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El referéndum exigido por los comunes agrieta la estrategia de Díaz y siembra la confusión
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Elecciones generales del 23-J

El referéndum exigido por los comunes agrieta la estrategia de Díaz y siembra la confusión

En su equipo, afirman que desde hace años no reclaman la cuestión de la autodeterminación, sino un acuerdo en la mesa de diálogo. Díaz obvia los debates identitarios y siempre ha evitado hablar de una consulta

Foto: Yolanda Díaz y Aina Vidal. (EFE/Mariscal)
Yolanda Díaz y Aina Vidal. (EFE/Mariscal)
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La izquierda a la izquieda del PSOE ha vivido varias horas en una suerte de regreso a los años del procés. Los comunes han agrietado este jueves la estrategia de Yolanda Díaz en su campaña a las elecciones del 23-J, al afirmar que el referéndum catalán formará parte de su programa electoral. La vicepresidenta segunda quiere centrarse en "las cosas del comer", en recetas contra la inflación, frente al impacto de las subidas de las hipotecas sobre las familias, o en materia fiscal. Nadie contemplaba que la autodeterminación de Cataluña volviera a colarse en una campaña a las generales, restando foco al resto de mensajes. Por mucho que la consulta llevara en los programas políticos desde finales de los setenta.

"En el referéndum estamos donde hemos estado siempre. Cataluña debe votar su futuro. Formará parte de nuestro programa electoral", afirmó a primera hora de la tarde la número uno por Barcelona en las listas de Sumar al Congreso, devolviendo a la palestra un debate que ya apenas suena fuera del territorio. "Hasta ERC lo ha abandonado un poco", asumen desde una de las fuerzas aliadas con Díaz.

En el núcleo duro de Sumar, intentan hacer contención de daños y explican que los comunes tendrán su propio programa, aunque una versión reducida de lo que afecta particularmente a Cataluña se incluirá entre las recetas del partido para el conjunto del Estado, como se hizo en las anteriores citas electorales. Y ahí, sostienen, lo que se incluirá no es un referéndum de autodeterminación, como en su día reclamaban, y como exigió Podemos durante años, sino que apostarán por la "ratificación" de un futurible acuerdo, por concretar, que debería salir de la mesa de diálogo puesta en marcha por Pedro Sánchez y Pere Aragonès.

Foto: Aina Vidal y Yolanda Díaz, en el centro de la imagen. (EFE/Sergio Perez)

Se trata de un foro que no se reúne desde hace meses, y que en ningún caso será posible reeditar si el PP se hace con las llaves de la Moncloa el 23-J. No habrá referéndum de autodeterminación en el programa de Sumar, insisten, solo la promesa de apoyar que los catalanes voten sobre un hipotético acuerdo de la mesa de diálogo. Patada hacia adelante. "Llevamos muchos años diciendo lo mismo", insisten. Un mero vistazo a las medidas defendidas en las elecciones más recientes permite precisar esta afirmación. El último programa de Unidas Podemos a las elecciones generales, con los comunes entre sus filas, hablaba de referéndum, pero especificaba que el encaje del territorio debería tener lugar "dentro de España": "Apostamos por un referéndum pactado en el que Podemos defenderá un nuevo encaje para Cataluña en España", reza el texto.

En 2021, desde el partido de Ada Colau ya reconocían un importante rol a la mesa de diálogo, pero seguían contemplando el referéndum, hasta el punto de comprometerse a acordar "un procedimiento" que permitiese "consultar a la ciudadanía sobre el futuro político, y que regule el referéndum". También prometían "acordar una ley para establecer el procedimiento, las condiciones, las mayorías calificadas y la interpretación de cualquier consulta popular por vía de referéndum, sobre la modificación del estatus político de Cataluña y de las comunidades del Estado". Llamaban incluso a adaptar la "ley de claridad" de Canadá, que también reclamó aplicar Pere Aragonès, articulada en Canadá ante una posible secesión de Quebec que, finalmente, no se produjo. En septiembre de 2021, los comunes exteriorizaban claramente un giro, pasando a centrarse en la mesa de diálogo y apartando el referéndum, pero en las elecciones celebradas siete meses antes sí estaba incluido en su programa.

Foto: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno. (APIE)
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"Cataluña tiene que poder votar su futuro, que es un horizonte. Quizá, la diferencia con otras fuerzas es que para nosotros no es una excusa para seguir avanzando en muchas otras cosas", aseguran desde el partido de Ada Colau, donde se muestran sorprendidos por la polvareda generada. Las palabras de Vidal en rueda de prensa para presentar la candidatura, en Sabadell, no han tenido en la región el mismo eco que sí han logrado en el resto del Estado.

