Es noticia
El 8-M más difícil de Irene Montero: arrinconada y desacreditada por Moncloa
  1. España
Batalla entre UP y PSOE en el Congreso

El 8-M más difícil de Irene Montero: arrinconada y desacreditada por Moncloa

Yolanda Díaz se deja fotografiar con la ministra de Igualdad, pero no se pronuncia tras los golpes de Unidas Podemos al PSOE. Montero se ha visto desgastada y cuestionada por sus socios y por la oposición al completo

Foto: Las ministras de Igualdad, Irene Montero (d), y Derechos Sociales, Ione Belarra. (EFE/Mariscal)
Las ministras de Igualdad, Irene Montero (d), y Derechos Sociales, Ione Belarra. (EFE/Mariscal)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El "espectáculo" de este martes en el Congreso de los Diputados, con los ataques de Unidas Podemos al PSOE a cuenta de la reforma de la ley del solo sí es sí, han enfurecido a los socialistas. Desautorizada Irene Montero con la tramitación de una reforma de su ley estrella, fuentes del socio mayoritario en el Ejecutivo reconocían incluso que ni siquiera han contado con el Ministerio de Igualdad para elaborar el flamante anteproyecto de ley de paridad. Fue anunciada a bombo y platillo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se ha visto aprobado en primera vuelta en un Consejo de Ministros convocado un día antes del 8-M, pero en el que no ha comparecido la ministra de Igualdad. Internamente, ha quedado desacreditada, y el martes se veía retratada sola, durante varios minutos, en la bancada azul.

Fuentes de Igualdad reconocen que hasta el viernes no supieron que el texto se aprobaría este martes. Esto es, 24 horas antes de que Sánchez lo anunciase públicamente. Y si en el ala socialista justificaron que las normas que modificará la nueva ley orgánica no afectan a Igualdad, en el equipo de Montero aseguraron que sí habían aportado propuestas, entre ellas, que la obligación de garantizar la paridad se extienda al Consejo General del Poder Judicial y a los órganos constitucionales. Montero compareció en 2022 tras el Consejo de Ministros para hacer una declaración sobre el 8-M, en mitad del episodio de mayor tensión entre los socios, pero este año no lo ha hecho. Moncloa negaba que la silenciasen y en el ministerio solo afirmaban que es la Secretaría de Estado de Comunicación quien decide quién comparece. El jefe del Ejecutivo tampoco acudirá al tradicional acto institucional con motivo del 8-M, en el Ministerio de Igualdad, evitando así la foto con Montero.

Foto: El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López (EFE/Mariscal)

De hecho, en la tarde del martes, Montero quedaba retratada sola, asistiendo al debate con la única compañía de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, con el resto de la bancada del Gobierno absolutamente desierta. A última hora, la vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, irrumpía en la Cámara para votar y se despachaba con una única frase. "Bien que lo lamento", afirmaba, en relación con la división en la coalición, "y creo que nunca tendríamos que haber llegado hasta aquí". Ni una sola palabra más. No aclaraba si criticaba la posición del PSOE o la de Podemos, pero minutos después se dejaba fotografiar junto a Montero y Enrique Santiago, líder del PCE. Ni el equipo de la vicepresidenta ni tampoco el de la ministra han dado detalles sobre su encuentro, y desde el entorno de Díaz también evitaban dar un diagnóstico de la situación.

El miércoles, el exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, alababa en Twitter la "dimensión" de Montero como dirigente política, y deslizaba que la ministra "jamás" se pone de perfil "si atacan a compañeros". En varias ocasiones, Iglesias ha criticado a Díaz precisamente por no salir en defensa de la titular de Igualdad, y en su formación han criticado a la vicepresidenta segunda por no dar mayores muestras de apoyo a la número dos de Podemos. Montero quedaba expuesta este martes al desgaste de PP, Vox, Ciudadanos y el propio PSOE. Los puentes quedaban rotos y los socialistas advertían de que la estrategia de sus socios "no beneficia a nadie".

Ya a su llegada a la Cámara, Montero evitaba responder a los medios de comunicación sobre si se sentía desautorizada. Ni siquiera en su formación negaban este extremo. El PSOE se había impuesto y ella había asistido a la voladura de la "mayoría feminista" desde su asiento, acompañada únicamente por Belarra.

Montero, reforzada a la interna

Diputados de distinto signo político reconocen que el encastillamiento de Montero la refuerza a la interna, de cara a los votantes más fieles de Podemos, al haber aguantado la presión del PSOE para reformar la ley. El problema, apuntaban desde las bancadas de la derecha, es que cada vez "hablan a menos gente", y lo hacen desde dentro de un Gobierno compartido, mientras no escatiman en disparos contra su socio. "Estos no se mueven de ahí, llegan a las elecciones sentados en el Consejo de Ministros", apuntaba una veterana diputada, criticando la "impresionante caradura" de Montero. "Están intentando diferenciarse del PSOE, tienen un problema de votos y esa es la estrategia", apuntaba.

"La política tiene un espacio de incertidumbre, donde pescan los tibios, y otro de grupo, donde Irene representa a un feminismo consciente y combativo", afirmaban fuentes del partido morado, retratándola como una "negociadora" experta en la batalla contra el PSOE. Un dirigente del espacio político dudaba de si Montero ha hecho "lo suficiente" por lograr un pacto, pero afirmaba que sí ha hecho "lo posible". "El PSOE aquí ha jugado feo, colocando una espada de Damocles sobre el tablero. E Igualdad se ha movido. Justicia, ni un pelo", apuntaba.

Foto: La diputada del PSOE en el Congreso, Andrea Fernández (EFE/Mariscal)

Incluso entre los integrantes del espacio político que asume que la ministra "no quiere negociar" con el PSOE, afirman que tampoco los socialistas muestran voluntad de pacto, y destacan que ha sido "ninguneada". Incluso que está "cómoda" en este papel, porque la situación de tensión "le permite sacar perfil para lo que pueda pasar". "Personal y políticamente, está mejor que nunca", abundan.

Con "lo que pueda pasar" hacen referencia al pulso con Díaz para armar una coalición que les permita concurrir juntos a las elecciones generales previstas para finales de año; una cita para la que Podemos trata de presentar un perfil negociador fuerte. "Lo que pueda pasar", además, abre la puerta a un escenario en el que no haya entendimiento entre los morados, y Montero pueda erigirse en candidata. En su equipo, la describen como una política "excepcional", y entre los diputados morados sostienen que está "entera", aunque "lo que se está haciendo contra ella sea infame". "Se siente apoyada, respaldada y segura", sostienen. Otra cosa es cómo la perciben fuera de este núcleo.

El "espectáculo" de este martes en el Congreso de los Diputados, con los ataques de Unidas Podemos al PSOE a cuenta de la reforma de la ley del solo sí es sí, han enfurecido a los socialistas. Desautorizada Irene Montero con la tramitación de una reforma de su ley estrella, fuentes del socio mayoritario en el Ejecutivo reconocían incluso que ni siquiera han contado con el Ministerio de Igualdad para elaborar el flamante anteproyecto de ley de paridad. Fue anunciada a bombo y platillo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se ha visto aprobado en primera vuelta en un Consejo de Ministros convocado un día antes del 8-M, pero en el que no ha comparecido la ministra de Igualdad. Internamente, ha quedado desacreditada, y el martes se veía retratada sola, durante varios minutos, en la bancada azul.

Irene Montero Ione Belarra
El redactor recomienda