¿Milagro hotelero en la Costa del Sol? Málaga y Marbella, líderes nacionales

La Costa del Sol continúa con excelentes números hoteleros. Málaga y Marbella son líderes nacionales en dos parámetros fundamentales que explican el atractivo de estos dos destinos, diferenciados entre sí y con claros lazos en común al mismo tiempo, conectados solo por carretera (el tren es una utopía) a unos 50 minutos en vehículo.

Málaga encabeza el ranking español de ocupación hotelera con un 78,6% en el conjunto de los doce meses, según el barómetro elaborado por STR y Cushman & Wakefield al cierre del ejercicio 2022. Tras la segunda ciudad andaluza se sitúan en la clasificación las Islas Canarias y Valencia, con un 74% de ocupación.

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Marbella cuenta con un 62% de ocupación y sigue liderando el ranking en RevPAR (ingresos por habitación disponible) y ADR (tarifa media diaria), con 292 euros y 204 euros, respectivamente. A continuación está Baleares (172 euros), Barcelona (153 euros), Canarias y Madrid (ambos con 133 euros).

Ibiza como competencia

La abrumadora oferta de hotelería de lujo, unida a la desestacionalización, ha conducido a la ciudad costasoleña a tutear a destinos como Mónaco, Cannes o parte de la Riviera italiana. En España compite cara a cara con Ibiza, aunque la isla pitiusa tiene el problema de la estacionalidad que no sufre tanto Marbella.

¿Cómo se vislumbra 2023? La Copa Solheim, que se celebra en la Costa del Sol el próximo mes de septiembre, un torneo conocido como la Ryder Cup femenina, puede consolidar esta tendencia de crecimiento de la clientela internacional sobre todo porque el mercado de Estados Unidos está acostumbrado a pagar esas tarifas altas. La conexión del aeropuerto de Málaga con Nueva York, prevista para el próximo mes de junio, y el anuncio de nuevas rutas también ayudaría.

Entre los nuevos proyectos que Marbella está desarrollando figuran el antiguo hotel Andalucía Plaza, ahora Hard Rock

José Luque, presidente de Aehcos (patronal hotelera de la Costa del Sol) y director general de la cadena marbellí Fuerte Hoteles, apunta también a una de las causas de este buen momento de los establecimientos turísticos como a la renovación de los activos que se han visto beneficiados por el decreto de modernización hotelera.

Entre los proyectos que Marbella está desarrollando figuran el antiguo hotel Andalucía Plaza, ahora Hard Rock: el segundo en España tras la apertura del de Mallorca. Marbella tendrá en los próximos años marcas internacionales de prestigio como W (con licencia de obras desde hace dos semanas, en la playa Real de Zaragoza y propiedad de Marriott), la estadounidense Hyatt (en la zona norte de Puerto Banús) y la cadena canadiense Four Seasons, el proyecto más retrasado, en la zona de los Altos de los Monteros.

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Hay otro parámetro en el que los hoteles de Marbella tienen muy buenos números. Se trata del GOP (beneficio bruto operativo). "Es verdad que el GOP es excelente en muchos hoteles, pero no hay que olvidar que los gastos financieros han aumentado de una manera considerable", señala Luque a este diario.

"Marbella ha conservado su atractivo como ciudad de destino para una clase media y media alta. Tras la pandemia se ha producido un rebote del hedonismo y de la experiencia turística", señala el directivo de Fuerte Hoteles, tras recordar la importancia de los fondos de inversión en la fortaleza de los establecimientos de lujo. ¿Y qué perspectivas a medio y largo plazo se plantea? "Hay edificios antiguos muy inflacionados y habrá que estar pendiente por si se produce un cierto relajamiento de lo que ya se ha conseguido".

El "destino de moda"

Respecto al caso de Málaga, el presidente de la patronal hotelera de la Costa del Sol subraya que se trata de "un destino de moda" donde está primando por ahora más lo turístico que el negocio, aunque este segmento vaya creciendo. "Es una ciudad que favorece las reuniones, congresos e incentivos. Y eventos como la Copa Davis la han posicionado muy bien".

Bruno Hallé, socio codirector de la división hotelera de Cushman & Wakefield, valora el caso de Marbella como el destino que cuando hay crisis es el primero que la sufre y cuando acaba repunta con rapidez. También destaca su capacidad para reposicionarse. La demanda de producto de gama alta a precios elevados ha ayudado a la marca Marbella/lujo.

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Hallé vaticina para este año un crecimiento de la demanda impulsada por una subida del turismo estadounidense y asiático, que en este 2023 se incorporarán tras el cierre de China durante la pandemia. "Creemos que ya se ha llegado a un techo de precio y que se mantendrán este año", precisa Hallé. Hay que recordar que el año pasado en los meses de enero, febrero y marzo hubo un impacto negativo debido a la variante ómicron. Ahora se está trabajando sin problemas y en temporada baja se van generando ingresos.

El mercado se centrará en hoteles más familiares que aún no se han vendido, algunos de tres estrellas, y cuyo precio de 100 euros la noche se podría posicionar "sin problema", según Hallé, "en 130 euros". Estos establecimientos podrían atraer a una demanda de nivel que no son consumidores de habitaciones de incluso 1.000 euros y que se pueden permitir estar una semana de vacaciones en Marbella gracias a una tarifa asequible y dedicar el dinero que se gastaría en una estancia premium en cenar y salir con más presupuesto.