Barones del PSOE apelarán a Feijóo para que les deje gobernar si son la lista más votada

En los equipos de campaña ha calado la idea de que la última semana es decisiva para movilizar el voto de los indecisos. Las encuestas de cara a las municipales y autonómicas del 28 de mayo siguen muy ajustadas en varias comunidades. El PP tiene, según sus sondeos internos, opciones claras en los feudos socialistas, aunque la situación en cada uno de ellos es muy diferente. Paradójicamente, hay más opciones de gobernar en aquellas donde ganar se hace difícil. Es el caso de Extremadura y Castilla-La Mancha.

Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara serán los vencedores de la noche electoral si aciertan las encuestas publicadas, pero uno y otro podrían perder la presidencia si el PP pacta con Vox para que apoye a sus candidatos en las investiduras. Es aquí donde los barones socialistas jugarían la carta de Alberto Núñez Feijóo, según ha podido saber El Confidencial. Ambos apelarían al compromiso del presidente del PP de dejar gobernar a la lista más votada.

Tanto a Fernández Vara como a García-Page se les considera representantes del 'viejo PSOE', con el que Feijóo ha dicho que sería posible pactar

El argumento va más allá, según fuentes socialistas. Tanto a Fernández Vara como a García-Page, especialmente a este último, se les considera representantes del viejo PSOE, con el que Feijóo ha dicho que sería posible pactar. Ambos han sido críticos con las concesiones al independentismo por parte de Pedro Sánchez. El extremeño ha venido moderando su disidencia del sanchismo —de hecho, tiene cargo orgánico en Ferraz—, pero defiende abiertamente una vuelta al bipartidismo.

A la hora de incoar la "coherencia" del gallego, se pondría en valor la condición de "hombres de Estado" de estos barones. Desde el socialismo, hacen hincapié en que el líder del PP siempre ha defendido que está dispuesto a llegar a consensos con el "otro PSOE", insisten los defensores de esta tesis.

Incluso sumando con Podemos, Fernández Vara apuesta por acudir a la investidura con "las manos libres". Si no logra la mayoría absoluta, tendrá que valerse de la media docena de diputados que los sondeos dan a los morados, pero desde su equipo señalan que quiere evitar presentarse en la Asamblea con un Gobierno de coalición ya cerrado. El extremeño quiere gobernar en solitario sin tener que meter en su Ejecutivo a los de Ione Belarra. Buscar apoyos parlamentarios tanto con la candidata popular, María Guardiola, como con la de Podemos, Irene de Miguel.

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Aquí puede tener un choque con la Moncloa, dado que a Sánchez le interesa que se cierre una coalición con los morados como antesala a las generales. El presidente reivindicará el éxito de este modelo de gobierno y los "logros sociales" conseguidos frente a la derecha que encarnan el PP y Vox. Será determinante también lo que ocurra en la Comunidad Valenciana. Si el pacto del Botànic no se puede reeditar y los populares se hacen con la Generalitat, subirá la presión desde Madrid para que Fernández Vara selle un acuerdo con Podemos.

En el caso de Castilla-La Mancha, si el PSOE no reedita la mayoría absoluta, la suma entre PP y Vox le arrebataría la presidencia. García-Page ha manifestado en las últimas horas que el empate que reflejan algunas encuestas no es real. El azote de Sánchez en el partido confía en que repetirá el resultado de los pasados comicios. Si se queda a un diputado o dos, lanzará el órdago a Feijóo para que "sea coherente" y le dé sus votos en la investidura.

A partir del 28-M, con los resultados en la mano, se verán las diferentes opciones en cada territorio autonómico

El PSOE pondrá la presión en Génova a sabiendas de que ha sido Sánchez el que reiteradamente ha rechazado un acuerdo para dejar gobernar al partido con más votos. La trampa estará en diferenciar entre PSOE y sanchismo, como, enfatizan desde el equipo de García-Page, ha hecho el líder del PP. Para apuntalar la estrategia, tiran del ejemplo del candidato del PP en Aragón, Jorge Azcón, que ya ha anunciado que facilitará la investidura de Javier Lambán si es la formación más votada.

Desde el PP, han dejado claro que la oferta de dejar gobernar al partido que logre más sufragios solo tiene vigencia si se cierra un acuerdo global para ayuntamientos, comunidades y diputaciones entre populares y socialistas. Es cierto que desde algunos sectores del partido se ha señalado que no sería bueno repetir coaliciones con Vox como la de Castilla y León, dado que lastrarían el mensaje de centro con el que Feijóo quiere llegar a la Moncloa.

En Génova, la consigna sigue siendo que en estos momentos trabajan para lograr una mayoría suficiente que permita al PP gobiernos en solitario. A partir del 28-M, con los resultados en la mano, se verán las diferentes opciones en cada territorio. Hasta ese momento, se harán equilibrios para dejar en el aire si habrá acuerdos con los de Santiago Abascal. Los populares recuerdan que el PSOE ha dado normalidad a socios como Bildu, pero también reconocen en privado que Vox es la última opción. Los barones del PSOE jugarán todas sus cartas.