Reynders acepta el papel de mediador para el CGPJ y pide una reunión en Bruselas el miércoles 31 de enero

Didier Reynders, comisario de Justicia, ha aceptado este viernes ejercer el papel de mediador entre el Partido Popular y el PSOE para sacar adelante la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En una carta enviada a Félix Bolaños, ministro de Justicia, y a Esteban González Pons, vicesecretario general del Partido Popular a cargo de Asuntos Institucionales, el belga ha señalado que ha estado “reflexionando sobre la mejor manera de facilitar” la renovación del órgano de gobierno de los jueces.

“A tal efecto, me gustaría informarles de que estaría disponible para entablar con ustedes un diálogo estructurado, tal como se describe en el documento anexo a este correo”, ha señalado Reynders, que ya ha propuesto una fecha para empezar a discutir: “Yo sugeriría una primera reunión conjunta muy pronto. Podría celebrarse en Bruselas la próxima semana. Podría proponer la fecha del miércoles 31 de enero por la tarde, si les viene bien a ambos. Espero sus noticias”, ha escrito.

La Comisión Europea ha recordado este viernes la recomendación que lleva años haciendo en el informe de Estado de derecho: “Proceder a la renovación del Consejo General del Poder Judicial con carácter prioritario e iniciar, inmediatamente después de la renovación, un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de sus magistrados-miembros, teniendo en cuenta las normas europeas sobre los Consejos de la Justicia”.

“Ambos han acordado que la Comisión supervise este proceso”, ha explicado Christian Wigand, portavoz de Justicia de la Comisión Europea. “La Comisión buscará un diálogo estructurado y la aplicación de la recomendación”, ha señalado Wigand, que ha explicado que estas negociaciones “no deberían superar los dos meses”.

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Tras este anuncio, el Gobierno ha mostrado su agradecimiento a la “rápida respuesta” de la Comisión a la propuesta de mediar en la renovación del CGPJ. Y así se lo trasladó el propio Bolaños a Reynders cuando el comisario de Justicia le confirmó su intención de participar en las conversaciones entre PSOE y PP. Según Moncloa, la preocupación de Bruselas por este bloqueo es “máxima” y es lo que ha reiterado el político belga en sus últimos encuentros.

La intención del Ejecutivo es que esta negociación sea “la definitiva” después de tres intentos fallidos, dos bajo el mandato de Pablo Casado en Génova y un tercero ya con Feijóo como presidente del PP. “El Gobierno trabajará para devolver la normalidad institucional y que el CGPJ recupere el prestigio”, indican desde el Ejecutivo. "Estoy muy contento de que haya sido sensibles a la urgencia. La semana que viene nos ponemos manos a la obra. Aquí estaremos para empezar a negociar desde ya porque la situación es realmente muy desesperada", ha añadido Bolaños más tarde en declaraciones a la prensa en Bruselas. "Estamos muy contentos de que el PP se siente a la mesa y abandone la rebeldía. Esta tiene que ser la negociación definitiva, no caben mas excusas. Nos dan un plazo de dos meses y espero que no los agotemos", ha explicado.

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Reynders era el favorito de los populares y el candidato que tenía más sentido al haber supervisado desde el principio el dossier del CGPJ. Pero presenta un reto, y de ahí el límite temporal de los dos meses: ha sido elegido por el Gobierno belga como su candidato para la secretaría general del Consejo de Europa, una institución que no forma parte de la UE, y eso significa que en marzo tendrá que dejar sus funciones como comisario de Justicia por incompatibilidades de su cargo con su candidatura.

Precisamente esto, el límite temporal, es visto como algo positivo por muchos en Bruselas. El peor escenario sería una negociación larga y embarrada en la que la imagen de la Comisión Europea se vería afectada por la polarización de la política nacional, arrastrada a una u otra posición. En el Ejecutivo comunitario quieren una negociación rápida y limpia que se limite a aplicar las recomendaciones que se han recogido en los informes sobre la situación del Estado de derecho en España.

Reynders no es un político conservador a la hora de asumir riesgos, pero el belga ha medido hasta el último momento la probabilidad de que la operación tenga éxito. Este mismo viernes por la mañana, el comisario ponía la presión sobre populares y socialistas, recordando que las fuerzas políticas españolas son “las primeras que deben comprometerse a aplicar las recomendaciones” de los informes de Estado de derecho. Bolaños ha señalado que este jueves paseó con Reynders por el Museo de Bellas Artes de Bruselas y que charlaron sobre la mediación para la renovación del CGPJ, algo que, ha explicado el ministro, esperaba que se pudiera anunciar “pronto”.