"Que lo hagan": Génova ignora el órdago de Vox para romper sus gobiernos

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La pugna entre PP y Vox por capitalizar la oposición a la amnistía escaló un peldaño este martes. Santiago Abascal no solo subió a la tribuna del Congreso para acusar de "golpe de Estado" a Pedro Sánchez, al que llegó a comparar con Hitler. También para apretar las tuercas al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. El líder de Vox elevó la apuesta y amagó con romper las alianzas que mantienen en cinco gobiernos autonómicos si el PP no utiliza su mayoría absoluta en el Senado para frenar la ley de amnistía y negarse a tramitarla, lo que derivaría en un choque institucional sin precedentes entre las dos Cámaras. Pero en Génova ni siquiera se dan por aludidos y reciben entre mofas el órdago de sus socios. "Es un farol. Que lo hagan", zanjan.

En la dirección del PP, advierten de que no se saltarán la ley ni retorcerán los mecanismos habilitados en la Cámara Alta para frenar la tramitación de la amnistía como exige Vox. El partido ultraconservador se aferra a la mayoría en la Mesa del Senado para negarse a calificar el texto procedente del Congreso y, por tanto, meter en el congelador la normativa. Fuentes de la dirección de los populares, tanto en Génova como en el Senado, inciden en que esa opción "no tiene cabida" y es "ciencia ficción". "El Senado es una Cámara de continuidad legislativa", insisten.

Los populares cierran frontalmente esa vía, a pesar de que la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra, avivó el pasado martes la posibilidad de que la norma, aprobada previamente en el Congreso, no pase el filtro de la Mesa. "Si una norma es inconstitucional en el Congreso, también lo es en el Senado", incidió. Pero fuentes cercanas a la presidencia en la Cámara territorial desmienten tajantemente esa posibilidad. "No se puede hacer", insisten, desmarcándose así del órdago de Vox.

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Como publicó El Confidencial, la posibilidad de que el PP se plante en el Senado y se niegue a continuar el procedimiento parlamentario por la amnistía hasta que haya sentencia en firme del Tribunal Constitucional sentaría un peligroso precedente y despierta enormes dudas jurídicas. De ahí que las voces que defienden este planteamiento sean, de momento, una minoría.

Génova se aferra al mecanismo que ya han aprobado en el Senado como única vía para dificultar el acuerdo con Junts y retrasar la tramitación de la amnistía. Los populares aprobaron el pasado martes una reforma del reglamento que confiere a la Mesa la potestad para decidir la urgencia de las proposiciones de ley procedentes en el Congreso, lo que amplía el plazo de tramitación de 20 días a dos meses. El PP forzará además comparecencias de Sánchez y del resto de ministros en los plenos —hasta ahora, solo eran obligatorias en comisión—, con lo que buscan acrecentar el desgaste del todavía candidato socialista.

El PP ignora también la petición de Vox para proceder a la ilegalización de Junts y ERC en la Cámara Alta. De hecho, fue el mismo Grupo Popular el que permitió a estos dos grupos, además de PNV y Sumar, contar con grupo propio en el Senado, lo que despertó enormes críticas procedentes del partido que lidera Santiago Abascal. Este miércoles, el dirigente ultraconservador convirtió esos reproches en una amenaza. "Dejen de lado cualquier duda y den instrucción en el Senado para no tramitar el golpe", incidió, con la mirada fija en la bancada de Feijóo. Si no lo hacen, añadió, entenderán que el PP "colabora lateralmente con el golpe y eso nos impediría a nosotros colaborar con ustedes en el resto de instituciones".

En la dirección de los populares, advierten a Vox de que, en caso de atreverse a dar ese paso, son ellos "los que más tendrían que perder". Los presidentes del PP ya resultaron investidos y se expondrían a una inestabilidad política difícil de capear, pero tendrían la opción de gobernar en solitario. "Que lo hagan", ironizan en la cúpula del partido. "Ellos toman decisiones y hacen anuncios con los que no nos sentimos vinculados", añaden las voces consultadas, aunque inciden en que no ven en peligro sus alianzas autonómicas.

Génova se sacude la responsabilidad e insiste en que seguirá la vía "institucional" sin mirar los órdagos de Vox. Dirigentes del PP piden incluso distanciarse de los de Abascal y ven en esta amenaza un intento de "tener algo de protagonismo" frente a un Feijóo que, a su juicio, se ha convertido en líder de masas y en el único representante de la "mayoría constitucional" frente a Sánchez. "No somos los de Ferraz, sino los de las manifestaciones cívicas y pacíficas". Las mismas fuentes insisten en que, frente al "ruido" de Vox, el gallego ejercerá como líder de una oposición "firme" en el tono, pero "moderada" en las formas.

El PP se distancia de Vox y su oposición contra la amnistía: "No somos los de Ferraz"

Como viene siendo habitual, Abascal subió varios decibelios el discurso que había pronunciado previamente su competidor en la derecha. Feijóo llamó a "encender las alarmas democráticas" frente al "fraude electoral" de Sánchez por "comprar" su investidura con cheques en blanco al independentismo, pero reconoció la "legitimidad" de la votación que, casi con toda seguridad, brindará este jueves a Sánchez la Moncloa. Abascal, por su parte, confrontó con Armengol por sostener en sede parlamentaria que lo que se estaba produciendo era un "golpe de Estado". Acto seguido, el líder de Vox y el resto de sus diputados plantaron a Sánchez en la réplica, abandonaron el hemiciclo y se unieron a los manifestantes que pedían rodear el Congreso y acudir a la sede de Ferraz donde, de nuevo, volvieron a producirse altercados violentos.