Feijóo tensa a los candidatos del PP con su promesa de gobernar solo si gana el 28-M

Alberto Núñez Feijóo tiene grabada a fuego una propuesta, a la que ha puesto su sello personal, y que defiende siempre que tiene ocasión: la convicción de dejar que gobierne la lista más votada, sea o no el PP, siempre que el PSOE acepte las mismas condiciones. Pero el líder popular dio este jueves un paso más y verbalizó un compromiso que puede traerle problemas con sus candidatos. "Nosotros no vamos a gobernar perdiendo. Nosotros solo vamos a gobernar ganando", lanzó. La frase la pronunció en la inauguración de la campaña electoral en Valencia y deja un gran interrogante: ¿rechazará el PP formar Gobierno si queda en segundo lugar tras el PSOE, pero suma con Vox?

La respuesta es clara para los candidatos populares que, según las encuestas, pueden encontrarse en esta situación la misma noche electoral. Los líderes territoriales apoyan el fondo de la propuesta de Feijóo sobre la lista más votada, pero creen que nació muerta porque el PSOE rechazó el pacto desde el primer minuto. En algunas baronías populares se respira, como mínimo, cierta incomodidad por el hecho de que el presidente haya convertido esa bandera en promesa electoral, en parte para marcar distancias con Vox. Se da la circunstancia de que muchos candidatos del PP solo gobernarán con el apoyo del partido de Santiago Abascal, incluso aunque se consiga frenar su entrada en ejecutivos autonómicos y locales. Y también están dispuestos a buscar esa suma aunque el PP no sea primera fuerza.

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Diferentes voces populares coinciden en la idea de que si Feijóo "persiste" en ese argumento, podría abrir un enfrentamiento con sus principales barones. "Si va en serio, es una apuesta muy fuerte. Y va a encontrar resistencia interna", analizan. Entienden que entregar ayuntamientos y comunidades al PSOE sin que los socialistas hagan lo mismo en los casos donde los populares se impongan como primera fuerza no es una opción que pueda considerarse. De ahí la polvareda que ha levantado la determinación de Feijóo a la hora de aseverar que el PP gobernará solo donde gane las elecciones.

No sería el caso de Carlos Mazón, al que todas las encuestas sitúan como ganador de las elecciones en la Comunidad Valenciana, aunque los sondeos dan opciones a la izquierda para reeditar el Botànic. Pero sí afectaría a regiones donde la demoscopia —aunque con un margen ajustado— sigue situando al PSOE como ganador electoral, como Extremadura, Castilla-La Mancha o Aragón. Sucede lo mismo en ayuntamientos clave, como Sevilla o Valladolid.

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Sin ir más lejos, la candidata extremeña, María Guardiola, ya avanzó públicamente que no dejaría gobernar a Guillermo Fernández Vara en caso de que la lista del barón socialista se convierta en la más votada el 28-M sin mayoría suficiente. En otras palabras: el PP no se abstendría en una hipotética investidura para dejar gobernar al actual presidente autonómico.

Es la misma tesis que manejan en Castilla-La Mancha, donde el popular Paco Núñez sigue peleando por arrebatar al PSOE de Emiliano García-Page uno de sus principales feudos, aunque de nuevo necesitaría el respaldo de Vox. Y en Aragón podría producirse también el mismo escenario. Jorge Azcón despunta levemente en las encuestas por encima del socialista Lambán, pero con escaso margen. Una encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial avanzaba un empate técnico entre PSOE y PP, y entregaba la llave de gobierno a Teruel Existe.

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Feijóo trazó su propuesta de dar paso a la lista más votada casi desde el momento en que aterrizó en Génova, hace hoy más de un año. Y la idea nunca ha desaparecido de su discurso político. El líder popular nunca consensuó esta idea con las organizaciones territoriales del partido, y la dirección nacional asumió con naturalidad que no era precisamente una iniciativa que se viese con buenos ojos en algunas delegaciones autonómicas y locales. "Feijóo es un político de convicciones firmes", justificaban en su entorno hace meses.

Bajo este parámetro, muchos ejecutivos actualmente gobernados por los populares se habrían perdido por el camino, empezando por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, o el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que accedió a su primera legislatura al frente de Andalucía gracias a un pacto con Ciudadanos y Vox. Tampoco Isabel Díaz Ayuso habría gobernado la Comunidad de Madrid en 2019 si hubiese respetado a la primera fuerza, que fue el PSOE.

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Con todo, Feijóo volverá a insistir en esta idea en las dos semanas que restan hasta la apertura de urnas, y mantendrá su oferta al PSOE incluso la misma noche electoral. El dirigente se compromete, además, a impulsar una reforma de la ley electoral para fijar una prima de escaños al partido ganador, al menos en el ámbito local, si logra llegar a la Moncloa. Fuentes del comité de dirección de Génova quitan hierro al compromiso que este jueves defendió Feijóo en Valencia, y aseguran que solo es viable si los socialistas adoptan el mismo compromiso para escorar a sus respectivos extremos políticos. "No opera si no estamos todos de acuerdo, como hemos hecho siempre", defienden en la cúpula nacional.