El PP urge a Feijóo a hacer ya los cambios ante la "impotencia" de seguir en la oposición

Casi cuatro meses después de las elecciones del 23 de julio, el PP enfrenta aquella victoria pírrica. Pedro Sánchez fue investido este jueves presidente con 179 votos. Ya no hay margen para la sorpresa. Aquellos que hasta el último momento confiaron en el carácter atávico de Carles Puigdemont, chocan de frente con la realidad: otra vez en la oposición. Cinco años y dos líderes han pasado desde que el socialista, que hoy prometerá su cargo ante el Rey, forjase una mayoría con los soberanistas catalanes y vascos para la moción de censura a Mariano Rajoy. "El plan era estar hoy en la Moncloa", lamentan desde la formación conservadora.

En las filas del PP, hay cierta apatía. Gustó el discurso de su líder, pero consideran que ha llegado el momento de “asumir la oposición” y preparar el partido para una legislatura “larga y dura”. Los populares son conscientes de que Sánchez aguantará todo lo que pueda y temen que Alberto Núñez Feijóo se desfonde. El gallego tiene un perfil de gestor y hombre de Estado que se ha agrandado frente a Sánchez con la polémica de la amnistía, pero el partido asume que “el gobierno desgasta, pero la oposición más”.

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En primer lugar, urgen a Feijóo a llevar a cabo cuanto antes los “ajustes” anunciados. El mensaje de Génova es que se esperará a que Sánchez nombre su Consejo de Ministros para mover ficha. El partido se impacienta. Solo el presidente de los populares sabe cómo y cuándo. El vacío genera inquietud en los grupos del Congreso y el Senado. Llevan desde verano esperando a que se conforme la dirección y se repartan las presidencias de comisiones.

Frente al sector que aboga por una “revolución” para que Feijóo coloque “a los mejores sin atender a las cuotas” se impone, según fuentes de la planta noble de Génova, el criterio de “recolocar” los peones en función de las vacantes. Las quinielas se rehacen una y otra vez y en este momento gana peso que Cuca Gamarra siga como secretaria general y ceda la portavocía de la Cámara Baja a Esteban González Pons o Borja Sémper.

Feijóo está agradecido a la labor de Gamarra. Ella ha planteado que le gustaría seguir siendo la voz en el Congreso, pero también asume que el escenario es diferente a hace un año. El líder del PP tiene hoy escaño en el Congreso y será quien lleve el peso de la oposición, y, por otro lado, sustituirla como secretaria general conlleva elegir entre los miembros del comité ejecutivo designados por el mismo en el congreso de Sevilla. El gallego consultó los estatutos para poder incorporar a alguien ajeno a la citada lista, pero podría acabar teniendo un conflicto. La decisión menos arriesgada es mantener a Gamarra, aunque siempre se ha barajado el nombre de Carmen Fúnez. Su sintonía con Feijóo es total.

Opinión

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Los populares aguardan a ser citados próximamente en Génova. Se espera una junta directiva o un comité ejecutivo nacional que despeje las incógnitas. El papel del coordinador general, Elías Bendodo, es otro de los que el partido espera que se redefinan. Fuentes consultadas por este diario consideran que estando en la oposición es “innecesario” mantener la tricefalia. “Van a estar todos en Génova. El primero, Feijóo”, precisa un veterano que explica que Rajoy nombró a Fernando Martínez Maíllo siendo presidente y con la dos, María Dolores de Cospedal, como ministra de Defensa.

Bendodo cuenta con el respeto de los barones. Destacan su perfil “dialogante” frente al vicesecretario de Organización, Miguel Tellado. En los territorios apuestan por que Bendodo ocupe el cargo que dejó Pedro Rollán al convertirse en presidente del Senado. Quieren que coordine el mensaje de los presidentes autonómicos. El poder territorial será una baza clave en la oposición a Sánchez, pero “debe estar afinado”, precisan desde las baronías, donde aún recuerdan el “caos” con que se gestionaron los pactos con Vox. Las comunidades deben ser la punta de lanza para poner de manifiesto la desigualdad que supone premiar a Cataluña.

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En el Senado están también a la espera de portavoz. Feijóo está haciendo un casting para colocar a una mujer. La Cámara Alta tendrá gran protagonismo esta legislatura, porque será el muro de contención de las leyes de Sánchez. Hace una semana, los senadores populares daban por hecho que la elegida sería la exconsejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid Paloma Martín. La operación podría frenarse porque no cuenta con el visto bueno de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid apuesta por su hombre de máxima confianza, Alfonso Serrano, para ese puesto. Feijóo sigue prefiriendo una voz femenina.

En los deberes del líder popular está también convocar una convención nacional o congreso el próximo año. El último fue en 2017, con Rajoy al frente. Desde entonces, solo se han convocado para elegir presidente. Son muchas las voces que lo consideran una “anomalía”. Feijóo tendrá que tirar de un partido que se veía en el Gobierno. “Hemos perdido la final de la Champions en el último minuto”, precisa un veterano que describe el “tono bajo” de los chats internos de Congreso y Senado. “Muchos se veían ya en un ministerio y ahora cuesta hacer frente a la realidad”, reconocen fuentes populares.

El líder del PP afronta el reto de mantener la opinión pública movilizada contra la amnistía más allá de este fin de semana. Confía en Bruselas y en que Junts y ERC aprieten a Sánchez. Los jueces serán los próximos en mover ficha. En diciembre y enero, se paraliza la actividad parlamentaria. “Se nos va a hacer muy, muy largo”, vaticinan los populares.