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El Gobierno se resiste a entregar la carta de Sánchez a Mohamed VI: "No se necesita"
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Continúan las trabas para ver la misiva

El Gobierno se resiste a entregar la carta de Sánchez a Mohamed VI: "No se necesita"

Un diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, que en su día pidió en vano la misiva al Ejecutivo, pregunta en el Congreso “qué problemas hay para hacerla pública”, después de un año

Foto: Pedro Sánchez con Mohamed VI en la reunión que tuvieron en abril de 2022. (EFE/Mariscal)
Pedro Sánchez con Mohamed VI en la reunión que tuvieron en abril de 2022. (EFE/Mariscal)

La carta que el presidente Pedro Sánchez envió, el 14 de marzo de 2022, al rey Mohamed VI de Marruecos sigue siendo el secreto mejor guardado, al menos en su versión original. En ella, el jefe del Gobierno se alineó por escrito con la solución que propugna Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Rabat ofrece una autonomía a la antigua colonia española que permitiría sortear el referéndum de autodeterminación que sigue siendo la solución por la que, en teoría, apuesta Naciones Unidas.

Diputados de grupos parlamentarios afines a la coalición de Gobierno solicitaron informalmente, a lo largo de estos últimos meses, la carta al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Este les respondió que se la haría llegar en breve, pero nunca la recibieron.

Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, optó, el 23 de marzo, por preguntar al Gobierno qué problemas tenía para hacerla pública. El Ejecutivo le acaba de contestar, el lunes, que para estar al corriente de la relación España-Marruecos no necesita conocer el contenido de la misiva de Sánchez.

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)

“Todo lo relativo a las relaciones entre España y Marruecos está recogido en la Declaración Conjunta hispano-marroquí de 7 de abril de 2022 [fecha de la cena de Sánchez con Mohamed VI en Rabat] y la Declaración Conjunta adoptada en el marco de la Reunión de Alto Nivel celebrada en Rabat los pasados días 1 y 2 de febrero de 2023”, respondió el Ejecutivo a Iñarritu.

La mayoría del Gobierno de España, la clase política y la opinión pública supieron de la existencia de esa carta a través de un comunicado de la Casa Real de Marruecos del 18 de marzo del año pasado. El comunicado, redactado primero en francés, recogía algunas frases escritas por Sánchez. Cinco días después, el Ejecutivo filtró al diario El País una versión “traducida y con errores” de la carta, según Iñarritu. No parecía ser el documento original.

El texto publicado por ese diario estaba mal escrito en español, salpicado de galicismos y el cargo de ministro de Asuntos Exteriores no se correspondía con su actual denominación. Eso hizo sospechar que el ministro Albares no lo había visto antes de que fuese enviado a Pointe-Denis (Gabón), donde estaba entonces el monarca de vacaciones, porque lo hubiese corregido.

Foto: Pedro Sánchez y Mohamed VI. (EFE/Ballesteros)

El del diputado Iñarritu es el segundo intento, esta primavera, para forzar el Gobierno a dar a conocer la misteriosa misiva de Sánchez. El primero lo protagonizó el diario El Debate, que trató de obtenerla recurriendo el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, un organismo oficial creado hace una década.

Este promulgó el mes pasado una resolución de siete páginas, firmada por su presidente, José Luis Álvarez, en la que obligaba al Ministerio de Asuntos Exteriores a remitir al periódico tres documentos: “Copia del original de la carta remitida en francés tal cual fue enviada y fecha de la remisión; copia de la transcripción realizada al español de la misma; copia del documento por el cual se produjo la remisión de dicha carta al periódico El País y en qué fecha se produjo”.

Como Exteriores no contestaba, el Consejo de Transparencia dio, el 25 de abril, amparo a El Debate con una segunda resolución, según informó el propio diario. En ella pedía que la primera se cumpliese “de forma inmediata”. Más de dos semanas después sigue sin cumplirse.

Foto: Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa desde Rabat. (EFE/Archivo/Mariscal)

A diferencia de la mayoría de los países democráticos de Europa, la ley de transparencia española, aprobada cuando Mariano Rajoy encabezaba el Gobierno, carece de régimen sancionador. Si alguna institución española comete un acto antijurídico, desobedeciendo al Consejo, no tiene ninguna consecuencia jurídica. A un medio como El Debate solo le queda, para obtener los documentos solicitados, la vía del contencioso-administrativo que es costosa y larga. Hay democracias consolidadas en la que las sanciones, que suelen ser multas, no solo se aplican a la institución que desobedece, sino directamente a sus gestores. El Gobierno de Sánchez no ha querido mejorar la deficiente ley española.

El diputado Jon Iñarritu obtuvo esta semana una segunda respuesta sorprendente a otra pregunta al Ejecutivo, esta vez sobre el Mundial de 2030. Cuando quedó claro que Ucrania no se podía incorporar a la candidatura de España y Portugal, la diplomacia española se movilizó para que fuese sustituida por Marruecos.

Madrid y Lisboa dejaron incluso el privilegio al rey Mohamed VI de anunciar, el 14 de marzo, la candidatura conjunta con motivo del premio que le fue entregado por la Confederación Africana de Fútbol en Kigali (Ruanda). Como el monarca no efectúa viajes de trabajo al extranjero, fue su ministro de Educación y Deportes, Chakib Benmoussa, el que hizo ese anuncio en un discurso, eso sí, pronunciado en nombre del rey. Allí recogió el premio en nombre del soberano alauí.

La carta que el presidente Pedro Sánchez envió, el 14 de marzo de 2022, al rey Mohamed VI de Marruecos sigue siendo el secreto mejor guardado, al menos en su versión original. En ella, el jefe del Gobierno se alineó por escrito con la solución que propugna Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Rabat ofrece una autonomía a la antigua colonia española que permitiría sortear el referéndum de autodeterminación que sigue siendo la solución por la que, en teoría, apuesta Naciones Unidas.

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