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Macarena Olona: "Vox me ha señalado como un enemigo a batir, casi como si fuese ETA"
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ENTREVISTA

Macarena Olona: "Vox me ha señalado como un enemigo a batir, casi como si fuese ETA"

La exsecretaria general de Vox en el Congreso afila los cuchillos contra sus excompañeros, advierte de que dará "un paso al frente" si es necesario y elogia a Cayetana Álvarez de Toledo

Foto: Macarena Olona posa para El Confidencial. (O. C.)
Macarena Olona posa para El Confidencial. (O. C.)
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Macarena Olona (Alicante, 1979) quiere que se la identifique únicamente como presidenta de la Fundación Igualdad Iberoamericana, pero utiliza el "por ahora" o el "de momento" en casi todas sus afirmaciones. Nos recibe a escasos metros del Congreso de los Diputados, la que fue su casa durante algo más de tres años en las filas de Vox y a la que podría volver en unos meses. La dirigente iniciará en las próximas semanas una gira por España para lograr 500.000 firmas que lleven su Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra la "criminal ideología de género" a los salones de la Cámara Baja. Algunos perciben esta maniobra como un modo de testar apoyos de cara a una posible concurrencia electoral. Olona no dará el paso en mayo, pero no puede prometer lo mismo cuando se le pregunta por las próximas elecciones generales. Tampoco duda en afilar los cuchillos contra sus excompañeros. "Todo el daño que están intentando hacer, se les va a volver en contra".

Foto: Olona en el Palacio de Linares. (EFE)

PREGUNTA. En nueve meses podría volver a tener voz en el Congreso. ¿Ha arrancado ya la recogida de firmas para su iniciativa?

RESPUESTA. Aún no. Ahora tengo que conciliar mi actividad en Iberoamérica con la nacional. Estoy organizando la apertura de sedes de la Fundación. Además de Panamá, la próxima será en República Dominicana. También viajaré próximamente a Washington para participar en una convención sobre la familia y la vida. Todo esto hace que no pueda estar dedicada al cien por cien a España, que para mí desde luego es la prioridad. Estamos trabajando en la elaboración del equipo y en la presentación del registro de la iniciativa en el Congreso de los Diputados.

P. Dijo que designaría a coordinadores territoriales y "voluntarios" para ayudarle en su gira para conseguir apoyos. ¿En qué nombres ha pensado?

R. La primera persona que se ha sumado ha sido Ramón Quesada, que procede de Vox y formó parte de los compañeros que alumbraron el proyecto, para coordinar las acciones en Jaén. A partir de ahí continuaremos con el proceso, para llevar por el territorio nacional esta empresa tan ambiciosa. Para completarlo, es necesario contar con personas que, de forma altruista y voluntaria, creen en el proyecto. Yo me comprometo a darles voz y ser la punta de lanza, porque alguien tiene que serlo.

P. Hay quien dice que esta recogida de firmas contra la "ideología de género" es una forma de testar el apoyo que Macarena Olona tiene en la calle.

R. Sí, lo he escuchado. Se están emitiendo muchas estupideces a lo largo de estas semanas. Mi momento de hablar será cuando tenga algo que decir. Mi objetivo ahora es unir la hispanidad en una sola voz contra la ideología de género. A partir de ahí, no he podido ser más clara. El partido que estoy jugando en este momento no es político, sino de batalla ideológica. La fundación no es el germen de una intervención política, es un proyecto en el que yo soy lo menos importante. De hecho, necesito a 500.000 españoles para sacar adelante esta iniciativa. Y espero que sean muchos más.

P. ¿Concurrirá a las próximas elecciones generales?

R. Intento ser honesta. Y eso pasa por no mentir o por no comprometerme a cosas que no puedo prometer en este momento. Ahora mismo, sostengo dos cosas. Una, que este partido no es político, que es un partido de 47 contra 573, 47 millones de españoles contra los 573 millones de euros que se van a destinar este año de los Presupuestos a un Ministerio de Igualdad que cabalga a lomos del hembrismo, de una traición absoluta al feminismo tradicional, que pongo en valor y que defiendo. Pero lo que también afirmo es que los españoles lo que menos necesitan en este momento es una fragmentación del tablero político. De ahí que rechace de plano la idea de liderar un proyecto político que concurra con formaciones ya existentes en las próximas elecciones de mayo, autonómicas y municipales.

