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Un viaje a Ceuta, 'muleras' y una agresión sexual: la otra historia tras el robo de Starlite
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LADRONES CON ÍNFULAS DE NARCOS

Un viaje a Ceuta, 'muleras' y una agresión sexual: la otra historia tras el robo de Starlite

Los responsables de sustraer una caja fuerte en el conocido festival de música de Marbella sorprendieron a los investigadores por su voracidad delictiva. Incluso llegaron a asaltar los despachos de sus propios abogados

Foto: La cantante argentina Nathy Peluso, durante su concierto en el festival Starlite. (EFE/Antonio Paz)
La cantante argentina Nathy Peluso, durante su concierto en el festival Starlite. (EFE/Antonio Paz)
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Necesitaban que la máquina de hacer dinero no se detuviese, así que decidieron ampliar el negocio. Los robos y el menudeo se les habían quedado pequeños y querían jugar a los narcos. Se montaron en un helicóptero y viajaron hasta Ceuta con el objetivo de captar a mujeres que hiciesen de ‘muleras’ y pasaran droga a la Península. Pero creían que el trato incluía más. Y se pasaron de la raya. Según denunció una de las chicas con que contactaron, esos individuos la habían agredido sexualmente y la Policía Nacional acabó deteniéndolos.

Los protagonistas de este episodio son algunos de los individuos detenidos por llevarse con un carrito la caja fuerte del festival de música Starlite y hacerse con un botín de 70.000 euros. Delincuentes “hiperactivos” que, mientras eran investigados por una cadena de robos de todo tipo, entraban y salían del calabozo. Un grupo organizado que en sus conversaciones “se jactaba de que estaba destrozando Marbella” y cuyos miembros no respetaban nada: “Hasta se hicieron con los columbarios de una funeraria de Coín en la que presuntamente entraron”, señalaron fuentes de la investigación.

Foto: La cantante argentina Nathy Peluso en el festival Starlite en 2021. (EFE/Antonio Paz)

La organización estaba formada por “viejos conocidos” de las fuerzas de seguridad. Todos españoles, autóctonos de la localidad marbellí y con un historial de arrestos que no les achantaba a la hora de planificar un golpe tras otro. Esa voracidad delictiva, que tanto sorprendió a los agentes que seguían sus pasos, no estaba condicionada por el cóctel de “prostitutas, cocaína y fiesta” en el que pulían parte del botín, sino que la impulsaba la necesidad de afrontar las deudas que arrastraban de procesos judiciales pasados para sortear la prisión.

“Constantemente estaban buscando nuevos robos que perpetrar” para hacer frente a las reclamaciones. Incluso asaltaron los bufetes de sus abogados para pagarles después con el dinero que les habían sustraído, señalaron las citadas fuentes, que apuntaron que los sospechosos estaban iniciándose en el robo de casas de lujo y supuestamente “se dieron a la fuga tras entrar en un domicilio de Benahavís y ser sorprendidos por la Guardia Civil”. “Al parecer, se hicieron con un coche de alta gama que después fue encontrado ardiendo”. Pero su radio de acción era amplio y no dudaban en ir a por las funerarias. En la de Coín, supuestamente se llevaron una serie de joyas en las que se porta una muestra de las cenizas del difunto, explicaron otras fuentes.

El cabecilla no fue arrestado en la operación. Cayó al robar en una habitación de hotel

El cabecilla, el que daba las órdenes, el que distribuía el trabajo y fijaba los objetivos, era C.R.B., un individuo al que solo se puede suponer un carácter insolente o una ‘robopatía’ incurable para explicar su conducta reincidente. Con un buen número de muescas en su hoja de arrestos, tras el robo de la caja fuerte de Starlite, después del grave episodio de Ceuta y de visitar en más de una ocasión las dependencias policiales, no tuvo otra ocurrencia que “robar en una habitación del hotel en el que se hospedaba porque al día siguiente debía comparecer en un juzgado por una causa previa”. Fue identificado a través de las cámaras de seguridad y acabó engrilletado. Una ‘suerte’ que evitó que fuese arrestado con el resto de la banda.

