Vox apuesta en Andalucía por líderes locales para las municipales tras el fiasco de Olona

Vox ha escarmentado en Andalucía después del experimento fallido de Macarena Olona en las elecciones andaluzas del pasado junio. De momento, no hay un desembarco de figuras del ámbito nacional en las candidaturas que se van haciendo públicas para las municipales del 28 de mayo. La Comisión Ejecutiva Nacional ha confirmado ya los nombres de los aspirantes en Sevilla, Cádiz, Granada y Almería, y en los cuatro casos se trata de dirigentes locales y con experiencia como ediles en los ayuntamientos a los que optarán en la mayoría de los casos.

La formación de Santiago Abascal va desvelando con cuentagotas los nombres de sus candidatos para el 28-M en todo el país. En Andalucía, la comunidad donde Vox irrumpió en las instituciones en 2018, no hay rastro del desembarco de diputados en el Congreso, que sí se ve en Orihuela, Murcia, Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad Real y Toledo. En la capital castellanomanchega se presentará Inés Cañizares, que es quien ha recogido gran parte del protagonismo que tenía Macarena Olona como secretaria general del grupo de Vox en la Cámara Baja.

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Es cierto que no fue Olona quien inauguró esta práctica de apostar por primeros espadas nacionales para conquistar plazas locales o autonómicas. Ese papel se lo quedó Javier Ortega Smith, que ya se presentó al Ayuntamiento de Madrid en 2019 y lo volverá a intentar en 2023 a pesar de que fue defenestrado de la secretaría general del partido tras la crisis provocada por el resultado de las andaluzas y la marcha de Olona. La alicantina mantuvo durante varias semanas la incertidumbre sobre la posibilidad de que intentase presentarse en las municipales en Granada, provincia donde se presentó a las autonómicas de junio después de ser elegida diputada en dicho territorio como cunera.

Lo que se atisba en Andalucía hace pensar que el fracaso de la alicantina en su intento por llegar a la Junta ha sido un aprendizaje en Vox. Una de las críticas que recibió la exdirigente es su escaso conocimiento de la realidad del territorio en que se presentaba. Eso no se podrá achacar a los cuatro candidatos ya refrendados para la comunidad más poblada de España. En Sevilla, Almería y Granada, son los actuales portavoces en sus respectivos consistorios, mientras que en el caso de Cádiz se trata del líder orgánico del partido a nivel municipal, Francisco Martín.

Tres de los candidatos son portavoces en el ayuntamiento (Sevilla, Almería y Granada) y el cuarto es el líder orgánico del partido (Cádiz)

Solo la candidata de la capital hispalense, Cristina Peláez, repite como candidata respecto a los comicios de 2019. En Almería, será Juan Francisco Rojas, que también es portavoz de Vox en la Diputación, mientras que en Granada será Beatriz Sánchez Agustino. Esta ingeniera sustituyó a Onofre Miralles, que se presentó hace cuatro años, pero dejó el ayuntamiento de la capital nazarí camino del Congreso de los Diputados. Fue él quien sustituyó a Olona cuando la abogada del Estado dejó la Cámara para ser candidata, ya que el escaño en el Congreso es incompatible con el del Parlamento de Andalucía.

El resto de candidaturas se irá conociendo en las próximas semanas, puesto que es el Comité Ejecutivo Nacional quien debe tomar la decisión. La cúpula que dirige Abascal decide teniendo en cuenta la opinión de las direcciones provinciales, que, según fuentes de la formación, han ido enviando sus preferencias en las semanas previas. Estas mismas fuentes explican la tardanza en dar a conocer los nombres de los candidatos en la necesidad de adaptación del nuevo organigrama creado tras la salida de Ortega Smith. A la incorporación de Ignacio Garriga como secretario general hay que sumar el cambio en la vicesecretaría de Organización, donde Tomás Fernández, hombre de confianza de Ortega Smith, fue sustituido por la diputada María Ruiz. Es justo ese equipo, que controla el timón desde hace relativamente poco tiempo, el responsable de dirigir la elección de candidatos municipales.

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Hay que tener en cuenta que la implantación de Vox en 2019 no le permitió presentarse en todos los municipios de Andalucía, a pesar de que el recorrido de la formación de Santiago Abascal comenzó precisamente en este territorio. En las municipales de aquel año, Vox fue la quinta fuerza más votada, pero con solo 125.000 votos. Esta cantidad es mucho menor que la que lograron en las autonómicas de diciembre de 2018, con casi 400.000 sufragios, y las dos generales que se celebraron en abril y noviembre, cuando cosecharon 600.000 y 800.000 apoyos respectivamente. De hecho, Vox no cuenta con ningún alcalde en Andalucía a pesar de que ganó las elecciones en la localidad almeriense de El Ejido (donde gobierna el PP) y quedó segundo en hasta ocho localidades, seis en Almería, una en Granada y otra en Sevilla.

Vox está todavía en un proceso de adaptación a su nueva realidad en Andalucía después de ser socio prioritario del primer Gobierno de Juanma Moreno. Los 12 escaños que logró en 2018 en el Parlamento de Andalucía fueron la llave para que el popular pudiera ser elegido presidente de la Junta, el primero no socialista de la comunidad. Los 58 escaños que el PP logró el pasado 19 de junio y el escaso crecimiento que Vox alcanzó (dos escaños más) en relación con sus expectativas provocaron una suerte de trauma en el partido, agravado por la marcha de Olona. Ahora, su estilo de oposición pasa por una fórmula más benevolente con el jefe del Ejecutivo andaluz, a quien lanzan gestos que pongan los primeros ladrillos de una alianza con el PP que se extienda a Madrid para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa.