La mano derecha del primer ministro marroquí en España concurre por el PSOE en Marbella el 28-M

Una veintena de marroquíes se concentró, el 18 de mayo de 2021, ante la subdelegación del Gobierno en Málaga, para denunciar a gritos la acogida y hospitalización en La Rioja de Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario. Gravemente enfermo de covid-19, fue trasladado, a finales de abril de 2021, del hospital militar de Argel al de San Pedro en Logroño.

Imán El Akel, una de las manifestantes de Málaga, hizo entonces una declaración a la agencia de prensa oficial marroquí (MAP): “Se trata de un gesto inamistoso [por parte del Gobierno español] y de una iniciativa que pisotea los compromisos adquiridos entre ambos países vecinos y los fundamentos de la relación bilateral”. “La acogida del jefe del Polisario por España enturbia la relación bilateral”, añadió. La Justicia española debe “enviar a este asesino detrás de los barrotes”, concluyó.

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El Akel, que según la MAP encabezaba una de las organizaciones convocantes de la concentración, hizo esta declaración por patriotismo marroquí, su país de origen, aunque ahora posee la nacionalidad española, o quizás atendiendo a las consignas de Reagrupamiento Nacional de los Independientes (RNI). Este es el partido político que preside Aziz Akhannouch, que es también jefe del Gobierno de Marruecos desde 2021.

En realidad, según el Centro Nacional de Inteligencia, esas manifestaciones de mayo de 2021 estuvieron impulsadas por la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio secreto exterior de Marruecos. Eso no significa que aquellos que se echaron a la calle fueran agentes marroquíes. “Los servicios de inteligencia marroquíes se activaron” en intentar “movilizar a la colonia marroquí y todo su entramado asociativo con el fin de que se manifestara contra la decisión del Gobierno español de acoger” a Ghali, reza una nota informativa del CNI del 24 de junio de 2021.

En los círculos de la inmigración marroquí, El Akel es considerada la mano derecha de Akhannouch en España, la mujer de confianza del líder del partido de ideología “liberal” y “formado por hombres de negocios y burgueses”, según la página que le dedica Wikipedia. El RNI es un partido fundado en 1978, a petición de Hassan II, por su cuñado Ahmen Osman. Se creó para, con el apoyo del aparato de Estado, derrotar en las urnas, primero, a la izquierda y, más tarde, a los islamistas. Akhannouch posee, según la revista estadounidense Forbes, una fortuna que ronda los 2.000 millones de dólares. Es el más acaudalado de Marruecos después de Mohamed VI.

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Pese a esta militancia, El Akel concurre en la lista del PSOE a las elecciones municipales de mayo por Marbella, que encabeza José Bernal y que fue presentada ante la prensa, el miércoles de la semana pasada, por Patxi López, portavoz socialista en el Congreso. Figura en el puesto 14º de la lista —hoy en día, el PSOE tiene 10 concejales—, por lo que es improbable que resulte elegida. El Akel llegó a España para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Granada y hoy en día trabaja en dos empresas, una inmobiliaria y un bufete.

Preguntada por lo que aparenta ser una doble militancia, en el PSOE y en el RNI, El Akel rehusó contestar al teléfono a este periodista. Indicó que su “asesor” sí podría dar explicaciones. Este señaló que estaba afiliada al PSOE y concurría bajo sus siglas a las municipales. Aseguró desconocer que tuviera otra adscripción política.

La web oficial del RNI describe a El Akel como “miembro del comité de derechos humanos del partido” que desarrolla una labor “de coordinación desde España”. En el canal de YouTube del RNI, se pueden ver extractos de la intervención que tuvo, en marzo de 2019, en una conferencia que el partido celebró en Madrid. A su derecha, al lado del atril, está Akhannouch, que entonces era ministro de Agricultura.

“La comisión de derechos humanos del RNI ha estudiado detalladamente las violaciones de los derechos humanos de la comunidad marroquí en el país de residencia”, afirmó la oradora. “España no concede el derecho de voto a los migrantes marroquíes en las elecciones municipales, pero, con cierta ironía, se habla de la necesidad de integración en la sociedad, mientras que al mismo tiempo se impide la participación política, y eso que votar es un factor de integración”, añadió.

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El derecho a votar de los inmigrantes marroquíes es un tema recurrente de los discursos que ha pronunciado El Akel. “Solo por no haber nacido aquí no tenemos derecho a ser votados ni a votar en las elecciones municipales”, se quejaba, por ejemplo, en Benavente, el 13 de abril de 2019, durante unas jornadas organizadas por el ayuntamiento, según el diario La Opinión de Zamora. Participó en las jornadas como representante del RNI, según el periódico.

Trinidad Jiménez anunció en julio de 2011, cuando era ministra de Asuntos Exteriores, que se firmaría un convenio con Marruecos para que sus ciudadanos residentes en España votaran en las municipales y los españoles pudieran hacer otro tanto en el país vecino. No se hizo y los sucesivos gobiernos españoles no han mostrado interés desde entonces, como tampoco las autoridades marroquíes. Si no hay convenio, es una responsabilidad compartida entre ambos gobiernos y no solo del español. A El Akel nunca se la escuchó en público pedir al RNI que impulsara un convenio.

Esta doble afiliación de políticos de origen marroquí residentes en España se da en otros casos, aunque quizá no tan llamativos. Mohamed Chaib ha sido, por ejemplo, diputado del PSC en el Parlament de Cataluña durante varias legislaturas y en el Congreso de los Diputados, a la vez que miembro del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, un órgano asesor de las autoridades de Rabat sobre qué políticas seguir con la emigración. Para ser elegido en España, es necesario tener la nacionalidad española, y para pertenecer a ese órgano, es necesario tener la marroquí. No hay acuerdo de doble nacionalidad entre España y Marruecos.

El presidente de la Cámara de Consejeros (Senado) marroquí, Enaam Mayara, afirmó el 7 de abril en Rabat, en una reunión con mujeres del Istiqlal, el partido al que pertenece, que "la comunidad marroquí en España debe de ser vista como un instrumento de presión y de apoyo capaz de influir en la política exterior de este país amigo", según varios diarios de Marruecos. Sus palabras fueron reprobadas por varios políticos y dos días después él se desdijo en una breve declaración al periódico Goud.