Reynders seguirá un mes más como comisario y da aire a la mediación europea para el CGPJ

Didier Reynders, comisario de Justicia, seguirá en el cargo hasta el próximo 25 de abril antes de acogerse a una excedencia no remunerada para poder optar a ser secretario general del Consejo de Europa (CoE), una institución con sede en Estrasburgo que no tiene relación con la Unión Europea. Eso dará algo de tiempo al belga para seguir en su labor como mediador europeo para facilitar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva más de cinco años bloqueado.

Este miércoles estaba previsto un encuentro, el cuarto, entre los negociadores, el popular Esteban González Pons, vicesecretario general de Acción Institucional, y el socialista Félix Bolaños, ministro de Justicia, con la presencia de Reynders. El encuentro se canceló el lunes, el mismo día que se publicó la lista con los tres candidatos oficiales a la secretaría general del CoE. Inicialmente, desde la Comisión Europea se señaló que el momento en el que Reynders fuera ya oficialmente candidato, en lo que se convirtió el lunes, debería abandonar su puesto en el Ejecutivo comunitario. Por eso, en enero, cuando Bruselas aceptó ser mediadora entre el Partido Popular y el PSOE, se estableció originalmente un límite temporal de dos meses, porque finales de marzo era el momento en el que todos asumían que el belga se marcharía.

Pero tras el último encuentro, el tercero, celebrado en Estrasburgo a mediados de marzo, Reynders ya señaló que incluso teniendo poco tiempo por delante, él tenía costumbre de acabar lo que empezaba. Este lunes informó a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de su intención de acogerse a una excedencia, pero pidiendo que la fecha de inicio sea el 25 de abril, lo que le da tiempo a un último esfuerzo en la cuestión del CGPJ.

“Habiendo tenido en cuenta el compromiso del comisario Reynders de abstenerse de participar directa e indirectamente en cualquier actividad relacionada con la campaña electoral hasta el 25 de abril, y de garantizar que no se lleve a cabo ninguna actividad de este tipo en su nombre, así como su garantía de que tomará cualquier medida adicional que pueda ser necesaria para evitar cualquier percepción de conflicto de intereses, la presidenta le ha concedido la excedencia no retribuida”, ha explicado la Comisión Europea en un comunicado.

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A. B. Ramos M. Hernández N. Alarcón. Bruselas

En las últimas horas, ante la posibilidad de que Reynders tuviera que acogerse de inmediato a una excedencia después de que Von der Leyen haya endurecido mucho las condiciones por las cuales los comisarios tienen que abandonar su puesto si están optando a cualquier cargo salvo si están participando en las elecciones europeas del próximo 6 al 9 de junio, se habían empezado a barajar opciones para sustituirle como mediador. Portavoces de la Comisión Europea y fuentes europeas evitaban explicar los planes, pero subrayaban que seguían a disposición para facilitar el diálogo. Uno de los nombres que se habían mencionado es el de Vera Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea, que también ha seguido este dosier.

Pero en Bruselas también empiezan a perder la paciencia. No hay demasiados progresos y las discusiones siguen viéndose afectadas por vaivenes de la política nacional, como mostró la amenaza del lado popular de no acudir al tercer encuentro de la mediación. La sensación es de que las partes no están en este momento decididas a cerrar un acuerdo, y en Génova creen que el precio político a pagar por cerrar un pacto sería demasiado alto.

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Marisol Hernández

La extensión de Reynders es una especie de “tercera vía” entre la posibilidad de escoger otro mediador y saltarse definitivamente la idea original de limitar en el tiempo la mediación, especialmente vinculándola al comisario belga, y la opción de que la Comisión decida retirarse como mediadora. Ahora los dos lados saben que el comisario de Justicia seguirá un mes más, pero hay una fecha ya muy clara y el objetivo de Reynders será aumentar la presión sobre las partes para que intenten llegar a un acuerdo o que se arriesguen a perder el marco de la mediación europea, aunque desde el lado popular siempre se han mostrado confiados en que mientras PP y PSOE tengan voluntad de seguir hablando seguirá habiendo un mediador europeo, pase lo que pase.