La psicosis de los 'pellets': nervios en playas de toda España por microplásticos sospechosos

La crisis se desató en Galicia, pero la psicosis llega ya a Andalucía, Valencia, País Vasco, Asturias o Cantabria. La proliferación de pellets, unos gránulos de plástico que no superan los cinco milímetros de grosor, está cerca de sembrar el caos y ahora todo el mundo cree ver estos microplásticos en sus costas. Desde que un barco con bandera de Liberia, el Toconao, vertiese parte de su cargamento en el litoral portugués, próximo a las aguas gallegas, los voluntarios y autoridades se han movilizado para recoger las pequeñas bolas que quedaron desperdigadas por la arena. Semanas después, los nervios se hacen notar.

En los últimos días, se han disparado las alertas en varias playas. La gente encuentra gránulos y crece la sospecha de que proceden del vertido gallego, cuando a veces las cantidades son ínfimas y ni siquiera se sabe con certeza si los microplásticos coinciden. De hecho, voces expertas ya avisan de que estos restos llevan años, e incluso décadas, en nuestras orillas.

"Las diligencias para saber si son o no vertidos del buque gallego pueden tardar seis meses, como mínimo", detalla a El Confidencial Mari Ángeles López Lax, abogada ambientalista que sigue de cerca la evolución de los pellets. Es la Fiscalía de Medio Ambiente la que tramita este tipo de solicitudes. Una vez se recogen las muestras, los análisis se prolongan por medio año o más, dependiendo de si el magistrado encargado decide dilatar el tiempo.

Si un accidente como el del Toconao supone un perjuicio para la salud pública, son las administraciones públicas —las regionales, primero, y el Ministerio de Transición Ecológica, después— quienes han de comunicar "de inmediato" el riesgo y poner todos los detalles en conocimiento del fiscal. Para situaciones como esta ya hay protocolos fijados. La Organización Marítima Internacional (OMI) publicó una guía el año pasado con los pasos a seguir. "Si los microplásticos continúan atomizándose, podríamos llegar a ingerirlos y las consecuencias serían catastróficas", alerta López Lax.

Cantabria y País Vasco

El alcance de los plásticos ha sido amplio. En Cantabria han detectado pellets en las costas, pero las cantidades son "muy poco significativas", según el balance que hacen las autoridades. No obstante, su mera presencia ya despertó la inquietud. Aparecieron en la zona occidental del litoral y en playas de Santander o Bareyo, un pequeño pueblo cántabro. El PSOE en la región instó al Gobierno autonómico, del PP, a solicitar también el nivel 2 de alerta. Antes lo hicieron Galicia y Asturias.

En Euskadi se mantienen a la espera. El Ejecutivo autonómico ya ha dicho que prevén una "llegada masiva de pellets". Los análisis de muestras halladas en su orilla, realizados por el centro científico y tecnológico Azti, no concluyen que los microplásticos encontrados procedan del vertido portugués. "Son anteriores a los vertidos en Galicia", aseveraba el jueves el vicelendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.

Algo parecido ocurrió en la Comunidad Valenciana. Unos pescadores dieron el aviso por la presencia de pellets, cuya cantidad exacta aún se desconoce, cuando faenaban por el mar. El Ayuntamiento envió entonces a unos técnicos para investigar la zona y dilucidar el origen del material. La visita concluyó sin noticias: ni siquiera encontraron gránulos en la playa, aunque continuarán con las indagaciones.

Hay más casos en Tarragona (Cataluña) o Canarias. Hace décadas que ambas regiones sufren vertidos de este tipo de forma regular y prácticamente crónica. El jueves, por ejemplo, se localizaron en el archipiélago algunas de estas perlas de plástico, muy pocas, en un puerto de Tenerife. El hallazgo se atribuye al "giro subtropical" de las grandes corrientes marítimas, como explicaba un investigador de la Universidad de La Laguna al diario local La Provincia. Del otro lado, en la playa de La Pineda (Vila-seca) existen denuncias desde 2017 por el avistamiento de los pellets, pero es ahora cuando el asunto capta más interés.

Andalucía y el caso de Bolonia

La presencia de pellets se extiende en otras partes de la costa española. La asociación Verdemar-Ecologistas en Acción ha anunciado que pedirá a la Capitanía Marítima información sobre el recorrido realizado por el buque CSAV Toconao tras la aparición en la playa de Bolonia, Tarifa (Cádiz), estos residuos plásticos. La organización quiere saber si este barco estuvo fondeado a 90 millas de Safí, en Marruecos, por lo que van a reclamar su recorrido al entender que hay incongruencias entre las fechas y su relato.

"Creemos que el buque se encuentra ahora en el puerto turco de Canakkale y que lo deberían haber detenido al cruzar el Estrecho de Gibraltar", manifestó Verdemar-Ecologistas en Acción. Fuentes de Emergencia 112 detallaron que el primer aviso lo dio un particular este pasado miércoles. Sobre las 10:45, llamó para alertar de que había visto "bolitas de plástico" cuando paseaba por la citada playa.

Este vertido "puntual", que se localizó en la base de la duna de Bolonia, enclavada en el Parque Natural del Estrecho de Gibraltar, está siendo controlado por los agentes de Medio Ambiente de la Administración andaluza, que se desplazaron al lugar junto con efectivos de la Policía Local de Tarifa, de la Unidad de Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma, de la Guardia Civil, del Plan Infoca y del Grupo de Emergencias de Andalucía. ¿Proceden estos pellets de los contenedores que cayeron al mar frente a las costas portuguesas? Es una sospecha.

El alcalde tarifeño, José Santos Perea, manifestó que "la Junta de Andalucía ha puesto un dispositivo y se está vigilando desde Huelva hasta Tarifa". "Entendemos que, si han aparecido en Bolonia, pueden hacerlo en otras playas más cercanas a la costa atlántica de Portugal, que es por donde podrían bajar esas bolitas", señaló el regidor. El consejero andaluz de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, remarcó que es "una cantidad muy pequeña" de residuos detectados, aunque afirmó que el Gobierno autonómico "está monitorizando" los litorales gaditano-onubenses. Entonces, visto lo visto, ¿quién es el responsable? ¿Cuándo y cómo se llegará a una solución?

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