“Decía que se había ido a Alemania a ‘trabajar”, ironizó una de las fuentes sondeadas, que no entendía cómo una persona que debe comparecer ante un juez horas después es capaz de hacerse con la llave magnética de una habitación, entrar en ella y llevarse los objetos de valor que encontró. La impunidad en esencia.

Una caseta, dos cajas fuertes

La operación Star que acabó con su banda arrancó a mediados del pasado mes de agosto, después de que los ladrones perpetraran el sonado robo en Starlite. El 'modus operandi' empleado, con la desconexión de las cámaras de vigilancia tras el concierto, determinó que los autores tenían conocimientos específicos de electricidad y sabían perfectamente el funcionamiento de los dispositivos de seguridad empleados en el festival. No en vano, provocaron un corte de luz.

Foto: El joven se quedó encajado al intentar acceder a la vivienda (Facebook/Radio RSD)

Las pesquisas de los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Marbella constataron que tres de los trabajadores del festival que realizaban tareas de mantenimiento tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio y el trabajo posterior reveló su supuesta pertenencia a un grupo criminal dedicado a robos en oficinas, establecimientos e incluso domicilios.

La reconstrucción del robo realizada por los responsables del caso concluye que los investigados, tras inutilizar los dispositivos de seguridad, accedieron a una caseta en la que había dos cajas de caudales: una con la recaudación del concierto que la cantante Nathy Peluso había ofrecido horas antes y otra con las propinas para el personal. Cargaron la primera en una carretilla y la desplazaron a unos 200 metros del lugar del golpe, donde la abrieron y fue encontrada posteriormente por los agentes.

Los sospechosos, acuciados por los pagos e indemnizaciones que debían afrontar por la estela de causas judiciales que arrastraban, incluso aceptaban trabajos por encargo distribuyendo previamente los porcentajes a percibir del botín: “En torno al 50% para los que llevasen a cabo el ‘palo’; entre el 10 y el 15 para el informante, y el resto para los participantes en los canales de salida de la mercancía robada”, explicaron, a lo que la Comisaría Provincial de Málaga añadió que eran delincuentes “altamente cualificados”.

“Parte del dinero que obtenían lo invertían en la compra de sustancias estupefacientes con las que la novia de uno de los implicados traficaba desde un piso del centro de la ciudad”, actividad paralela que llevó a algunos miembros de la red a desplazarse a la ciudad ceutí para tratar de crecer en este negocio turbio.

Tras su total identificación, los agentes procedieron a la detención de siete personas —cinco hombres y dos mujeres— a mediados de diciembre como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y robo con fuerza. Uno de los investigados, que estaba asentado en Estepona, trató de darse a la fuga cuando los agentes irrumpieron en el domicilio y mostró cierta resistencia, aunque finalmente fue reducido y engrilletado.

El juez ha decretado el ingreso en prisión de los tres principales investigados en la causa y se investiga su participación en más robos

Gracias a esta investigación se han esclarecido una docena de asaltos y el operativo se completó con cuatro registros domiciliarios en las localidades de Guaro, Estepona y Marbella, en los que se intervinieron gran cantidad de efectos sustraídos, dispositivos electrónicos, sustancias estupefacientes, útiles para el tráfico de drogas, un ciclomotor, matrículas dobladas y 20.000 euros en efectivo.

Los arrestados y las diligencias tramitadas fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, autoridad que decretó el ingreso en prisión de los tres principales investigados en la causa.

En las dependencias policiales, aún permanece parte de los bienes recuperados y que no han sido identificados por las víctimas, por lo que los responsables del caso trabajan con la hipótesis de que en las próximas fechas afloren más robos.

Necesitaban que la máquina de hacer dinero no se detuviese, así que decidieron ampliar el negocio. Los robos y el menudeo se les habían quedado pequeños y querían jugar a los narcos. Se montaron en un helicóptero y viajaron hasta Ceuta con el objetivo de captar a mujeres que hiciesen de ‘muleras’ y pasaran droga a la Península. Pero creían que el trato incluía más. Y se pasaron de la raya. Según denunció una de las chicas con que contactaron, esos individuos la habían agredido sexualmente y la Policía Nacional acabó deteniéndolos.

Robos Marbella Agresión sexual
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