P. ¿Qué pasará después?

R. Considero que las banderas que enarbola Vox en solitario son absolutamente necesarias para España, y por lo tanto siempre estaré a disposición de los españoles para dar un paso al frente y serles útil donde ellos determinen.

"Siempre estaré a disposición de los españoles para dar un paso al frente y serles útil"

P. Ha sugerido en otras ocasiones que si Abascal fracasa en mayo, valoraría dar un paso adelante. ¿Qué consideraría una derrota?

R. No me corresponde a mí determinarlo. Lo único que me corresponde ahora es decir que mi voluntad está en servir, que tengo las manos limpias, y que desde luego voy a servir donde los españoles me consideren más útil.

P. En caso de dar un paso al frente, ¿cómo diferenciaría su proyecto del de Vox?

R. No es el momento de hacer esa reflexión. Hay voces que hablan de un Vox 2.0 o que asimilan esa escisión que pudiera surgir con lo que sucedió con Iñigo Errejón y Podemos. Pero yo no he utilizado las estructuras de un partido como subterfugio para lanzar otro proyecto. Si surgiese otra formación política que pudiese liderar, nunca sería a costa de insultar a quienes hasta ahora han sido mis compañeros y a los que considero mi familia. Estos días se están escuchando versiones que se alejan mucho de la realidad. Lo único que puedo decir es que quienes están intentando vender un relato para anteponer sus egos y sus personalismos, para destruir ad hóminem a la persona que soy e impedir mi camino, no me cabe la menor duda de que todo el daño que están intentando hacer se les va a volver en contra. Si algo he tenido claro es que el tiempo quita y pone razones. El tiempo es mi gran aliado, y me está dando la razón.

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Foto: O. C.

P. ¿Cuándo comenzó a torcerse su relación con Santiago Abascal?

R. No creo que mi relación con Santiago Abascal se haya torcido. De hecho, si me preguntas por Abascal, me mantengo en lo que he sostenido desde el primer momento desde mi salida de Vox. Solo puedo contestar con una amplia sonrisa, con un profundo agradecimiento por la oportunidad que me dio para levantar la voz estos tres años. El cariño permanece intacto, igual que mis principios y mis valores, que nunca tienen que ser modulados por actuaciones de terceros.

P. Abascal no respondió a su petición y no accedió a reunirse con usted. De hecho, su salida se comunicó en directo.

R. No me corresponde a mí juzgar eso. Hoy reflexionaba sobre cómo se echa de menos a Cayetana Álvarez de Toledo en el Congreso, cuando elevaba la voz. Era indiscutible que callaba todo el hemiciclo, especialmente la bancada azul. Todos permanecíamos en silencio. Yo nunca entraría a juzgar quién tenía razón en las circunstancias que acabaron dando lugar a la salida de Cayetana de la portavocía del PP en el Congreso, pero lo que tengo claro es que perdimos todos los españoles a quien nos hacía sentir representados, con una voz firme y valiente que denunciaba los atropellos que se estaban produciendo en los meses en que ella fue portavoz. En una historia nunca nadie tiene el 100% de la razón, y no soy yo quien tiene que juzgarlo.

P. Menciona a Cayetana Álvarez de Toledo. ¿Le ha trasladado personalmente su apoyo a su iniciativa?

R. No tengo una relación personal con ella, nunca la he tenido. Pero eso no ha sido obstáculo para que siempre haya mostrado mi admiración pública hacia ella, a pesar de las discrepancias que hayamos podido tener. Mi total reconocimiento. El cariño que estoy recibiendo es inmenso, es mucho mayor que los golpes.

"Cayetana Álvarez de Toledo nos hacía sentir representados. Siempre he mostrado mi admiración pública hacia ella"

P. ¿Deseaba presentarse a las elecciones andaluzas o fue una decisión impuesta por la cúpula del partido?

R. Conforme pasa el tiempo, y sobre todo a vista de los hechos y particularmente del cese del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, estoy más convencida de que el tiempo de mirar atrás ha pasado, y yo particularmente me niego a quedarme anclada en el pasado. Todo lo que ha sucedido hasta llegar a este punto es un camino en el que, no me cabe la menor duda, todos los podríamos haber hecho mucho mejor. Los errores que se hayan podido cometer se han aumentado exponencialmente desde el momento en que Vox me señala como el enemigo a batir. Obligan a los votantes de Vox a elegir entre papá o mamá. Si celebro una conferencia, se contraprograma con un acto con media hora de diferencia. Lo que yo ansío es que mis llamadas a la unidad vayan calando como lluvia fina, especialmente entre los que tienen en su poder acabar con esta división profunda que se está introduciendo y que, en algún momento, todos los esfuerzos se dediquen exclusivamente a defender a los españoles.

