Rueda aviva el adelanto electoral en Galicia: traslada al PP que no tiene por qué ir con las vascas

El clima de enfrentamiento político que atraviesa España proseguirá, aunque Pedro Sánchez logre los apoyos para la investidura y el país esquive la repetición electoral. Las elecciones europeas del próximo año, previstas para el 9 de junio, y la celebración de las gallegas y las vascas dificultará que el debate baje de tono. El ciclo durará al menos medio año más. Euskadi y Galicia tienen comicios en julio —la pandemia hizo que votaran un atípico día 12—, y aunque desde 2009 las dos comunidades han hecho coincidir la cita con las urnas, esta tradición podría romperse.

El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha transmitido a los suyos que en esta ocasión "no necesariamente" tienen que ir de la mano de las vascas porque "las circunstancias son diferentes", según explican fuentes del PP de Galicia. La tesis es que al lehendakari Iñigo Urkullu le interesa culminar la legislatura porque los sondeos, sostienen, "le van mal", mientras que Rueda tiene encuestas que le garantizan la mayoría absoluta. La ley obliga a Rueda a convocar con 54 días como mínimo de antelación, de manera que si quisiera ir antes de las fiestas navideñas tendría que anunciar si convoca el lunes o el martes para fijar los comicios el domingo 17 de diciembre.

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Este colchón podría animar al gallego a convocar en solitario, aunque eso supusiera situar todo el foco sobre Galicia. La razón de que durante este tiempo estas dos comunidades históricas hayan ido juntas fue precisamente el interés de ambas de minimizar el impacto del debate nacional. Algo que tanto Rueda como Urkullu pretenden, aunque esta vez opten por ir cada uno por su lado. Fuentes populares aseguran que, pase lo que pase, "la gente va a votar en clave gallega". "Eso es lo que percibimos", indican. Una circunstancia que alimenta la apuesta por fijar su propia fecha. Se ha apuntado que podrían ser en marzo, pero en Ferraz no descartan que pueda convocar ya y votar antes de Navidad. Frente a esta hipótesis, en la Xunta esgrimen que han presentado los presupuestos, que el Parlamento debe aprobar ahora antes de que finalice el año.

Desde el equipo de Urkullu sostienen que es demasiado pronto para hacer cálculos sobre la fecha de las elecciones —se ha apuntado a un superdomingo con las europeas— y que por ahora "las únicas conversaciones que hemos mantenido con Galicia son las referentes a nuestra presencia conjunta en la Comisión Arco Atlántico".

Pero fuentes socialistas apuntan a que la idea del lendakari sería ir directamente a junio, si al final no hay investidura y se celebran unas segundas elecciones generales el 14 de enero. Pero si hay Gobierno creen que "pretende disolver en enero", que la Cámara no vuelva a abrir y que los comicios "sean en marzo". "Ellos no quieren contaminarse con un clima electoral que les españolice las vascas". A diferencia de lo que opina el PP gallego, que ve que a Urkullu le interesa aguantar, en el PSOE defienden que el PNV tiene frentes abiertos en "sanidad, educación e interior" y, en un momento en que EH Bildu le disputa la hegemonía nacionalista, "si cierran el Parlamento (al ir a elecciones) no dan margen a que la oposición les desgaste.

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Rueda, vicepresidente de la Xunta con Alberto Núñez Feijóo, durante 10 años tomó su relevo cuando este tuvo que hacerse cargo del PP tras la defenestración de Pablo Casado. Al principio hubo dudas sobre si podría o no consolidarse. La sombra de Feijóo era permanente. Al presidente popular le costó adaptarse a Madrid y viajaba continuamente a Galicia. Pero con el paso de los meses cada uno se ha colocado en su lugar y la sensación interna es que tiene al alcance reeditar las mayorías absolutas de Feijóo, aunque el PSOE dice tener mucha confianza en José Ramón Gómez Besteiro, diputado en el Congreso y que de marzo a junio de este año fue delegado del Gobierno. Este sábado será proclamado candidato a la Xunta, tras evitar unas primarias con la renuncia de Gonzalo Caballero. Las prisas se justifican porque la dirección socialista barrunta que Rueda puede disolver el Parlamento a finales de este mes y convocar para diciembre.

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El PSOE adelanta que hará una "apuesta potente", con un "importante despliegue de ministros y del presidente del Gobierno" porque, mantienen, Rueda "no está consolidado como estaba Feijóo". Hoy mismo la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, coruñesa, estará con el candidato socialista a la Xunta en una jornada "institucional" que lleva por título "Galicia. Horizonte 2030. Preparando o cambio".

"La suma del PSdG y el BNG es factible", señalan en Ferraz, a pesar de que en 2020, el Bloque les arrebató el puesto de primer partido de la oposición y que están fuertes bajo el liderazgo de Ana Pontón. Desde Ferraz aseguran que sus encuestas reflejan "pulsión de cambio". El PP, insisten, "se enfrenta a un desastre" porque desvistió Galicia para mandar a Feijóo a la presidencia del Gobierno y "podría quedarse sin Galicia y sin el Gobierno de España". "La peor jugada política que se recuerda en el tablero español". A la espera de la decisión de Alfonso Rueda, PP y PSOE se preparan ya para otra batalla directa entre Sánchez y Feijóo.