Aragón triplica el número de ricos, pero son los que menos patrimonio declaran

Aragón es la comunidad autónoma donde los declarantes del impuesto sobre el patrimonio poseen la fortuna media menor y la que más ha incrementado el número de contribuyentes por este tributo, que se ha multiplicado por tres. Son los datos que arroja la web de la Agencia Tributaria, donde constan las coordenadas de los gravámenes por territorios. Allí se observa que, en 2012, los declarantes de la región tenían una bolsa media de 2,4 millones de euros, y que en 2020 se reducía un 30%, hasta los 1,7 millones. La media en España es de 3,5 millones y la comunidad donde los ricos son más ricos, de acuerdo con las últimas tablas publicadas y que corresponden al ejercicio fiscal de 2020, es Madrid, con 10,3 millones (un 30% más que en 2012), seguida de Galicia, con seis millones medios por declaración.

Pero a la vez, en esta década, en Aragón se pasaba de los 5.554 declarantes de 2012 a las 14.812 personas sujetas a este gravamen en 2020, la quinta por número del país, debido a que desde 2016 se tributa con el mínimo exento más bajo, 400.000 euros, frente a los 700.000 que permite la legislación y que es el que aplica la mayoría. En ambos casos queda exento el valor de la vivienda habitual, hasta 300.000 euros. En Madrid, mientras, se eximía del pago del impuesto y se pasaban de 15.585 a 19.508 declarantes, millonarios de verdad.

TE PUEDE INTERESAR

El mapa de los impuestos: estas son las medidas fiscales de cada comunidad

M. V. P. Agencias Mapa: Leire Rueda

Este impuesto, ahora objeto de debate tras la decisión de Andalucía de imitar a Madrid y bonificarlo en su totalidad, es uno de los que marca diferencia fiscal de Aragón con otras comunidades autónomas. También en el tramo autonómico del IRPF la región está en la tabla alta de la media —es la tercera con mínimos más altos (19,5%, tras Cataluña y País Vasco) y la 8.ª con el máximo más alto (49,5%)— o en otros como sucesiones. Dicha circunstancia lleva al Partido Popular a tachar la política impositiva aragonesa de “infierno fiscal” y a pedir reiteradamente que se rebaje el tramo autonómico de las rentas medias y bajas, se suprima patrimonio —o, en cualquier caso, se eleve el mínimo exento a los 700.000 más comunes—, o que se bonifique al máximo sucesiones.

El acuerdo fiscal del cuatripartito

No tocar los impuestos fue uno de los acuerdos de los cuatro partidos que forman el Ejecutivo aragonés, en este caso, a demanda de Podemos. Una decisión ahora tácitamente en revisión ante la subasta impositiva desatada en España y que ha provocado que el Gobierno central cree un nuevo tributo para todos, el llamado “impuesto a los ricos”. De hecho, Aragón ha abierto un periodo de consultas con todos los grupos políticos para modificar algunos impuestos, como la bonificación del tramo autonómico del IRPF para las rentas más bajas, disposiciones que se podrían sustanciar en el debate del estado de la comunidad que se celebra este jueves.

Porque, sin duda, los impuestos serán uno de los temas del inminente debate. El pasado miércoles, el presidente de Aragón, Javier Lambán, reiteraba que la fiscalidad va ligada al modelo de sociedad que se persigue. “Tenemos que decidir qué servicios públicos queremos, qué tipo de Estado, qué políticas económicas y, después, qué fiscalidad. Sin dogmatismos, como defensor del estado de bienestar, defiendo una fiscalidad suficiente”.

Las grandes competidoras

Lambán quiere que los presidentes autonómicos reconduzcan la situación y se apueste por armonizar en la mayor medida posible. Entre tanto, en distintos foros, ha cuestionado las políticas fiscales de las comunidades que más compiten para atraer a los aragoneses más pudientes. Por un lado, la Comunidad Foral de Navarra, que tiene capacidad para regular su propio impuesto de sociedades, lo que ha llevado a que algunas empresas registren su sede social en municipios próximos a Aragón, como Tudela. La pasada semana, la junta de portavoces del Parlamento navarro aprobaba una declaración institucional de rechazo a la denuncia pública de Lambán, que dijo que era “sangrante e insoportable” para Aragón la autonomía fiscal de Navarra, “que les permite mantener, establecer y regular su propio impuesto de sociedades”.

