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Irene Montero no dejará el Gobierno hasta que no salga Yolanda Díaz
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Irene Montero no dejará el Gobierno hasta que no salga Yolanda Díaz

La vicepresidenta apuesta por una voladura controlada de la coalición después de las elecciones del 28-M. Dejaría margen para reeditar el pacto con el PSOE en 2024 y siempre que ambas acuerden ir juntas con Sumar

Foto: Yolanda Díaz e Irene Montero en el Encuentro internacional feminista. (EFE/Mariscal)
Yolanda Díaz e Irene Montero en el Encuentro internacional feminista. (EFE/Mariscal)
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¿Dejará Irene Montero el Gobierno si el PSOE aprueba sin Podemos una reforma de la ley del solo sí es sí? La pregunta es recurrente desde hace días, pero cuando se le formula a algún socialista no duda en contestar: "Nunca dejarán el Consejo de ministros antes que Yolanda Díaz". La afirmación responde a que en el ala caoba de la coalición dan por sentado que en el Ejecutivo son tres almas, no dos. Más allá de las discrepancias entre rojos y morados, existe una lucha por liderar la izquierda entre la vicepresidenta segunda y su mentor Pablo Iglesias, que mueve los hilos en la sombra. Eso provoca que tanto la ministra de Igualdad como Ione Belarra siempre tengan su mirada puesta en la estrategia de la gallega, más cercana en la mayoría de cuestiones a Pedro Sánchez que a sus compañeras de bancada en el Congreso.

La siguiente incógnita es cuándo y cómo saldrá Yolanda Díaz del gabinete de Sánchez. La respuesta, según fuentes cercanas a la responsable de Trabajo y a la formación morada, es que se está trabajando en un plan para que abandone el Ejecutivo después de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Según las mismas fuentes, se haría de la mano de las ministras moradas después de haber sellado un acuerdo, que hoy parece más cercano, entre Sumar y Podemos: "Sería el primer golpe de efecto de la plataforma electoral".

Desde que Yolanda Díaz anunció su proyecto para aglutinar a las fuerzas de izquierdas solo ha recibido ataques desde Podemos

Hasta llegar a ese escenario quedan por limar muchas aristas. Desde que Yolanda Díaz anunció su proyecto para aglutinar a las fuerzas de izquierdas solo ha recibido ataques desde Podemos. De hecho, el triunvirato Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y Juanma del Olmo ha trabajado para dinamitar desde dentro el proyecto de la que un día fue mano derecha del líder populista. Llegaron a diseñar una campaña con Montero de cabeza de lista, pero al final parece que ha pesado más el riesgo de dividir a la izquierda del PSOE y acabar siendo irrelevantes.

Que Yolanda Díaz e Irene Montero compartieran ayer escenario no es baladí. El silencio de la primera en la polémica de la ley del solo sí es sí ha dado mucho que hablar. En la Universidad Complutense, Montero espoleó a las feministas frente "a los que quieren dar pasos atrás" en referencia a los cambios que el PSOE quiere introducir en la norma. Esta vez sí contó con la complicidad de la sucesora de Iglesias que asentía el discurso. La ministra de Igualdad lleva días empujando con mensajes en los que apuesta de forma explícita por un acuerdo para concurrir a las elecciones bajo el paraguas de Sumar y Podemos. "Quiero una coalición" ha declarado abiertamente. ¿Y Yolanda Díaz? En estos momentos también apuesta por el pacto y estaría dispuesta, según ha podido saber este periódico, a llevar de número dos en su lista a Montero o Belarra. Esto hace unos meses era ciencia ficción, pero el miedo a desangrarse en las generales está haciendo de pegamento.

Refuerza esta teoría la idea de que una voladura controlada por Yolanda Díaz también beneficiaria al propio Sánchez de cara a intentar reeditar el Ejecutivo en la siguiente legislatura. El discurso para dulcificar el divorcio sería hablar de "un paréntesis" entre los dos actores del primer gobierno mixto de la democracia. La candidata de Sumar no puede presentarse como rival del presidente compartiendo el Consejo de ministros. "Si se considera capacitada para el puesto y cree que puede hacerlo mejor, debe demostrar que tiene determinación y eso pasa por abandonar el Gobierno", reflexionan desde el entorno de los morados.

La ley del sí es sí ha hecho saltar las alarmas en las filas del PSOE, donde cada vez se cuestiona más que Sánchez se pliegue a Podemos

También se acabaría con el desgaste que supone para PSOE y Podemos la escalada de tensión en la bancada azul según se acercan las urnas. Los estrategas de uno y otro bando calculan que, diferenciando los discursos, antagónicos en muchas cuestiones, pueden cubrir un mayor espectro del voto de izquierda. Los choques son cada vez más frecuentes y virulentos, pero la idea es que la ruptura no fuese fruto de una desavenencia por diferencias en una votación, sino explicar a los ciudadanos que se basaría en que ambas formaciones pudieran competir sin ataduras durante los seis últimos meses del año por la Moncloa. La prioridad es dejar la puerta abierta para una reedición del pacto en 2024.

La ley del solo sí es sí ha hecho saltar las alarmas en las filas del PSOE, donde cada vez se cuestiona más abiertamente que Sánchez se pliegue a Podemos para aguantar en el poder. Entre los dirigentes socialistas preocupa que el "servilismo" del presidente les lastre en las municipales y autonómicas. El jueves la alcaldesa de Toledo y presidenta del Comité Federal del PSOE, Milagros Tolón, favoreció con su abstención que el pleno de su ayuntamiento votase pedir la destitución de la ministra de Igualdad. También son cada vez más los que se reconocen en discursos críticos como el de la exvicepresidenta, Carmen Calvo o José Luis Ábalos.

Con el partido revuelto, a Sánchez le beneficia distanciarse también de los morados para tener un discurso más de centro e intentar frenar la sangría de votos hacia el PP. Según los populares, el trasvase ya estaría cercano al 11 por ciento. Asimismo, podría ejercer la presidencia de turno de la Unión Europea sin el boicot de Podemos a medidas como el envío de armas a Ucrania. Precisamente en cómo acaban los gobiernos de coalición en Europa se mirarán los socios para justificar el fin de una cada vez más tormentosa convivencia.

¿Dejará Irene Montero el Gobierno si el PSOE aprueba sin Podemos una reforma de la ley del solo sí es sí? La pregunta es recurrente desde hace días, pero cuando se le formula a algún socialista no duda en contestar: "Nunca dejarán el Consejo de ministros antes que Yolanda Díaz". La afirmación responde a que en el ala caoba de la coalición dan por sentado que en el Ejecutivo son tres almas, no dos. Más allá de las discrepancias entre rojos y morados, existe una lucha por liderar la izquierda entre la vicepresidenta segunda y su mentor Pablo Iglesias, que mueve los hilos en la sombra. Eso provoca que tanto la ministra de Igualdad como Ione Belarra siempre tengan su mirada puesta en la estrategia de la gallega, más cercana en la mayoría de cuestiones a Pedro Sánchez que a sus compañeras de bancada en el Congreso.

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