Cómo configurar tu cámara de seguridad para que puedas vigilar (y que nadie te espíe)
Eliminar las contraseñas por defecto, blindar el ‘router’, vigilar movimientos sospechosos del aparato… Te contamos todo lo que debes tener en cuenta para que nadie te cotillee
Una segunda residencia, un barrio peligroso o unas largas vacaciones que te tendrán lejos del hogar durante unas semanas. Son muchas las situaciones que te llevan a instalar una cámara de seguridad en tu casa u oficina. No basta solo con colocarla: también hay que configurarla para que nos dé la información que deseemos. Y a la vez, que nadie logre piratearla para revertir los papeles.
No te preocupes: instalar y configurar una cámara de seguridad para ser el Gran Hermano de tu casa es muy sencillo. Modelos hay muchos, y hay que elegir aquellos que tienen una seguridad más fuerte. Y sea la que sea, también habrás de seguir unos trucos para que nadie, ironías de la vida, te espíe a través de tu propia cámara. Te explicamos cómo hacer todo esto.
Cómo configurar la cámara
Si es una de esas cámaras que funcionan con internet, debes colocarla en un lugar donde capte la señal wifi con la suficiente fuerza como para enviar los datos, sobre todo si no almacena imágenes y solo transmite en directo. Una vez instaladas las cámaras con wifi, será en el ‘software’ del ordenador donde deberás vincularla a la red.
A la hora de colocarla no hay que pensar solo en la señal del wifi, sino en el lugar donde habrá una buena visibilidad y donde no molestarán la lluvia, la nieve o el viento. Si necesitas ayuda en estos aspectos, contrata a profesionales. Por cierto, debes valorar también si es necesario que coloques una o más cámaras. En caso de ser necesario, las opciones de configuración se multiplican por tantos dispositivos como instales.
Si es una de esas cámaras que te permite ver lo que ocurre a través de una ‘app’ y que sube sus grabaciones a la nube, deberás proteger muy bien tu cuenta de usuario con una contraseña muy fuerte. El primer paso, por supuesto, será cambiar la que te venga por defecto y poner una en la que aparezcan números, letras y símbolos. También es aconsejable modificar el nombre de usuario de la cámara, que quizá sea algo tan clásico como ‘admin’.
Una vez la cámara esté bien colocada y hayas cambiado tanto el nombre de usuario como la contraseña, has de preparar el resto del equipo, el que te dará toda la información mientras vigilas dentro de casa o fuera mediante una ‘app’. Algunos paquetes, según el modelo, vienen con grabadoras de vídeo y cables, que deberás montar también. Si puedes, opta por cámaras ‘wireless’. Son más fáciles de instalar, solo cuentan con un solo cable, un adaptador de energía y un ‘software’ que instalas en tu ordenador. En función del modelo, también cuentan con un dispositivo USB que hay que conectar para recibir las imágenes.
Cómo hacer que nadie te espíe
También te puede suceder que alguien haya pirateado tu cámara y que no lo sepas. Hay todo tipo de trucos, más tecnológicos o más rudimentarios, para evitar que tus imágenes no terminen en toda la red.
Cuando tengas dudas acerca de si tu cámara ha sido pirateada, presta atención por si puedes detectar ciertas presencias o sonidos extraños. Por ejemplo, si oyes voces que en teoría vienen del cuarto vigilado, pero no hay nadie allí: podría ser un ciberatacante que habla. En Canadá, en 2015, una familia quedó atónita cuando escucharon música a través de la cámara que vigilaba el cuarto de su bebé y una voz que les advertía de que les estaba espiando. Y no ha sido el único caso.
Otra forma de detectar el pirateo es si la cámara gira cuando no se le ha dado la orden (por ejemplo, siguiendo tus pasos) o si se encuentra en una posición diferente a la habitual. Y si ves en la cámara luces que parpadean o que se mantienen fijas, desconecta tu ordenador de internet y pásale el antivirus.
Pero para evitar estos sustos, hay que prevenir. Los ajustes por defecto de la cámara son una de las vías de entrada para posibles espías. Por ello, antes de nada has de volver al punto inicial, al que ya hemos hecho mención, y cambiar la configuración. Es más, revísala de vez en cuando, porque si la ves diferente es que alguien la ha modificado desde la última vez que la hiciste. En todas aquellas utilidades en las que puedas o debas usar contraseña, usa claves sumamente complejas, difíciles de averiguar y que cambies cada cierto tiempo. De igual modo, elimina las que vienen de fábrica, que se repiten en muchas cámaras y que suelen usar los ciberatacantes para probar suerte. El ‘router’ al que está conectado la cámara también debe tener una contraseña fuerte y que cambies cada cierto tiempo.
Asegúrate de que las cámaras tienen la última tecnología en cifrado. También, actualiza el ‘software’ nada más recibir las notificaciones para ello. Y hablando de ‘software’: si les puedes instalar un antivirus o vincularlas a una VPN, añadirás seguridad extra.
Además de ello, hay otros trucos más ‘caseros’, como disimular con árboles o plantas la cámara, esconderla en un rincón o caja… Que nadie sepa que tienes cámaras sirve para que las personas que te conozcan no te las pirateen. Aunque cuidado con esconderlas mucho: tenerlas visibles funciona como elemento disuasorio (siempre y cuando los ladrones no alcancen para romperlas). Tú eliges cómo conjugar los dos extremos. Lo importante es que vigiles con tranquilidad tu casa o tu oficina.
Las mejores cámaras
Una vez tienes claro cómo configurar la cámara y cómo evitar que se hagan con su control, queda elegir una de ellas. Las más actuales no necesitan ningún ‘software’, pues directamente mandan la información a tu ‘smartphone’, te avisan en este de alertas o crean un archivo en la nube. Presumen, además, de ser fáciles de configurar o de su tecnología de cifrado.
Si prefieres una forma de configurar la cámara más clásica, que no implique llenar la casa de cables y unidades de grabación pero tampoco trastear con el wifi o con el ‘software’ del ordenador, tienes dispositivos que graban las imágenes en tarjetas SD, que luego puedes volcar en tu ordenador. Un ejemplo de ello es la ezCube Pro de Ezviz (
Tanto esta como su compañera C6B (
Estas cámaras, que son muy prácticas si no quieres pagar una suscripción en la nube, tienen un pequeño inconveniente: que te roben el dispositivo con la tarjeta dentro.
Otra cámara fácil de instalar (tiene un solo cable o la opción de conectar con wifi) es la Q con audio de Arlo (
Otra cámara fácil de configurar, ya que se puede hacer desde el ‘smartphone’, es la IP de la marca QZT, de 720 píxeles
Como ves, las cámaras fáciles de configurar existen en el mercado. Ahora solo falta que tú apliques los trucos necesarios para que nadie se haga con tu información. Vigilar lo más
Una segunda residencia, un barrio peligroso o unas largas vacaciones que te tendrán lejos del hogar durante unas semanas. Son muchas las situaciones que te llevan a instalar una cámara de seguridad en tu casa u oficina. No basta solo con colocarla: también hay que configurarla para que nos dé la información que deseemos. Y a la vez, que nadie logre piratearla para revertir los papeles.
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