Olona desconcierta a sus aliados en su vuelta a la primera línea: "No sabemos lo que quiere"

El 31 de mayo de 2022, Macarena Olona se preparaba para empezar la campaña de las elecciones andaluzas con Vox y la intención de ser vicepresidenta de la Junta con Juanma Moreno. Un año después, la alicantina, que dejó la formación ultraconservadora abruptamente, entre acusaciones de distinto pelaje, ha registrado un partido político en el Ministerio del Interior. Además del nombre, Caminando Juntos, y el logo, un zapato de tacón rojo sobre otro de color azul, poco más se sabe. Solo que tiene intención de presentarse a los comicios generales del próximo 23 de julio. El resto, especulaciones que, eso sí, han desconcertado a algunas de las personas que la han acompañado en su travesía posterior a su salida de Vox, hace poco menos de un año.

"No sabemos qué quiere, no sabemos nada", apunta un viejo aliado de Olona que ha mantenido contacto con ella en su gira posterior a la marcha del partido. Antiguo miembro de Vox, explica, en conversación con este periódico, que apoyó a la alicantina porque ha sufrido una experiencia similar. "Sabemos cómo de desagradable es cuando Vox se convierte en tu enemigo", reconoce esta fuente, que admite que las comunicaciones con Olona se han ido "disolviendo", en parte por la falta de información sobre sus proyectos.

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Ana Belén Ramos

Olona dejó el Parlamento andaluz por una enfermedad que, cuando hizo el anuncio, desconocía. Después confirmó que se trataba de un problema de tiroides que le provocó una gran pérdida de peso y al poco tiempo reapareció anunciando que iba a hacer el Camino de Santiago. Se embarcó también en un proyecto para hacer público el arte sacro andaluz y en la Fundación Igualdad Iberoamericana, una organización de lucha contra la "ideología de género". La idea cristalizó en un intento por llevar al Congreso una iniciativa legislativa popular (ILP) sobre este asunto, para lo que necesitaba 500.000 firmas, que logró y presentó en la Cámara Baja el pasado abril.

De por medio, dio una entrevista a Jordi Évole donde flirteó con hacer pública información comprometedora para sus antiguos compañeros. Solo unos meses antes, dejó abierta la puerta a volver a integrarse en Vox e incluso le pidió una reunión a Santiago Abascal para abordar esa posibilidad. Fue Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso del partido, quien dio el portazo a cualquier reconciliación. "Vox me ha señalado casi como un objetivo a batir, casi como si fuese ETA", dijo en una entrevista en El Confidencial tras su anuncio sobre la fundación. Entonces dijo también que no tenía intención de presentarse a unas generales, pero algo ha debido cambiar en estos meses.

Los virajes de Olona

En ese viaje, Olona ha dado muestras de apoyo a Yolanda Díaz, ha abrazado el carnaval de Cádiz, del que salió escaldada en su experiencia andaluza, ha vuelto a la Feria de Sevilla y ha sorprendido a propios y extraños. "Yo tengo un corazón rojo, profundamente rojo", ha dicho en una entrevista. Después, en Twitter, llegó a decir que su corazón late "por el escudo social". Pero los guiños llegan a todos los partidos. El domingo, desde Sevilla, tuiteó una foto junto a la Giralda celebrando que el cielo había amanecido "más azul que nunca". Unas horas antes, el candidato del PP, José Luis Sanz, había ganado las elecciones en la capital andaluza.

"Niña, no seas loca. Sería meterte en fuego cruzado entre los dos bloques del bipartidismo". Así reza el tuit que publicó Olona horas después de subir una foto ante el Ministerio del Interior con el documento que refleja el registro de su partido. "No sabemos si es conservador o si es progresista", apunta el excompañero de Olona, que recuerda que no cuenta con estructura territorial que la apoye y lamenta que la alicantina no diese este paso el pasado verano, después de salir de Vox. "Mucha gente que se hubiese sumado, ahora no lo va a hacer", zanja.

Olona ha dado varias conferencias en los últimos meses relacionadas con su papel como abogada del Estado, trabajo al que volvió tras salir de Vox, y sobre los recursos que lideró desde Vox contra los estados de alarma que el Gobierno activó durante la pandemia. En una de esas charlas, en Sevilla, deslizó que contaba con financiación para formar un partido político, aunque no desveló la procedencia del dinero.

Olona dijo que si volvía a la política lo haría "por Granada", pero no ha hecho guiños a la capital nazarí en el lanzamiento de su partido

También descartó entonces que pudiera presentarse en las autonómicas de la Comunidad Valenciana o en las municipales en Granada, la provincia por donde ocupó escaño en el Congreso y su principal conexión con Andalucía. También dijo allí que si volvía a la política, lo haría en algún puesto relacionado con la ciudad nazarí, pero en los mensajes crípticos que ha lanzado en las últimas horas no hay ninguna referencia al respecto ni tampoco a la dimensión territorial de su proyecto. No está claro si su intención es presentarse en todo el país o hacerlo solo en las provincias que considere propicias.

A pesar del desconcierto generado, lo que no se destila de las reacciones de Vox es temor al posible efecto que pueda tener la papeleta de Olona el próximo 23 de julio. "Fragmentar siempre es malo", apunta una fuente del partido, que cree que el proyecto de Olona no tiene una relación directa con el partido de Santiago Abascal ni ocupa el mismo espacio ideológico. "No es que se haya tirado al vacío, es que se tiró al vacío hace año y medio", abunda esta fuente de Vox, que califica de "chiste" el último giro de la carrera política de Macarena Olona.