Málaga activa 1.000 de las 8.900 VPO prometidas para contener los precios inmobiliarios
Las administraciones impulsan proyectos que se encuentran en distintas fases para frenar el alza de precios en la ciudad. Pedro Sánchez, tras aparcar el tema en las generales, vuelve a utilizarlo y dice que es la “gran causa” nacional
Málaga está de moda. Su amplia oferta cultural se ha unido a su condición de destino de sol y playa para impulsar a una ciudad que se abre paso como polo digital con la instalación de importantes empresas tecnológicas como Google, Vodafone y Oracle. Pero el éxito de la urbe también se mide en un mercado inmobiliario cada vez menos accesible en el que el alza de los precios lastra el desarrollo. Una circunstancia que ha llevado a las distintas administraciones a activar la construcción de algo más de 1.000 viviendas públicas para tratar de contener una situación que, según el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), provoca la expulsión de miles de malagueños hacia municipios del cinturón metropolitano y disuade a profesionales cualificados con perspectivas de asentarse. Un millar de pisos, en su mayoría para alquiler asequible, que forman parte de los 8.900 comprometidos por el regidor, Francisco de la Torre, para este mandato.
La colocación de la primera piedra de una promoción de 84 inmuebles de alquiler barato puso ayer de manifiesto las necesidades de acceso a una vivienda asequible en Málaga y la importancia que las distintas administraciones dan a esta cuestión tratando de capitalizar los avances en esta materia. El Ayuntamiento, la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda y de Empleo de la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno remitieron sendos comunicados —que siguieron a un acto conjunto— en los que destacaban su aportación económica para la consecución del proyecto. No es de extrañar cuando este fue uno de los asuntos fundamentales de las pasadas elecciones municipales y que llevó a los distintos partidos a lanzar promesas sobre la construcción de miles de pisos. De la Torre trató de responder al “drama habitacional” esgrimido por el PSOE anunciando la edificación de 8.900 viviendas para el mandato 2023-2027: 4.100 protegidas —2.700 en alquiler (65%) y 1.400 en venta (35%)— y 4.800 libres.
La presentación de las 84 nuevas casas se incluye dentro de este Plan Municipal de Viviendas y Suelo, que parece acelerar para tratar de revertir las actuales carencias del mercado inmobiliario de la capital malagueña. Esta es la quinta promoción de la primera fase del desarrollo de inmuebles protegidos y que suma un total de 476. La segunda, que debe ser entregada antes de diciembre de 2026, incluye 530 casas.
Un total de 1.006 pisos que suponen un avance y que deja al Consistorio frente al reto de impulsar otras 7.900 nuevas casas en una ciudad en la que, según el portal inmobiliario Pisos.com, el precio medio del metro cuadrado de vivienda en alquiler alcanzó en junio los 11,51 euros. El de las dos fases en proyecto oscila entre los 5,51 y los 6,65 euros, un alivio si tenemos en cuenta que la cuantía de los alquileres se han disparado un 28% durante el último año.
La promoción de la que este lunes se puso la primera piedra está destinada a sectores de la población con ingresos familiares inferiores a 21.000 euros al año. Esto supone 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que es el índice de referencia en España para la asignación de ayudas y subsidios. La obra se ejecutará en un bloque de cinco plantas. En la baja se han planificado 580 metros cuadrados de locales comerciales; mientras que en las cuatro superiores se levantarían 80 casas de tres dormitorios, más otras cuatro de dos destinadas a personas con movilidad reducida. El complejo también dispondrá de 136 garajes y 84 trasteros.
La inclusión del problema de la vivienda en la declaración en Twitter que ayer realizó el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para desestimar por segunda vez la oferta de negociación del ganador de las pasadas elecciones generales, el popular Alberto Núñez Feijóo, parece avanzar que este podría ser uno de los temas fundamentales de su mandato, en caso de amarrar los apoyos necesarios para ser investido. Fue un asunto que el líder socialista esgrimió como baza electoral en las municipales del 28-M, con sucesivos anuncios de construcción de miles de casas públicas, pero que apartó por completo en la campaña de las nacionales. Ahora vuelve a ser la gran causa de los próximos años.
Málaga está de moda. Su amplia oferta cultural se ha unido a su condición de destino de sol y playa para impulsar a una ciudad que se abre paso como polo digital con la instalación de importantes empresas tecnológicas como Google, Vodafone y Oracle. Pero el éxito de la urbe también se mide en un mercado inmobiliario cada vez menos accesible en el que el alza de los precios lastra el desarrollo. Una circunstancia que ha llevado a las distintas administraciones a activar la construcción de algo más de 1.000 viviendas públicas para tratar de contener una situación que, según el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), provoca la expulsión de miles de malagueños hacia municipios del cinturón metropolitano y disuade a profesionales cualificados con perspectivas de asentarse. Un millar de pisos, en su mayoría para alquiler asequible, que forman parte de los 8.900 comprometidos por el regidor, Francisco de la Torre, para este mandato.
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