El turismo ante el 23-J: reservas más lentas y escasas cancelaciones

Estuvo a punto de cundir el pánico y, como mínimo, hubo una gran incertidumbre. La convocatoria por sorpresa de elecciones generales del pasado 29 de mayo para el 23 de julio fue un exigente test de estrés para el sector turístico. Se preveía un sinfín de cancelaciones, pero al final la situación no ha empeorado tanto como se esperaba.

Eso sí, el 23-J ha provocado una ralentización de las reservas, en parte provocada por el adelanto de los comicios y ante la duda de si se formará parte o no de una mesa electoral. Con esta tesitura, los que no habían reservado esperan la contratación de sus vacaciones previstas para finales de julio.

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Agustín Rivera

En Destinia, Ricardo Fernández, su director general, remarca a El Confidencial que hay un 7% menos de reservas nacionales para España para este verano frente al 2022, respecto al 52% de crecimiento de las reservas de clientes extranjeros. "Íbamos muy bien hasta la convocatoria de elecciones y eso va a obligar a que el español reserve más de último minuto que lo que pensábamos".

Paquetes turísticos

Hasta el 29 de mayo, el turista nacional estaba reservando con más ganas y ahora se encuentra expectante. Son afortunados los que tenían comprados sus vuelos y noches de hotel por estar exento de ir a la mesa con el anuncio de la Junta Electoral Central. El sector también prevé una rebaja de los precios de los paquetes turísticos para finales del mes de julio y que luego suban para el mes de agosto. En España, el precio medio de noche de hotel se sitúa un 8% por encima del año pasado y resulta un 30% superior a 2019.

En el grupo Barceló admiten una ralentización de las reservas en las últimas semanas en el mercado español, pero no lo asocian al anuncio de las elecciones. "Entre otros factores, el comportamiento de la venta anticipada ha sido mejor que el año pasado. Confiamos en que se reactive en cuanto se estabilice la situación meteorológica y aumente la temperatura. Estimamos una muy buena temporada de verano, incluso mejor que la del 2019", señalan a este diario en la corporación hotelera.

¿Cuál es la consecuencia a corto plazo? Se reserva al mismo ritmo, pero menos noches. Está gastando el mismo presupuesto que el año pasado. En 2022 la media era casi cinco noches por reserva y este año es en torno a 4,5 o 4,6 noches para poder soportar ese continuo incremento de los precios.

La liberación del transporte ferroviario, con altas capacidades de trenes, ha disparado el interés de ciudades para la temporada alta turística

Los vuelos también son más caros: un 24% más que el año pasado y en rutas tan habituales como un vuelo Madrid-Milán que hasta hace muy poco podría costar 80 euros ida y vuelta, ahora mismo se puede elevar a 300 euros. La fluctuación de precios es una constante montaña rusa que se palpa en todos los subsectores. Este verano también se está notando buen comportamiento de destinos con estaciones de AVE como Valencia, Tarragona, Alicante o Málaga. La liberación del transporte ferroviario, con altas capacidades de trenes, ha disparado el interés de estas ciudades para la temporada alta turística.

Jorge Marichal, presidente de Cehat, la patronal hotelera, reconoce que tras conocerse el adelanto electoral se produjo un parón de la demanda, pero las políticas de flexibilidad de un gran número de establecimientos turísticos en el caso de llamamiento para una mesa electoral han ayudado a que el impacto sea menor al esperado. "Los precios disparados no ayudan a nadie, ni a empresarios, ni a consumidores. Porque los empresarios también somos consumidores", señala Marichal en conversación telefónica con El Confidencial, tras admitir el recorte en el número de estancias y en cómo los clientes se han ido ajustando el cinturón.

"Están modificando las vacaciones"

María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, precisa que no observa ninguna afectación a las reservas por el adelanto electoral y se congratula del buen arranque de temporada que se saldó con un 70,6% de apertura de establecimientos en el mes de mayo. En cuanto a las reservas para el mes de junio, ahora mismo se encuentran el 82% y el estimativo de julio es del 76% y en agosto del 68%. "Evidentemente, estas cifras irán cambiando y habrá que estar muy pendiente a las oscilaciones de la demanda y ante cualquier otra circunstancia", destaca Aguiló.

En la Asociación Empresarial de Hoteleros de la Costa del Sol consideran que desde antes incluso del anuncio de elecciones se nota un ritmo lento en la demanda y se confirma la reducción de las estancias de al menos un día por turista. "No hay cancelaciones, pero lo que no está habiendo son reservas. Lo que significa que la gente está teniendo en cuenta el potencial llamamiento para una mesa y está modificando sus vacaciones". De hecho, para el cierre de junio se prevé una ocupación media en Málaga del 75% cuando el cierre del año pasado estuvo por encima del 84%.