Es noticia
Nuevo asalto entre Podemos y Yolanda Díaz por el control de las listas en Euskadi y Galicia
  1. España
La pugna en la izquierda

Nuevo asalto entre Podemos y Yolanda Díaz por el control de las listas en Euskadi y Galicia

Sumar ya ha recibido una propuesta para concurrir junto a Podemos e IU en Galicia y ultima su despliegue en el País Vasco. Los morados exigen primarias y el partido de la vicepresidenta se pone de perfil

Foto: Ione Belarra, Alberto Garzón y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Ione Belarra, Alberto Garzón y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Podemos y Sumar, sobre el papel, exploran opciones de concurrir juntos a las elecciones en Euskadi y Galicia, que tendrán lugar en julio del próximo año a más tardar. Sin embargo, las conversaciones arrancan en un momento de máxima tensión en la coalición, con los puentes que alguna vez los unieron ya en ruinas y con claros condicionantes sobre la mesa. La formación morada amaga con exigir una negociación directa de los presupuestos generales del Estado con el PSOE, aunque el partido de Yolanda Díaz se niega, y el grupo parlamentario está sumido en un ambiente de batalla por las posibles sanciones a quienes se salten la disciplina de voto. Y a esto se suma ahora el pulso por controlar las listas electorales en ambos territorios.

La confianza entre las partes es casi inexistente, como admiten en ambas organizaciones, y las condiciones de Podemos para pactar son rotundas. El partido aprobó hace semanas una nueva hoja de ruta que dificulta los pactos electorales, hasta el punto de que los prohíbe en el caso de que no haya primarias o se produzcan vetos en las negociaciones. Son exigencias que 33.000 inscritos de la formación marcaron "a fuego", como recordó el lunes Pablo Fernández, coportavoz estatal.

Las conversaciones en ambos territorios se encuentran en fase "embrionaria", según fuentes de este espacio político, y con Podemos replicando públicamente que no quiere enterrar las siglas de Elkarrekin Podemos, la coalición con IU, Alianza Verde y Equo bajo la que han concurrido hasta la fecha en ese territorio. En Galicia, Sumar ya cuenta con una propuesta elaborada por los morados y por Esquerda Unida, con la voluntad de concurrir en coalición y dejando para una fase posterior la posible inclusión de Anova, con la que su espacio ya se presentó en el pasado.

Todas las partes piden prudencia y aseguran tener disposición al pacto, aunque el tiempo corre. Hay voces que dan por hecho que las elecciones se producirán en el primer cuatrimestre del año.

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Teóricamente, en lo que toca al partido de Ione Belarra, la pelota está en el tejado de las direcciones en Galicia y Euskadi, pero deben respetar las líneas rojas aprobadas en la atípica consulta del núcleo duro de Belarra. Y Sumar, hasta la fecha, se ha resistido a comprometerse a celebrar primarias, más allá de las promesas de Díaz y otros portavoces en anteriores etapas. "Obviamente, los candidatos van a ser ratificados de forma democrática", afirmó el lunes el portavoz de la formación, Ernest Urtasun, nuevo ministro de Cultura. Al ser preguntado expresamente por la celebración de primarias, no fue más allá: "Lo vamos a acabar de definir". Fuera de cámara, tampoco despejan las incógnitas.

Las diferencias sobre programa son mínimas. El pulso inicial, hoy, está de nuevo en cómo abordar unas futuribles listas. Primero, porque Podemos considera que tiene una base de militantes y simpatizantes mucho más amplia y cree que puede usar estos apoyos para garantizarse sus objetivos. Y, segundo, porque este era un requisito que tuvieron que tragarse con el adelanto electoral del 23-J.

Foto: Belarra, en la Conferencia Política de Podemos. (EFE/Fernando Villar)

No están dispuestos a renunciar hoy a las primarias y sacan pecho por los 55.000 inscritos que participaron en la consulta sobre la investidura de Pedro Sánchez. "Estamos muy satisfechos con el número de inscritas que tenemos. Los que tenga Sumar es una cuestión que compete exclusivamente a Sumar", afirmó Fernández en rueda de prensa. Dijo no recordar el "número exacto" de inscritos con los que cuentan, y en el partido no quisieron aclararlo a posteriori.

La cifra de 55.000 es pobre —menos de un tercio de la participación en otras consultas— si se compara con el histórico, pero es más de lo que, hasta la fecha, ha podido presumir cualquier otra organización de su espacio. Sumar dice contar con 70.000 inscritos, según el propio Urtasun, si bien no puede aclarar cuántos de ellos también son inscritos en Podemos, cuya nueva hoja de ruta endurece la prohibición de contar con doble militancia. En privado, dirigentes de ambas fuerzas dudan de que la contraria cuente, realmente, con tantos apoyos.