En Sumar, reconocen que este marco de debate les perjudica, toda vez que hoy están volcados en generar ilusión y en tapar el ruido interno de las últimas tres semanas, centrados en hablar de programa. El debate sobre Cataluña, además de que el contexto es otro radicalmente distinto, recuerda peligrosamente a las posiciones ya defendidas en el pasado, cuando Podemos era la fuerza hegemónica de la izquierda a la siniestra del Partido Socialista. El propio número dos de la vicepresidenta por Madrid, el diplomático Agustín Santos Maraver, ha publicado artículos avalando la autodeterminación, o considerando "presos políticos" a los condenados por el 1-O. Díaz quiere evitar este escenario y esos términos.

Foto: Sánchez y Aragonès, en una visita en Moncloa. (EFE/Emilio Naranjo)

Para una formación que pretende ser transversal, que apela a votantes socialdemócratas y no sólo a la izquierda al uso, y que está aliada con partidos regionalistas como Más Madrid, que no entra en debates como el catalán por pillarle lejos, volver a este marco es meterse un gol en propia portería. Íñigo Errejón, hoy diputado de Más País, estuvo entre los grandes defensores del referéndum catalán, y hasta de la consulta del 9-N de 2014, "incluso si hay medidas legales en contra". Hoy ha difuminado sus posiciones, como se intenta hacer desde Sumar. "Yolanda no le va a dar el más mínimo peso", afirma una de las formaciones alineadas con la vicepresidenta segunda. Y Díaz ha evitado dárselo hasta ahora, resistiéndose a desvelar sus posiciones durante los últimos años. Ni puede darles votos fuera de Cataluña, más bien al contrario, ni creen que esté entre las prioridades del momento político.

La purga de Díaz al independentismo

En la elaboración de las listas, Yolanda Díaz purgó al independentismo. De ahí la caída de Jaume Asens, que cierra la lista por Barcelona en estas generales. Pero la clave es ICV. Vidal viene de ese espacio político y es amiga personal de Díaz. Gerardo Pisarello y Gala Pin no son independentistas, sino partidarios de que haya una consulta pactada, algo que siempre ha estado en el programa de la izquierda en Cataluña desde 1977, con el PSUC. La clave es más personal. Gala Pin, en el pasado, incluso había cuidado de los hijos de Ada Colau. En la región, pero también en otras, son las relaciones personales lo que han marcado la elaboración de las listas. O los favores a Díaz, como colocar a Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos, como número cuatro. Un sapo difícil de tragar para el partido de Colau.

Foto: Jaume Asens, Alberto Garzón e Ione Belarra. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Sumar no tiene muy buenas perspectivas electorales en Cataluña. Más allá del número cinco de Barcelona, el exconcejal en la capital catalana Eloi Badia —también muy cercano a Colau— o el número uno por Tarragona, Fèlix Alonso, no se prevé que el resto de los candidatos consigan escaño. La previsión es que la campaña por la abstención de los independentistas y la previsible salida de la CUP del Congreso beneficien por la Ley D'Hondt, sobre todo, al PSC y al PP.

Los comunes y sus espacios políticos previos —ICV, el PSUC— siempre han recogido de una manera u otra una consulta en sus programas electorales. Se trata de una demanda siempre mantenida, pero nunca reivindicada después, ni siquiera en el Parlament. Que ahora aboguen por “ratificar un acuerdo que surja de la mesa de diálogo para solventar la cuestión del encaje de Cataluña en España”, en palabras del portavoz, Ernest Urtasun, no supone un hecho diferencial con otras campañas. La cuestión está en el momento en que ellos mismos han puesto el tema sobre la mesa, chocando con la estrategia de la vicepresidenta segunda.

La izquierda a la izquieda del PSOE ha vivido varias horas en una suerte de regreso a los años del procés. Los comunes han agrietado este jueves la estrategia de Yolanda Díaz en su campaña a las elecciones del 23-J, al afirmar que el referéndum catalán formará parte de su programa electoral. La vicepresidenta segunda quiere centrarse en "las cosas del comer", en recetas contra la inflación, frente al impacto de las subidas de las hipotecas sobre las familias, o en materia fiscal. Nadie contemplaba que la autodeterminación de Cataluña volviera a colarse en una campaña a las generales, restando foco al resto de mensajes. Por mucho que la consulta llevara en los programas políticos desde finales de los setenta.

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