Grupo México aumenta 100 M su inversión para poder reabrir la mina de Aznalcóllar

Grupo México ha incrementado en unos 100 millones de euros su inversión inicial prevista para permitir la reapertura de la mina de Aznalcóllar, que prevé en el mes de septiembre, una vez que la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural apruebe el informe de admisibilidad que certifica qué cantidad exacta del agua depurada puede ser aceptada por el río Guadalquivir en función de su caudal en cada momento.

De hecho, la aprobación de este expediente se ha retrasado unos meses tras la petición de la Junta de un nuevo informe que permita conocer el uso del agua en situaciones de sequía prolongada como la actual, lo que ha obligado a la empresa a encargar un nuevo estudio, que ha realizado la firma Inerco.

Grupo México es la multinacional con mayores reservas de cobre del mundo. En el año 2015 creó la filial Minera Los Frailes (MLF), en la que participa mayoritariamente junto con Minorbis (filial de la cordobesa Magtel), que resultó ganadora en el concurso internacional impulsado por la Junta para conceder los derechos mineros de Aznalcóllar. Esta decisión fue recurrida en los tribunales por la empresa perdedora, Emerita Resources, por presuntas irregularidades que serán juzgadas en 2025.

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Mientras tanto, la firma mexicana sigue adelante con su proyecto. Asegura haber cumplido con todos los requerimientos y confía en contar en breve con las autorizaciones necesarias para el inicio de la construcción del proyecto. De hecho, en este tiempo, desde 2015, ha invertido ya unos 50 millones de euros en su preparación, así como en el pasivo heredado, al hacerse cargo de empleados, instalaciones y restauración ambiental de la zona, antes en manos de la Junta desde que en 2001 cerró la mina y se fue la empresa anterior, Boliden.

La inversión inicial prevista para el proyecto se situaba en torno a los 350 millones de euros, si bien las exigencias de garantizar el buen uso del agua, especialmente tras el desastre ecológico provocado por la rotura de la balsa de la mina hace 25 años, han llevado a la compañía a subir esa cifra hasta casi los 450 millones.

De hecho, Minera Los Frailes tiene ya sobre la mesa el primer contrato previsto para cuando reciba la autorización de la Junta, que será la construcción de una nueva depuradora de agua, que sustituirá a la actual, y cuyo precio ronda los 60 millones de euros. Esta instalación será fundamental para el nuevo proyecto, que no prevé verter las aguas depuradas al río Guadiamar, sino al propio Guadalquivir, tras la construcción de unas canalizaciones de 30 kilómetros de longitud que discurrirán paralelamente a la antigua línea ferroviaria (que también prevé restaurar, para crear un vía de senderismo) hasta cerca del Estadio de la Cartuja de Sevilla.

Sin balsa de agua y residuos

La nueva mina de Aznalcóllar no tendrá balsa de agua y residuos. De hecho, tendrá muy poco que ver con la explotación a cielo abierto que han conocido los vecinos de la zona durante siglos. El nuevo proyecto será una gran mina subterránea que se construirá una vez que se saquen los más de 14 millones de metros cúbicos de agua existentes en las dos grandes cortas al aire libre existentes: Aznalcóllar y Los Frailes.

Será junto a esta última en la que se construya la bocamina o entrada a la explotación subterránea, que llegará hasta los 400 metros de profundidad a través de un entramado de grandes túneles que tendrán una longitud de 70 kilómetros y una enorme anchura para el paso de vehículos pesados autotripulados y maquinaria de última generación que permitirán extraer unas 7.600 toneladas de mineral al día, el equivalente a unos 300 camiones.

Minera Los Frailes será una mina principalmente de zinc, aunque también de cobre y plomo. Habrá una planta de tratamiento de mineral que procesará 2,7 millones de toneladas de estos minerales cada año. El objetivo es obtener 170.000 toneladas anuales de concentrado de zinc, 55.000 toneladas de plomo y 13.000 toneladas de cobre. En total, se estima tratar unos 50 millones de toneladas de reservas minerales.

El director de Operaciones de MLF, Miguel Ángel González, insiste en que "la nueva explotación se basa en parámetros radicalmente distintos a los del siglo XX gracias a los increíbles avances en tecnología que han transformado el sector". "Será un proyecto de minería subterránea a través de galerías, que no generará así impacto visual; la operación interna será con sistemas no tripulados y con transporte en cintas transportadoras, para elevar al máximo la seguridad de las operaciones, en el que no habrá balsas de lodos y se reaprovecharán los residuos para rellenar de nuevo las galerías, generando así economía circular en la zona", explica.

Por otra parte, la empresa subraya que, de la inversión total, el 20% se destina a actuaciones de carácter de restauración medioambiental. A su juicio, este componente del Proyecto Mina Los Frailes, alineado con las nuevas políticas europeas de crecimiento sostenible, lo convierte en una iniciativa pionera y modélica de colaboración público-privada. Por esta razón, fue declarado de interés público superior por la Junta de Andalucía en 2021.

Recuperación

En esa inversión ambiental se incluye la recuperación de las escombreras y paraje de toda la superficie sobre la explotación subterránea. Uno de los aspectos más innovadores de la mina es que será autosuficiente en relación con el consumo de agua, dado que aprovechará las aguas de escorrentía, de infiltración y de drenaje de la mina, previamente tratadas en esta planta de tratamiento (PTA) de nueva construcción.

También se recupera la cuenca de los arroyos en esta zona (que están modificados por la antigua explotación), con la construcción de una red de canales perimetrales en torno al complejo para que el agua limpia de los afluentes del río Agrio y Los Frailes no se dirija a las cortas (como ocurre ahora), y siga así su curso natural sin peligro de sufrir ningún tipo de alteración. La reapertura de la mina cuenta con un gran respaldo social en Aznalcóllar, un pueblo vinculado durante siglos a esta industria y que ha vivido el drama del parón económico y social que supuso hace 25 años el desastre ecológico de la rotura de la balsa y el posterior cierre de esta explotación.

1.200 empleos de alta cualificación

A lo largo de sus operaciones, la mina generará más de 1.200 empleos de alta cualificación y un estimado de 800 empleos inducidos, convirtiéndola en una de las actividades industriales más relevantes en la región. La apuesta por el empleo se verá reforzada por el compromiso de MLF de impulsar actividades de desarrollo alternativo, que diversifiquen la economía de la comarca y permitan crear oportunidades para fijar la población. En el municipio, de unos 6.500 habitantes, confían en poder celebrar este mismo verano la autorización por parte de la Junta de la reapertura de la mina, que "sería como tocarnos la lotería todos los días", según el alcalde, Juan José Fernández, antiguo minero de Aznalcóllar y recién reelegido con mayoría en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.

En la Consejería de Agricultura, explican a El Confidencial que la Secretaría General de Agua estudia en estos momentos el último informe sobre uso de agua en periodos de sequía presentado por Minera Los Frailes y espera poder dar el visto bueno este mes de julio. Con ello, la Consejería de Sostenibilidad podrá emitir la autorización ambiental unificada (AAU), que está solo a expensas de ese documento, y entonces la Consejería de Industria y Energía prevé dar la licencia que permita el comienzo de la actividad industrial a la compañía minera.