"Quizás estos datos de participación ayudan a entender por qué el resto de actores se resisten a las primarias abiertas a la ciudadanía", afirmó Belarra el 15 de noviembre, cuando presentaron las conclusiones sobre la consulta de la investidura y sacaron pecho por la movilización de los suyos. Esta es una de las convicciones que llevan a Podemos a insistir en la necesidad de hacer primarias. Cuando surgió la formación morada, en 2014, este fue uno de sus grandes símbolos, también aplaudido por otros actores en su espectro político.

A día de hoy, Sumar no cuenta con estructura orgánica y su primera asamblea está prevista para el primer cuatrimestre de 2024, como pronto. Su preparación coincidirá, entre otras cuestiones, con las negociaciones para conformar las listas a las elecciones europeas, como reconocen fuentes de la dirección. La negociación para consolidar una estructura en la que se sientan cómodos los inscritos de la plataforma y la quincena de organizaciones que vertebran la coalición, asume su portavoz, "tiene su complejidad", pero Urtasun sostiene que pueden reeditar el "modelo" logrado en junio, que fue "un éxito" en clave electoral. El entorno de Díaz estudia un modelo "de articulación híbrida", en el que puedan participar militantes propios y de otros partidos, como en su día utilizaron los comunes.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Juanjo Martín)

Sin embargo, el titular de Cultura, como el resto de portavoces de Sumar, obviaba este lunes que Podemos ya ha dejado claro que ha pasado de pantalla, que se ha atado ante sus bases con nuevas condiciones que imposibilitan un nuevo pacto de despachos sobre los puestos en las listas. Y que reconoce abiertamente que quiere volver a liderar el espacio, superadas las generales, en las que llegó a un acuerdo con Díaz para garantizar su supervivencia en la Cámara Baja.

La situación actual, según un exdirigente morado, recuerda a anteriores fases del Gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE. Cuando todos querían romper, pero ninguna de las partes estaba dispuesta a asumir el pago de la factura de ser percibida como culpable. Por lo pronto, no está hoy en los planes de Sumar desterrar a los morados del grupo parlamentario. Ni está en mente del partido de Belarra renunciar a las subvenciones que perciben por su mera permanencia en ese espacio. Están explorando qué "da de sí" el grupo.

Foto: Yolanda Díaz durante un acto de Sumar. (EFE)

Una muestra es su reclamación, comunicada ante los medios sin aclarar la respuesta de la dirección del grupo, de que Belarra interpele al ministro de Exteriores en su comparecencia del próximo martes. José Manuel Albares se expone a los dardos de la derecha y la izquierda "para explicar la posición del Gobierno de España ante la situación de Gaza, Israel y Oriente Medio", y la voluntad de la secretaria general morada es que la suya sea la primera intervención de uno de sus diputados en pleno. Y a 10 días de que se cumplan cuatro meses desde la constitución de las Cortes.

La reivindicación de los morados sobre su "total autonomía política", en palabras de Belarra, pasa por negociar directamente con el PSOE, marcando perfil propio, y entre las cuestiones a poner sobre la mesa previsiblemente estarán los presupuestos generales del Estado para 2024. En el núcleo de la vicepresidenta segunda, de momento, se resisten a permitir este escenario, y quieren canalizar la negociación en nombre de todas las fuerzas que integran el grupo parlamentario. El reglamento de funcionamiento interno, que prevé sanciones ante los incumplimientos de la disciplina de la dirección, es una de sus bazas. Y, a todas luces, será contestada por los morados cuando se materialice. Un frente más a la interna.

Podemos y Sumar, sobre el papel, exploran opciones de concurrir juntos a las elecciones en Euskadi y Galicia, que tendrán lugar en julio del próximo año a más tardar. Sin embargo, las conversaciones arrancan en un momento de máxima tensión en la coalición, con los puentes que alguna vez los unieron ya en ruinas y con claros condicionantes sobre la mesa. La formación morada amaga con exigir una negociación directa de los presupuestos generales del Estado con el PSOE, aunque el partido de Yolanda Díaz se niega, y el grupo parlamentario está sumido en un ambiente de batalla por las posibles sanciones a quienes se salten la disciplina de voto. Y a esto se suma ahora el pulso por controlar las listas electorales en ambos territorios.

Yolanda Díaz Ione Belarra Unidas Podemos Sumar
El redactor recomienda