, como al calor del megaproyecto de Volkswagen en Sagunto.

"Se están llevando los primeros contactos para que vengan y conozcan suelo y oportunidades. Son relaciones preliminares, pero cada vez con más fuerza por aterrizar en Teruel", insisten las mismas fuentes.