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Los oscuros delitos que el sacerdote Francisco guardaba bajo llave en 25 discos duros
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CUIDABA A SU MADRE EN MÁLAGA

Los oscuros delitos que el sacerdote Francisco guardaba bajo llave en 25 discos duros

Solicitan nueve años de cárcel para un religioso que trabajó como profesor y fue catequista por presuntos abusos a menores de corta edad. Identificadas seis víctimas. Puso una cámara oculta en los baños de una parroquia

Foto: Foto: Getty/Jeff Swensen.
Foto: Getty/Jeff Swensen.

La Fiscalía de Málaga solicita nueve años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales y otro continuado de grabación ilícita de imágenes a menores para un sacerdote de Alcalá de Henares (Madrid), que ejerció como profesor en la localidad madrileña de Coslada y que fue detenido en Málaga durante una investigación por pedofilia en internet. Los agentes de la Policía Nacional hallaron en el domicilio de su madre, en una habitación cerrada bajo llave, 25 dispositivos de almacenamiento informático en los que se hallaron imágenes del investigado supuestamente realizando tocamientos a niños y niñas con los que había tenido contacto como catequista. Han sido identificadas al menos seis víctimas con edades comprendidas entre los seis y los ocho años.

Según recoge el escrito de acusación, el acusado, Francisco Manuel G.M., que estuvo seis meses encarcelado tras ingresar en prisión preventiva el 28 de enero de 2019, utilizó un programa de intercambio de archivos P2P para “poner a disposición” de otros internautas “varios” vídeos e imágenes de “menores —con edades inferiores a los 13 años— posando desnudos, y otras practicando relaciones sexuales con adultos”.

Foto: Imagen: Pixabay.

Estos hechos fueron vistos por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga durante un proceso en el que el investigado aceptó una condena por producción, tenencia y distribución de pornografía infantil recogida en una sentencia emitida el 20 de mayo de 2021. La investigación constató que la IP utilizada para el envío del material pedófilo estaba a nombre de la progenitora del religioso, que residía justo en el inmueble de al lado de la vivienda de su hijo. Durante el registro del domicilio de esta mujer, de avanzada edad, en una habitación cerrada con llave que voluntariamente abrió el acusado, se encontraron 25 discos duros.

En estos dispositivos se hallaron cuatro vídeos de las clases con menores en los que se observa cómo Francisco Manuel “coloca sus manos en las nalgas, pecho y piernas de los niños, sentándolos en sus piernas y metiéndoles caramelos en la boca”. Los menores no eran conscientes de estas grabaciones, en las que también se muestra al religioso realizando tocamientos a alumnas durante sus lecciones de catequesis.

Los expertos recuperaron varios de los archivos incriminatorios borrados por el acusado

Parte de estas imágenes era captada con cámaras ocultas y en ellas se ve al clérigo “en una habitación, sentado con varias niñas”. A dos de ellas las sienta sobre sus piernas. A ambas les palpa los muslos, mientras que a una le “toca por debajo de la camiseta”. Esta menor pudo ser identificada y sus padres presentaron denuncia.

Como consecuencia de esta investigación, el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, “suspendió cautelarmente de sus funciones de ejercicio del ministerio sacerdotal” a Francisco Manuel G.M. Esta medida fue acordada el 13 de agosto de 2018, y posteriormente respaldada por el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá.

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El Ministerio Público, además de 10 años de libertad vigilada tras abandonar la prisión, exige que se le prohíba “desempeñar empleo, profesión u oficio relacionado con menores” por el mismo periodo de tiempo; ya que el sacerdote fue profesor de Religión durante 12 años en un instituto de Coslada (Madrid). Impartió clases en la ESO y Bachillerato y durante su estancia en la provincia malagueña no trabajó como docente.

La ruta de la primera evidencia destacada por el Ministerio Público revela que el acusado también fue sacerdote en la Comandancia de la Guardia Civil de Alcalá de Henares y algunos de los archivos que se presentan como pruebas tuvieron que ser recuperados por los expertos en técnicas informáticas forenses porque habían sido borrados.

Las causa inicial se dividió en tres y ya ha habido una primera sentencia por conformidad

El religioso ejerció en la Diócesis de Alcalá de Henares desde mayo de 2003 hasta octubre de 2017, fecha en la que se trasladó a Málaga para “atender a su madre anciana y enferma”.

Foto: Los agentes del Grume en la casa del investigado. (Policía Nacional)

La Fiscalía aclara en su calificación que de la causa matriz se desgajaron otras dos: una, por revelación de secretos, que instruía un juzgado de Torrejón de Ardoz, y otra, sobre los abusos sexuales, llevada por un juzgado de Alcalá de Henares. La primera investiga la colocación de una cámara oculta en los baños de una parroquia para captar a menores —a los que en algunas ocasiones acompañaba— y ya han sido identificadas al menos seis víctimas cuyos progenitores han presentado denuncia. La segunda, tras la decisión del Tribunal Supremo, finalmente recayó en el Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga.

Este es el motivo por el que el sacerdote deberá afrontar un nuevo proceso judicial en esta provincia, a pesar de que los hechos presuntamente se cometieron durante su estancia en Madrid. Para una de las niñas supuestamente abusadas —la segunda no ha sido identificada— se pide una indemnización de 3.000 euros, que el acusado debe sufragar, al igual que la multa de 12 euros diarios durante 20 meses que se solicita en caso de que sea considerado culpable.

La Fiscalía de Málaga solicita nueve años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales y otro continuado de grabación ilícita de imágenes a menores para un sacerdote de Alcalá de Henares (Madrid), que ejerció como profesor en la localidad madrileña de Coslada y que fue detenido en Málaga durante una investigación por pedofilia en internet. Los agentes de la Policía Nacional hallaron en el domicilio de su madre, en una habitación cerrada bajo llave, 25 dispositivos de almacenamiento informático en los que se hallaron imágenes del investigado supuestamente realizando tocamientos a niños y niñas con los que había tenido contacto como catequista. Han sido identificadas al menos seis víctimas con edades comprendidas entre los seis y los ocho años.

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