Sánchez silencia la salida de Laya que exigió Marruecos y exhibe el freno del flujo migratorio

El Congreso ha exigido al jefe del Ejecutivo este miércoles una aclaración al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, sobre la información adelantada en exclusiva por El Confidencial que avanza que el cese de la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se produjo tan solo una semana después de que las autoridades de Marruecos exigiesen al Gobierno su salida el 2 de julio de 2021 como gesto de buena voluntad de parte de España. "Señor Sánchez, estamos hablando de la soberanía de nuestro país. ¿Cesó a la ministra Laya por petición de Marruecos?", lanzó primero Cuca Gamarra, cuyo testigo recogió minutos después Santiago Abascal. "¿Marruecos quita y pone ministros en España?", cuestionó el líder de Vox.

En la misma línea se pronunció el representante de EH Bildu, Jon Iñarritu, para quien queda patente la capacidad de Marruecos de "quitar y poner ministros en España". El portavoz del PNV, Aitor Esteban, presagió que "algún día sabremos lo que pasó con Marruecos" y llamó la atención sobre el aumento de la presencia en España de las “redes de inteligencia marroquíes”. Sánchez evitó responderles a todos ellos sobre esta cuestión. Ni una mención en la casi hora y media de intervención que dedicó a contestar a los grupos es su primera réplica.

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El presidente del Gobierno esquivó la pregunta que sobrevoló este mañana en el Congreso por parte de diferentes grupos parlamentarios y optó por silenciar la salida de Laya. Frente a ello, exhibió los datos sobre el descenso de inmigración irregular proveniente de este país desde que se cerró la crisis diplomática. Un 78% menos en Ceuta y Melilla y un 63% menos en Canarias, que comparó con el aumento en la ruta griega del 95% y del 300% en la italiana. Tampoco sobre el giro en el Sáhara quiso profundizar Sánchez, más allá de responderle sobre ello solo a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, defendiendo que otros once países europeos mantienen una “posición muy semejante” a la española.

Ante el silenciamiento de Sánchez, evitando confirmar o desmentir su entrega a Marruecos de la cabeza de la exministra, la portavoz de Ciudadanos aprovechó su contrarréplica en el debate para reprochárselo. “¿De verdad que se va a ir de aquí sin desmentir que no cesó a la ministra porque fuera una exigencia de Marruecos, dejando esa duda razonable? Si el CNI ha confirmado que se produjo esa reunión, dijo hasta el lugar y la hora, ¿y usted se piensa ir de una comparecencia sobre Marruecos sin decir que esto es verdad?”, se quejó Arrimadas desde la tribuna.

Arrimadas: "¿Se piensa ir de una comparecencia sobre Marruecos sin decir que esto es verdad?"

El portavoz de Exteriores de Bildu, también censuró el silencio de Sánchez. "No nos ha contestado. No ha dicho, de momento, nada relativo al escándalo del día, que es que Marruecos fue quien le solicitó el cese de la exministra". "No se puede escaquear, tiene que dar una aclaración", insistió para argumentar que esto sería beneficioso para el propio Sánchez para evitar que se le acuse de no querer hacer mención de "un asunto que, según menciona la noticia, tiene fuentes del CNI". Nuevamente, Sánchez volvió a ignorar estas preguntas en su segunda y última réplica.

Tal y como ha adelantado en exclusiva El Confidencial, en verano de 2021, en plena crisis hispano-marroquí por la incursión migratoria en la que más de 10.000 marroquíes accedieron de forma irregular a la ciudad de Ceuta, se celebró en Rabat una reunión secreta entre Ricardo Díez-Hochleitner, embajador de España, y su homóloga marroquí en Madrid, Karima Benyaich, que pidió la cabeza de Arancha González Laya para allanar el camino de la reconciliación entre ambos países. La ministra fue cesada solo una semana después del mencionado encuentro.

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La información no ha pasado desapercibida para los principales grupos de la oposición, que han exigido a Pedro Sánchez que confirme públicamente si este fue el motivo de la salida de la predecesora de José Manuel Albares. La portavoz popular, Cuca Gamarra, ha pedido, además, "explicaciones" sobre la "nebulosa" que rodea a la política del Gobierno respecto al Sáhara, "que ha sido rechazada de forma unánime por este Parlamento", y aclare si el histórico cambio de postura de España tuvo o no algo que ver con "la información que se robó de varios teléfonos móviles del Gobierno, incluido el suyo", apuntó Gamarra.

"¿Qué es un éxito diplomático para usted? ¿Que Mohamed VI le llame por teléfono mientras le da plantón?", insistía la dirigente popular, un discurso que ha refrendado, aunque con un tono más duro, su homólogo de Vox, que ha denunciado las "consecuencias" de la "enemistad" con Argelia y de la pleitesía con el régimen marroquí. "¿Por qué no se ejecutó la orden de expulsión del marroquí que provocó la muerte de uno de nuestros compatriotas?", cuestionaba.

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El jefe del Ejecutivo no solo ha ignorado las cuestiones relativas a la salida de Laya, sino que también ha hecho caso omiso a las declaraciones que el pasado domingo realizó en una entrevista para La Sexta la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que calificó el régimen marroquí como una "dictadura". El jefe del Ejecutivo ha puesto únicamente en valor los acuerdos alcanzados con Marruecos, un "aliado" con el que comparte "una hoja de ruta común con objetivos claros", en "una nueva etapa que aleja las crisis recurrentes", incidía.

Los socios cargan contra el "chantaje" de Marruecos

Los grupos de la derecha no han sido los únicos que han cargado las tintas contra la política exterior de Sánchez. También los socios habituales del Ejecutivo han exigido no ceder al "chantaje" y las "presiones" de Marruecos, y han retratado las diferencias en el seno del Gobierno, particularmente entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, sobre la relación con el país vecino. "Nunca llegaremos a saber cuál ha sido ese chantaje de Marruecos, si afecta al Gobierno o afecta personalmente a alguno de ustedes", señalaba Marta Rosique, diputada de ERC en el Congreso, señalando a la bancada azul. "Marruecos está moviendo sus hilos, y la información que tiene debe ser realmente oscura y delictiva que no puede salir a la luz", lanzaba.

El órdago lo retomaba en la tribuna su compañera de bancada, María Carvalho. "Ha dicho que Marruecos es un país amigo, pero su vicepresidenta dice que es una dictadura. En todo caso es una dictadura amiga para usted, supongo", censuraba la diputada, que cargaba contra las "políticas migratorias" que van de la mano de "su querida Giorgia Meloni". "¿Es necesario un ministro de Exteriores en España cuando las políticas de fronteras las marca Marruecos?", criticaba también la portavoz de Junts, Miriam Nogueras.

"¡Cuidado con las redes de la inteligencia de Marruecos en España que cada vez son mayores y de más penetración!", lanzaba también el portavoz del PNV, Aitor Esteban. El grupo morado tampoco obvió las críticas a la parte socialista del Ejecutivo por su giro sobre el Sáhara, posición que abrió una importante brecha en el seno de la coalición. "El pueblo saharaui no merece que le demos la espalda, por muchas presiones que recibamos del otro lado del Atlántico, por muchos chantajes que intente Marruecos", retrataba el portavoz de Unidas Podemos, Javier Sánchez Serna.