TE PUEDE INTERESAR

El Gobierno gravará los patrimonios de más de 3 M y bonificará las rentas de hasta 21.000 €

Alejandro López de Miguel

La otra competencia es Madrid, donde han trasladado su residencia no pocos aragoneses de elevado patrimonio, atraídos por las ventajas de la capital. “En vez de echar la culpa a los demás, lo que debe hacer el Gobierno aragonés es cambiar el panorama impositivo, que merma la competitividad de Aragón. No puede ser que demos facilidades para que se instalen las empresas y luego gravemos más que los demás”, explica Carmen Susín, portavoz de Hacienda del PP en las Cortes de Aragón.

Honorio Romero, director de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, notario y jurista experto, también cree que el régimen fiscal aragonés resta competitividad a la comunidad. “El artículo 14 de la Constitución habla del principio de igualdad de todos los españoles, pero, a la hora de contribuir a los gastos de la nación, somos bien diferentes. No hay que hacer demagogia con los impuestos, que son necesarios, pero hay muchas comunidades con un régimen fiscal mucho más beneficioso para su población en sucesiones, donaciones, patrimonio o IRPF; mientras haya distintas fiscalidades, salimos perjudicados”.

TE PUEDE INTERESAR

A Franco no le gustaba el impuesto de patrimonio (y otros dramas fiscales)

Carlos Prieto

“Esa desigualdad ya provoca que determinados ciudadanos se planteen trasladarse a comunidades fiscalmente más ventajosas, como Madrid y, ahora, Andalucía, con perjuicio para la comunidad que dejan. Este régimen fiscal también puede ser disuasorio para la radicación de empresas; más allá del impuesto de sociedades, afecta directamente a las personas que las gestionan”.

Un impuesto temporal que se convirtió en indefinido

El impuesto sobre el patrimonio se suprimió en 2008, pero se repuso de forma temporal en 2011 para hacer frente a la crisis de ese momento. En 2021 se convirtió en indefinido, una decisión controvertida, ya que sus críticos consideran que se grava de nuevo sobre lo ya tributado y, por lo tanto, entre otras consecuencias, desincentiva el ahorro. Desde el departamento de Hacienda del Gobierno de Aragón se defiende el desarrollo de la capacidad normativa en materia tributaria para obtener recursos públicos.

TE PUEDE INTERESAR

¿Podrán recurrir Ayuso y Moreno? Dudas entre los fiscalistas con el impuesto a los ricos

Óscar Giménez Irene Cortés

En 2012 se recaudaron 26,1 millones de euros, que en 2020 ascendieron a 48,3 millones. Julio López Laborda, catedrático de Economía Pública de la Universidad de Zaragoza y experto en Fiscalidad Territorial, explica que en Aragón se recauda más porque el patrimonio total es mayor, pero que los nuevos contribuyentes, con la reducción del mínimo exento, pagan una cuota más baja, ya que su patrimonio es menor. En los ejercicios mencionados, las cuotas medias abonadas fueron de 5.018 € y 3.334 euros, respectivamente.

Otro dato que corrobora esa circunstancia es la base imponible media del IRPF de los aragoneses sujetos al impuesto sobre el patrimonio: en 2020 fue de 82.589 euros, a los que se aplicó un tipo medio del 25,73%. Fue también la base imponible más baja de todas las comunidades autónomas, cuya declaración media de IRPF de este perfil de contribuyentes fue de 143.997 euros y el tipo aplicado, del 28,48%.

Por comparar, en Madrid hubo en el mismo ejercicio 19.508 declarantes, con un patrimonio medio de 10,3 millones de euros, y cuya declaración media de IRPF era de 357.547 euros y un tipo de 30,17%, también el máximo de la tabla; el crecimiento en declarantes —de 15.585 a 19.508— y el volumen se incrementó a partir de la decisión de bonificar al 100% el impuesto.