Belarra pide a las bases de Podemos "aceptar el golpe" y promete desmarcarse de Yolanda Díaz

"Por mucho que haya podido doler el proceso de estos dos años, os pido que aceptemos el golpe y pasemos página". Ione Belarra, secretaria general de Podemos, ha arengado este sábado a sus bases, ante la dirección del partido, marcando el inicio de una nueva etapa tras la formación de un nuevo Gobierno de coalición del que ya no forman parte. Como en anteriores discursos ante el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el máximo órgano de dirección política de los morados, no ha habido autocrítica tras el desplome sufrido en las elecciones del 28-M y el 23-J, y el grueso de su intervención se ha visto marcado por la promesa de que emprenderán una nueva hoja de ruta, independientemente del rumbo que marque Yolanda Díaz.

"A partir de este momento, Podemos se pone a trabajar con total autonomía política", aseguró, reivindicando la inusitada consulta en la que 30.000 militantes han avalado la nueva estrategia política, sin pasar por un congreso del partido (Asamblea Ciudadana). De sus 12 minutos y medio de discurso, Belarra ha dedicado cuatro y medio a evaluar la situación en Palestina e Israel, a pedir más pasos a Pedro Sánchez y a reclamar el boicot a las empresas que colaboran con Israel, "como hace Carrefour".

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Ha destinado cerca de un minuto y medio a reafirmar el "compromiso" de Podemos en la lucha contra la violencia machista, aprovechando para loar el trabajo de Irene Montero, presente en la sala. Y casi siete minutos, más de la mitad de su intervención, a la interna, a la autoreivindicación de la utilidad de su partido, hoy integrado en la coalición Sumar, con la que sigue rompiendo amarras.

Tras meses reclamando la entrada de Montero en el nuevo Ejecutivo, cuando ya había sido excluida de las listas al 23-J, y mientras el partido de Díaz intenta salir de las declaraciones sobre la vida interna de la coalición, Podemos redobla esfuerzos para marcar perfil propio y "autónomo". Y para atribuirse los méritos del primer Gobierno con el PSOE, negociado entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. También para retratar a Sumar como una formación cómoda para Sánchez, dispuesta a "conformarse" con seguir el programa del Partido Socialista.

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"El PSOE solo tolera un socio que asuma sus límites", dijo, citando palabras del propio presidente del Gobierno, que en su viaje oficial a Israel, Palestina y Egipto comparaba sus propios pactos con los del Partido Popular. "Nosotros empezamos gobernando con Podemos y ahora hemos evolucionado hacia Sumar. Ellos [el PP] han involucionado desde Ciudadanos a Vox", aseguró en conversación informal con periodistas, según El País.

Con "aceptar el golpe" se refiere a los dos años (casi son tres) desde la salida de Iglesias de la secretaría general, cuando entregó el bastón de mando a Díaz. El "veto injusto" a Podemos en el Gobierno, un "error político garrafal", le sirve, junto con la exclusión de dirigentes como Pablo Echenique o Rafa Mayoral de las listas, para armar el relato de que los suyos han aguantado los golpes para intentar seguir impulsando transformaciones frente a derechas "asalvajadas".

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"Pueden intentar vetar a Podemos, pero no la esperanza de tanta gente que sabe que esta es su herramienta política", apostilló. El objetivo, siempre según Belarra, es seguir haciendo política, "volver a gobernar y reconstruir el bloque democrático que el PSOE ha roto". El grueso de los esfuerzos están puestos en esta materia, por más que haya voces moradas que alerten de que están dedicando demasiado tiempo a hablar de ellos mismos y de su diferencia con el resto de fuerzas de su espacio político.

La "tensión diplomática" con Israel, "buena noticia"

Por otro lado, en lo que toca al conflicto diplomático con Israel, después de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu acusara a Pedro Sánchez de "apoyar el terrorismo" de Hamás tras su reunión del jueves, Belarra ha considerado "una buena noticia" esta "tensión diplomática". La secretaria general morada lleva semanas pidiendo más gestos a Sánchez, y este sábado le ha vuelto a reclamar "un paso adelante definitivo", que pase por impulsar sanciones en la UE contra el primer ministro israelí y su Gabinete, como ya se hizo con Vladímir Putin tras la invasión de Ucrania. También reiteró su llamada a paralizar la venta de armas a Israel, que además reclama Sumar.

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La crudeza de Sánchez en Israel viene, según Belarra, de la presión de la sociedad civil. Y, si bien hoy celebra esta "tensión diplomática", inicialmente cargó contra el viaje del presidente del Gobierno, asegurando que perseguía "blanquear" a Netanyahu. Las declaraciones del jefe del Ejecutivo llevaron a Israel a llamar a consultas a la embajadora española.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha hecho lo propio con la embajadora de Israel, y ha tachado de "falsas e inaceptables" las "acusaciones" de Israel contra Sánchez, que condenó los atentados ante el propio Netanyahu. "Tenemos que frenar esta barbarie porque, si no, estoy convencida de que la barbarie nos va a arrastrar con ella", sentenció Belarra.