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Pedro Sánchez quiere el Mundial con Marruecos para afianzar la relación bilateral y evitar sustos en el futuro
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Queda la duda de Ucrania

Pedro Sánchez quiere el Mundial con Marruecos para afianzar la relación bilateral y evitar sustos en el futuro

Si España, Portugal y su vecino del sur son designados para organizar el Mundial 2030, Rabat intentará celebrar partidos en el Sáhara Occidental

Foto: Aziz Akhannouch y Pedro Sánchez, en una imagen reciente. (EFE/EPA/Jalal Morchidi)
Aziz Akhannouch y Pedro Sánchez, en una imagen reciente. (EFE/EPA/Jalal Morchidi)

Amarrar a Marruecos por todos los medios a España para que no vuelva a darle sustos, desencadenando crisis como la del islote de Perejil en 2002 o la que le tocó padecer al Gobierno de Pedro Sánchez a partir de diciembre de 2020. Esta es la filosofía que inspira la iniciativa del jefe del Gobierno español de incorporar a Marruecos a la candidatura hispano-lusa para la Copa del Mundo de Fútbol en 2030.

Es, en el fondo, una versión actualizada de la teoría del colchón de intereses elaborada por el diplomático Jorge Dezcallar, cuando en los años noventa era director general de África en el Ministerio de Asuntos Exteriores, y puesta en práctica por el Gobierno de Felipe González. Consistía en que los dos vecinos tuvieran tantos intereses en común, sobre todo económicos, que el del sur resultase muy perjudicado si provocaba tensiones con el del norte.

El plan funcionó en su vertiente comercial, no en lo concerniente a las inversiones. España se convirtió oficialmente en 2012 en el primer socio comercial de Marruecos, por delante Francia, pero aun así la monarquía alauí continuó recurriendo a la inmigración irregular, a la suspensión de la cooperación antiterrorista (verano de 2014) o a llamar a consultas a su embajadora para arrancar concesiones a los sucesivos gobiernos españoles.

Foto: El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, durante un acto. (EFE/Juanjo Martín)

La sanción impuesta a Andriy Pavelko, presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol, por presunta corrupción, incitó al presidente Sánchez a reactivar un viejo proyecto que ya esbozó en noviembre de 2018, cuando, por primera vez, viajó a Rabat y fue recibido por Mohamed VI: sustituir a Marruecos por Ucrania en la candidatura futbolística tripartita. España y Portugal acordaron el mes pasado ofrecer al vecino común incorporarse a su candidatura para reemplazar a Ucrania.

Considerada, al principio de la invasión rusa de Ucrania, como algo hostil al país agredido, la diplomacia marroquí ha ido evolucionando. En marzo del año pasado, su embajador en Naciones Unidas, Omar Hilale, se ausentó para no tener que pronunciarse en dos votaciones de condena a Rusia en la Asamblea General. El 12 de octubre pasado, ya sí votó la condena de la anexión, decretada por Vladímir Putin, de parte del territorio ucraniano. El 24 de febrero volvió a alinearse con los países occidentales en su rechazo a la invasión.

Pedro Sánchez y su homólogo portugués, el socialista António Costa, pactaron incluso dejar a Mohamed VI el privilegio de hacer el anuncio de la candidatura común. El monarca lleva desde el 25 de diciembre en su residencia playera de Pointe-Denis, en Gabón, y no tenía previsto pronunciar ningún discurso antes de finales de julio.

placeholder Maqueta del futuro estadio de Dajla (antigua Villa-Cisneros), en el Sáhara Occidental.
Maqueta del futuro estadio de Dajla (antigua Villa-Cisneros), en el Sáhara Occidental.

La Confederación Africana de Fútbol concedió al soberano alauí un premio de excelencia. Envió a recogerlo a Kigali (Ruanda) a su ministro de Educación, Chakib Benmoussa, y este hizo allí, el 14 de marzo, una alocución en que anunció la buena nueva de la candidatura tripartita. Esta deberá competir con las que presentan Grecia, Egipto y Arabia Saudí, por un lado, y Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, por otro. La FIFA anunciará su veredicto el año próximo.

Las autoridades marroquíes consideran que cuentan con grandes estadios, susceptibles de acoger partidos del Mundial, en Tánger, Rabat, Casablanca, Marrakech y Agadir. Todas estas ciudades disponen de numerosos hoteles, pero en la última falla el transporte. El primer tren de alta velocidad de África fue inaugurado en 2018 entre Tánger y Casablanca, pero la vía férrea, ni siquiera la convencional, no llega a Agadir (450.000 habitantes), la gran ciudad del sur del país.

Marruecos, que también aspira a acoger en 2025 la Copa Africana de Naciones (CAN), está además erigiendo un gran estadio en Dajla, la antigua Villa-Cisneros cuando España colonizaba el Sáhara Occidental. Con tal propósito, la Real Federación Marroquí de Fútbol, el Ministerio de la Juventud y de los Deportes y la región administrativa a la que pertenece la ciudad firmaron un acuerdo para construirlo con un presupuesto inicial de 20 millones de euros. Abdou Lahlou, quizás el más conocido de los arquitectos marroquíes, ha recibido el encargo de diseñarlo.

placeholder Portada del semanario 'Maroc-Hebdo' anunciando la candidatura conjunta.
Portada del semanario 'Maroc-Hebdo' anunciando la candidatura conjunta.

A ojos de Naciones Unidas, el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización y celebrar en Dajla partidos de fútbol internacionales es ilegal. No está claro que si finalmente Marruecos acoge la Copa Africana de Naciones y más tarde el Mundial, logre su propósito de organizar allí algunas competiciones para intentar así forzar poco a poco el reconocimiento de su soberanía sobre ese territorio en disputa.

El presidente Sánchez se alineó, en su carta a Mohamed VI del 14 de marzo de 2022, con la solución que propugna Marruecos —ofrecer una autonomía al territorio— para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, que Rabat se disputa con el Frente Polisario. Ahora, el Gobierno español está dispuesto a dar un pequeño paso más en su apoyo a las tesis marroquíes, abriendo en El Aaiún, la capital del Sáhara, una extensión del Instituto Cervantes que dependería de Rabat, su sede central para Marruecos. El Ejecutivo anunció esa inauguración a principios de mes en una respuesta parlamentaria al senador Fernando Clavijo, de Coalición Canaria.

Si la FIFA se inclina finalmente por la candidatura tripartita anunciada el 14 de marzo, ello supondrá un quebradero de cabeza para los ministerios de Interior de España y Portugal. Numerosos marroquíes solicitarán visados Schengen para poder asistir a los partidos de su selección que se jueguen en la península Ibérica y no es seguro que todos quieran después regresar a su país.

Amarrar a Marruecos por todos los medios a España para que no vuelva a darle sustos, desencadenando crisis como la del islote de Perejil en 2002 o la que le tocó padecer al Gobierno de Pedro Sánchez a partir de diciembre de 2020. Esta es la filosofía que inspira la iniciativa del jefe del Gobierno español de incorporar a Marruecos a la candidatura hispano-lusa para la Copa del Mundo de Fútbol en 2030.

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