Cruzar de Melilla a Marruecos: hasta 12 horas para los españoles; 90 minutos para los inmigrantes marroquíes

Entre siete y 12 horas tardaron el martes los españoles, sobre todo melillenses, en cruzar en coche la frontera de Beni Enzar entre Melilla y Marruecos. Aproximadamente unos 90 minutos tardaron en pasar de un país a otro los inmigrantes marroquíes en Europa que, en el marco de la operación Paso del Estrecho, regresan a Marruecos de vacaciones.

Las protestas y la desesperación de los melillenses fueron tales que la Delegación del Gobierno publicó, el martes por la tarde, un comunicado en el que, después de “lamentar las molestias”, osó apuntar a Marruecos como el responsable de esta situación. Está “siendo en el lado marroquí donde se está dando la ausencia de fluidez”, señaló. Ni siquiera cuando Rabat cerró de un plumazo la aduana de Melilla en 2018 se le criticó públicamente.

Al caer la tarde del martes, cerca de 200 melillenses se concentraron en la frontera para protestar ante lo que Najim Amarouch, portavoz de la asociación Melilla Unida, describió como una “situación injusta porque ellos [los que viajan en el marco de la OPE] tienen prioridad”. “Los melillenses nos merecemos el mismo trato que un tío que viene en coche de Francia o de Alemania”, recalcó.

La Unidad de Intervención Policial (UIP) acabó disolviendo sin apenas violencia a los concentrados sentados en la calzada a escasos metros del puesto fronterizo. Después, escoltó a los vehículos de los inmigrantes por si los melillenses hubiesen estado tentados de atacarlos, algo que no estuvo entre sus intenciones.

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Desde que la OPE empezó, esta semana ha sido la de mayor afluencia de viajeros. Numerosos marroquíes regresan para pasar el Aid el Adha (Fiesta del Sacrificio), la más importante en el islam, con sus familias. En Marruecos, se celebra este año el jueves 29 de junio. Un buen número de melillenses musulmanes también quieren cruzar a Marruecos para compartir ese día con sus familiares.

Para ellos, solo hay un carril de acceso a Marruecos en el que los agentes marroquíes son especialmente quisquillosos a la hora de controlarlos. Los inmigrantes disponen de más carriles y, a diferencia de los melillenses, pueden llevar consigo regalos para sus familiares en su país de origen, porque así lo permite el régimen de viajeros que no se aplica a los residentes en Melilla. El trato de las autoridades marroquíes es, por tanto, doblemente discriminatorio.

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“Llevaba dos juegos de sábanas para los niños y otro de matrimonio junto con unas toallas, todo usado ya”, comentó disgustada una madre de familia melillense al diario El Faro de Melilla. “Pues ni eso me han dejado pasar”, añadió. “Me las querían quitar porque decían que era cosa del Rey, que había dicho que no se podía pasar nada a Marruecos, pero los de la OPE bien que pueden pasar”, se lamentaba. La mujer se dio media vuelta en la frontera. “Melilla se está convirtiendo en una cárcel al aire libre”, escribió Mohamed Abdel en un foro de comentarios abierto por ese periódico.

Las autoridades españolas, sobre todo el Ministerio del Interior, negociaron desde finales del invierno con las marroquíes el desarrollo de la OPE. Supone un importante esfuerzo y desembolso para el Estado español porque debe, entre otras cosas, movilizar a 19.000 agentes para asegurar su buen funcionamiento. También reporta ingresos a las navieras, las gasolineras, los supermercados, etcétera. El año pasado, 2,9 millones de inmigrantes cruzaron el Estrecho de ida y vuelta a bordo de 695.000 vehículos, según Interior. Se prevé que este año un 13% (unas 400.000 personas) harán ese viaje a través de Melilla.

En esa negociación con Rabat, la delegación española no preocupó —en años anteriores, tampoco lo hizo— de las consecuencias que podría tener la OPE sobre los españoles, sobre todo melillenses y ceutíes, que deseen viajar en esas fechas a Marruecos. Ha dejado que el Ministerio del Interior marroquí otorgue, a la hora de cruzar la frontera, la prioridad a los inmigrantes en Europa. Incluso cuando no hay OPE, esa frontera es un viacrucis porque tardan normalmente entre dos y tres horas en cruzarla en coche.

Najim Amarouch y los que acompañaron en la protesta reivindicaron hasta la saciedad, el martes por la noche, que se abriera el puesto fronterizo de Farhana. Melilla disponía, antes de la pandemia, de cuatro puntos de cruce con Marruecos, y en mayo de 2022 solo se reabrió uno, la frontera internacional de Beni Enzar. Por Farhana solo podían pasar los melillenses a Marruecos y se comprometían al hacerlo a no salir de la provincia de Nador.

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La situación en la frontera entró de lleno en la campaña electoral del 23-J. Son “las colas de vergüenza; una absoluta indignidad e inhumanidad”, denunció Isabel Moreno, candidata al Senado del Partido Popular por Melilla. Los melillenses padecen una “discriminación” ante los pasajeros de la OPE.

La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ha anunciado este mediodía que, gracias a las negociaciones con Marruecos, se ha conseguido la habilitación de un segundo carril en la frontera de Beni-Enzar para el tránsito de ciudadanos melillenses.