La limpieza del alga invasora del Estrecho se come los fondos de los municipios costeros

Lo que parecía una coyuntura puntual, casi exótica, ha acabado convirtiéndose en un problema crónico. La Rugulopteryx okamurae, el alga invasora que está cercando el litoral andaluz y amenaza con extenderse por toda la costa mediterránea, está poniendo en jaque a numerosos municipios. Ayuntamientos que están afrontando con su pulmón presupuestario el grave quebranto económico que está suponiendo la retirada y destrucción de esta especie procedente del océano Pacífico. Una situación que ha llevado al alcalde de Estepona y vicepresidente primero de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), José María García Urbano (PP), a solicitar al Gobierno un plan nacional para la retirada y tratamiento de este residuo.

La aparición de esta alga invasora en las costas españolas ha obligado a los consistorios a establecer dispositivos especiales de limpieza que son necesarios incrementar en verano para no dañar el tejido turístico del que dependen estos municipios. El de Estepona es uno de ellos. Las cuadrillas que peinan sus 23 kilómetros de arenales comienzan a trabajar a las 23:30 y culminan a las 10:00 del día siguiente, cuando el sol ya ilumina y los bañistas más madrugadores buscan un baño tranquilo. Diez horas y media en total. Saltando de una playa a otra. “¡Qué exageración!”, podrían pensar algunos. Pero seguro que cambiarán de opinión al conocer que hay días que, solo en esta localidad de la Costa del Sol, se recogen 20 toneladas de la Rugulopteryx okamurae.

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“Desde enero a la actualidad, se han retirado 2.000.0000 kilos”, señalan fuentes municipales, que explican que, debido a la constante presencia de esta especie invasora, han tenido que extender el dispositivo “todo el año” y de “lunes a domingo”. Un total de “14 vehículos” se destinan a este cometido cada jornada. “Las algas se van acumulando en un punto y después los camiones las trasladan al vertedero”, detallan, para añadir que el proceso debe seguir un protocolo.

Todos estos trabajos, que cuando comenzó a aparecer la Rugulopteryx okamurae parecía que iban a ser temporales, han acabado sumándose al calendario de los servicios operativos y han obligado a destinar partidas de los presupuestos a sufragarlos. Dinero que antes se podía destinar a otros fines. En el caso del consistorio esteponero, la provisión de gasto anual es de un millón de euros, del que en este ejercicio se llevan empleados 280.000, cifraron las fuentes consultadas, que añadieron que ha sido necesario adquirir maquinaria especializada.

“Un ayuntamiento con dificultades económicos —y el de Estepona aún arrastra el lastre de la corrupción pasada—, no puede afrontar solo esta problemática”, apuntan, antes de quejarse de que el Ejecutivo central elabora planes de actuaciones de defensa del litoral con vistas al año 2100 cuando “las algas llegan cada día”.

García Urbano ha pedido al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos un plan nacional para afrontar esta plaga porque los municipios “no vamos a poder asumir con nuestros recursos su erradicación. Requerimos de ayudas estatales”. Y reclama un plan que englobe a todo el país, porque las previsiones de los expertos son que el alga alcance rápidamente las costas levantinas, catalanas y baleares, con el consiguiente quebranto que supondrá para una economía tan dependiente del turismo. “Por más que retiremos los residuos por la noche, las mareas pueden hacer que estén llegando todo el día, y eso echa a la gente de las playas y genera protestas”.

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El alcalde de Estepona explicó que va a solicitar a la FEMP que apoye dicho dispositivo estatal para que se ayude a los municipios costeros a abordar este “grave problema”. La presencia de esta alga invasora en el litoral, incidió, se ha convertido en una amenaza para la imagen de nuestros destinos.

En el caso de su localidad, el consistorio ha tenido que hacer “importantes esfuerzos técnicos y económicos para la retirada y tratamiento de este residuo”, ya que se ha tenido que destinar una partida económica adicional para hacer frente a estas labores.

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El regidor recordó que, al igual que la vecina Marbella, ha reclamado al Gobierno central que actuara ante otro de los problemas del litoral: los temporales. Pidió que llevara a cabo obras urgentes para la defensa de las costas o que, “ante la inacción de la Administración central”, los ayuntamientos que lo deseen puedan asumir transitoriamente las competencias en esta materia. En relación con este asunto, la Subdelegación del Gobierno en Málaga informó este lunes de que se han invertido 2,1 millones de euros para realizar aportes de áridos en 40 playas de 14 municipios.