Vox cree que Olona se presentará a las generales: "Beneficiará a la izquierda"

Entrevistas, conferencias, viajes... Macarena Olona avanza con paso firme hacia la configuración de un espacio que, de momento, no tiene carácter político. La exdiputada cerró la puerta a concurrir a las próximas elecciones autonómicas y municipales, pero no se atreve a vaticinar si dará o no el paso de cara a las generales. En Vox, partido en el que militaba hasta hace apenas unos meses, tienen claro que ese será su destino y trabajan ya con la idea de que el bloque de la derecha se fragmentará, hasta el punto de que ello termine "beneficiando a la izquierda".

A juicio de las fuentes consultadas, el proyecto alternativo de Olona no le proporcionará grandes resultados —a lo sumo un escaño en Madrid—, pero sí "perjudicará" las aspiraciones electorales de Abascal y de Feijóo en algunos territorios donde el voto está reñido y el último escaño depende de un puñado de papeletas. En la cúpula del partido ultraconservador entienden que la "ambición" de la alicantina "hará daño a la derecha", pero creen que esta circunstancia no la disuadirá a la hora de decidir si da un paso al frente. "Las firmas [de la ILP] servirán para legitimar su proyecto y se sentirá con autoridad para hacerlo", apuntan.

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La Casa de América de Madrid fue el escenario que escogió Macarena Olona el pasado viernes para poner alfombra roja a su propia fundación contra la "criminal ideología de género", organización que ha asentado en Panamá, pero que promete extender en España. La abogada del Estado aseguró que, si se plantease volver a la vida pública, no utilizaría la citada fundación como instrumento y que, en todo caso, esperará a las elecciones autonómicas y municipales de mayo para decidir si asume o no las riendas de un partido alternativo en la derecha.

"Si la voluntad de los españoles es que vuelva a asumir su voz representándoles en el Congreso, tendrá lugar, pero siempre y cuando mi irrupción no ponga en riesgo el necesario equilibrio que hay que mantener a la hora de conformar un Gobierno (...). Hay que esperar para conocer la voluntad del pueblo", dijo. La dirigente insistió en que su intención no era "fragmentar" el espacio político de la derecha, y denunció la "campaña de difamación" que aseguraba haber sufrido en los últimos meses de parte de sus excompañeros de partido. "El tiempo pone todo y a todos en su sitio", añadió.

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En Vox creen que se trata de una "excusa" y que, pase lo que pase en mayo, incluso aunque los de Abascal logren crecer en importantes autonomías y ayuntamientos, Olona venderá como un "fracaso" sus resultados para dar a entender que el liderazgo del partido "está agotado". Al menos en la esfera nacional, la suma de PP y Vox ha experimentado un cierto retroceso, en parte debido al frenazo de Núñez Feijóo —que ha dejado atrás su 'luna de miel' demoscópica— y la ligera recuperación de los socialistas.

Por el momento, esa inquietud que comienza a recorrer las filas de Vox no ha llegado al 13 de Génova, aunque en el PP reconocen que Macarena Olona genera cierta incertidumbre de cara al próximo ciclo electoral. Aunque el objetivo de Feijóo es armar una "mayoría suficiente" que le permita gobernar en solitario, lo cierto es que la suma con Vox se estima imprescindible para llegar a la Moncloa, y coinciden en el diagnóstico de que la posible división del voto no es un buen presagio. "Solo hay que mirar a la izquierda", alegan.

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Dirigentes de Vox aseguran estar "dolidos" por las últimas decisiones de su exdiputada, que ha denunciado públicamente la "falta de democracia interna" e incluso de "respeto" de parte de sus excompañeros de filas, una actitud que, a su parecer, podría conllevar incluso el intento de "ilegalización" del partido. "Lo más bonito en la vida es ser agradecido a quien le ha acogido a uno y le ha dado una oportunidad", defendía este martes el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, uno de los dirigentes más cercanos a Olona antes de que se produjese su salida del partido.

Futuribles aparte, Macarena Olona se ha marcado un desafío a cuyo éxito fía su retorno a la política. La dirigente, que renunció a su acta de diputada tras las elecciones andaluzas, se ha propuesto volver a la tribuna del Congreso para defender una iniciativa legislativa popular (ILP) contra la ideología de género y las políticas del Ministerio de Igualdad. Pero antes debe recabar 500.000 firmas, una tarea para la que iniciará una gira por España en los próximos meses. Olona designará a diferentes "coordinadores territoriales" para armar su proyecto y en su entorno advierten que, pese a que la cúpula de Vox cierra filas con Abascal, cuenta con el apoyo de primeras espadas del partido que podrían abrir nuevas e irreparables fisuras en la formación. El tiempo lo dirá.