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Foto: O. C.

P. ¿Sugiere que quiere intentar colaborar con Vox en el futuro?

R. No estoy refiriéndome a nada en concreto, sino al marco general. Yo estoy centrada en mi proyecto. Mis apelaciones a la unidad son porque desde la exclusión no se puede construir un proyecto de país. Yo aspiro a esa unidad, a salir de la política de trincheras. E insto a que Vox supere esa visión que se está introduciendo de que estás conmigo o estás contra mí. No es necesario. Yo no soy el enemigo a batir. Y viendo cómo me están tratando algunos habría que añadir que tampoco soy ETA. Visto el tratamiento, casi parece que me equiparan con los mayores enemigos de España.

P. ¿Lo dice por algún hecho en concreto?

R. La campaña de acoso que estoy sufriendo, incluyendo la difusión de un audio sexual falso sobre mí o amenazas directas como "vamos a por ti, puta". Intento no perder tiempo con el pasado, salvo cuando se exceden líneas rojas inasumibles. No soy de las que se pone un paso por detrás o se marcha con la cabeza gacha y callada porque se lo ordenan. Si alguien lo ha pensado, se confunde profundamente.

P. ¿La dirección de Vox ha tenido implicación en esa campaña?

R. Me costó siete minutos averiguar la identidad de la persona que, presuntamente, está detrás de esos hechos tan graves. Me reprochan que haya denunciado este hecho cuando, durante mi etapa política, cuentas vinculadas a la izquierda me han dicho cosas mucho peores, y no lo he judicializado. Pues por supuesto que he tomado las medidas adecuadas para proteger mi integridad y mi vida. Si alguien piensa que soy de las que justifica la violencia por convicción o por el color político del que viene, se ha confundido.

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Foto: O. C.

P. ¿Quién cree que está detrás?

R. Está todo judicializado, y eso me obliga a tener reservas. Lo que quiero saber es, si después de todo lo que ha sucedido, esa persona sigue cobrando un sueldo del partido.

P. ¿Alguna vez durante su estancia en Vox sintió miedo o vivió alguna situación incómoda con algún compañero?

R. Situación incómoda para mí ha sido que una diputada de ERC se encarase a mí a escasos centímetros de mi cara mientras me llamaba fascista. Miedo pasé en Granada, durante el escrache que sufrí cuando fui a celebrar una conferencia jurídica. Entré en el cuerpo a cuerpo con los intolerantes que buscaban acallarme. Yo no tenía la condición privilegiada de llevar escolta, y fue la primera vez que sufrí puñetazos y arañazos. Me cuesta reconocerlo, pero cuando llegué al coche para volver a Madrid me eché a llorar. En Vox, con mis compañeros, lo que he sentido ha sido un profundo cariño. Como secretaria general en el Congreso nunca percibí la más mínima deslealtad ni sospecha de que se usaran malas artes. Llegué al Congreso al mismo tiempo que Vox, y junto con Iván como portavoz principal, gestamos un bebé precioso a lo largo de estos tres años.

P. ¿Mantiene algún contacto con Iván Espinosa de los Monteros?

R. Lo mantengo con muchos compañeros que ocupan puestos de responsabilidad. Pero no me voy a referir a ellos. Es momento de protegerse. Lo que les he trasladado a ellos es que, por ahora, es tiempo para la prudencia.

Macarena Olona (Alicante, 1979) quiere que se la identifique únicamente como presidenta de la Fundación Igualdad Iberoamericana, pero utiliza el "por ahora" o el "de momento" en casi todas sus afirmaciones. Nos recibe a escasos metros del Congreso de los Diputados, la que fue su casa durante algo más de tres años en las filas de Vox y a la que podría volver en unos meses. La dirigente iniciará en las próximas semanas una gira por España para lograr 500.000 firmas que lleven su Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra la "criminal ideología de género" a los salones de la Cámara Baja. Algunos perciben esta maniobra como un modo de testar apoyos de cara a una posible concurrencia electoral. Olona no dará el paso en mayo, pero no puede prometer lo mismo cuando se le pregunta por las próximas elecciones generales. Tampoco duda en afilar los cuchillos contra sus excompañeros. "Todo el daño que están intentando hacer, se les va a volver en contra".

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