"Quieren destruirme": Macarena Olona enseña a Évole los planos secretos de Vox

Si la entrevista de Jordi Évole a Macarena Olona hubiera consistido en una única pregunta —"¿Me puedes decir la hora? Sí, las cinco y 10"—, a Olona le hubieran achicharrado igualmente las redes de Vox por lucir palmito en La Sexta tras haberse pirado del partido.

Pero es que Olona, antes de lo que tarda uno en decir la hora y sentarse a ver la entrevista, ya había soltado la primera joya macarenista a Évole: dijo que Julio Anguita era uno de sus "grandes referentes políticos" y que había citado a Anguita en sus intervenciones en el Congreso a espaldas de Vox.

Desconocemos si Anguita se habrá revuelto o no en su tumba al escuchar esto, pero los guiños comunistas de Olona son psicodelia pura.

TE PUEDE INTERESAR

Vox evita confrontar con Olona tras sus acusaciones: "Évole es quien monta el espectáculo"

I. S. Calleja

Es decir, el encuentro televisivo Olona/Évole tenía morbo de por sí, Olona no necesitaba hacer mucho para que se liara, pero insinuó bastante sobre Vox, y se va a liar más aún.

Sobre todo en la primera parte de la entrevista, en la que se despachó contra su expartido.

En la segunda, Évole le buscó las cosquillas con resultados desiguales (el periodista, criticado a su izquierda por dar voz a Olona, no podía dejarla irse de rositas, pero fue más fructífero dejar hablar a Olona que apretarla).

"Yo no vengo con miedo a este programa", dijo Olona. "Yo sí", contestó Évole. Bienvenidos al duelo de titanes.

Puesta en escena

Jean-Luc Godard y Andrés Pajares estarían de acuerdo al menos en una cosa: la puesta en escena es importante.

La puesta en escena de la entrevista a Olona tuvo dos ejes.

"El sistema ha abandonado al pueblo y Vox ya es parte del sistema"

1) Los primeros planos del rostro de Olona, cual diva del Hollywood clásico atrapada en un melodrama político desgarrador; planos fijos tensionados por los largos y teatrales silencios de Olona.

2) La entrevista se hizo en una habitación negra con espejos. Juego de identidades y espejos. O la Macarena más fragmentada, escindida y en búsqueda de identidad. ¿Dinamitar Vox o pescar en sus caladeros? ¿Guiños progresistas o festival carpetovetónico? Olona y los espejos. Olona es un thriller de Brian De Palma en el que una mujer morena se disfraza de rubia y revienta un mundo de señoros confusos.

Una película de Brian De Palma, eso sí, en la que irrumpiera de pronto Bud Spencer metiendo tremendos mamporros (a Vox). Segundos fuera…

Los mamporros

El dilema de Olona es que, para constituirse en alternativa a Vox, le vendría bien un Vox débil, pero debe medir sus golpes, atraer al votante de Vox sin cabrearle. Equilibrios complicados sin que te acusen de hacer el juego al PP.

Al mismo tiempo, como el entorno de Vox la ataca con saña, debe defenderse.

Olona, en definitiva, atizó y tendió la mano a Vox al mismo tiempo. Dijo que no acusaba a nadie de nada, pero sugirió turbiedades por un tubo:

1) En tono grave, Olona difundió presuntas irregularidades en la financiación de Vox vía Fundación Disenso. Olona, por tanto, puso el foco en un lugar más corrosivo que cualquier crítica ideológica. La entrevista de Olona a Évole se grabó hace unos días; ayer, El País publicó que Vox estaría desviando dinero a Disenso en beneficio de una camarilla. Aquí hay tomate.

TE PUEDE INTERESAR

¿Qué es la Fundación Disenso, presidida por Santiago Abascal?

El Confidencial

2) Existencia de un ejército de troles nazis dinamizados por colaboradores de Vox para atacar a los disidentes en redes. "No digo que Vox sea nazi, pero sí algunos en su entorno", espetó Olona, que ha judicializado el asunto.

3) Insinuaciones de que el alto mando de Vox estaría infiltrado por la fantasmagórica secta ultra del Yunque (algo que Federico Jiménez Losantos ha denunciado con vehemencia). En palabras de Olona: "Cuanto más subía en Vox, más niebla veía (...) Abascal no es libre (...) Algunas decisiones en Vox se toman fuera de Vox (...) Espinosa de los Monteros me ha negado que sea del Yunque".

En resumen: Olona le hizo un buen traje a Vox.

TE PUEDE INTERESAR

"Olona puede cargarse Vox": el verano aciago de Abascal que acabó en divorcio

Carlos Prieto

Jurado y Olona

Como no podía ser menos, también hubo grandes hits de la Olona más racial y rociojuradista:

"Me fui de Vox porque querían apagar mi voz".

"Estoy sufriendo una campaña feroz por miedo a lo que pueda representar".

TE PUEDE INTERESAR

¿Qué es el chat de Telegram Españabola, parte del 'team facha' en internet?

El Confidencial

"Quieren destruirme, pero si me destruyen, destruirán la ilusión de muchos votantes de Vox".

"Los que creen que no se puede salir del partido del macho alfa sin pedir permiso se equivocan".

Con el turbo puesto, Olona lanzó amenazas veladas a Vox si siguen acosándola: "Es poco inteligente atacar a quien tiene los planos del edificio".

"Es poco inteligente atacar a quien tiene los planos del edificio"

Lanzó recaditos a su archienemigo interno: "Ortega Smith no es el más inteligente".

Y parió un eslogan de rompe y rasga para una futura campaña: "El sistema ha abandonado al pueblo y Vox ya es parte del sistema".

Évole se desgañitó para lograr que Olona calificara de "golpe de Estado" lo de Franco en el 36, y en una potente subtrama enterrada, Olona habló de la adicción a la cocaína de su padre y de su juventud convulsa.

Por último, Évole se jugó una cena a que Macarena se presentará a las generales; fue casi la única vez que Olona no entró al trapo. El resto: denso y con metralla.