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El PP asume un rol protagonista con el solo sí es sí y arrastra a Sánchez lejos de sus socios
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DEBATE DE ALTA TENSIÓN

El PP asume un rol protagonista con el solo sí es sí y arrastra a Sánchez lejos de sus socios

Los populares creen que la tensa jornada en el Congreso marca "un antes y un después" en la relación entre PSOE y UP y que será la "punta del iceberg" de una larga lista de desencuentros en los próximos días

Foto: La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, tras intervenir en el debate sobre la reforma del solo sí es sí. (EFE/Mariscal)
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, tras intervenir en el debate sobre la reforma del solo sí es sí. (EFE/Mariscal)

El tenso debate que enfrentó el Congreso este martes, víspera del 8-M, acreditó no solo la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos en la reforma de la ley del solo sí es sí, también una ruptura de puentes sin precedentes en el seno de la coalición. La formación morada echó el resto cargando duramente contra el socio mayoritario del Gobierno, censurando incluso que "un puñado de fascistas" quieran volver a llevar a las mujeres "al silencio y a la culpa" por eliminar, dicen, el "consentimiento" del centro de la norma. Unas declaraciones que generaron un malestar mayúsculo en la dirección socialista. La guerra sin cuartel en el Ejecutivo otorga un papel protagonista en la tramitación del texto al PP, que mantuvo su palabra y votó a favor del trámite. Vox, sin embargo, se puso de perfil y optó por la abstención.

Los de Feijóo tendieron a Sánchez un salvavidas para llegar al 8-M con la modificación en marcha y esperan que sirva de precedente para arrastrarle lejos de sus socios en lo que resta de tramitación parlamentaria, que se prevé tortuosa para los socialistas. El PSOE intentó hasta el último momento pactos in extremis con sus aliados habituales para evitar la foto con la derecha, pero no fue posible. El PP avaló la toma en consideración de la reforma sin pedir contraprestaciones y sin haber negociado una coma del documento con Ferraz. Y apuntan en las filas de los populares que a Sánchez no le quedará más remedio que entenderse con Feijóo en las próximas semanas si quiere frenar definitivamente la sangría de rebajas de condenas a agresores sexuales y el consecuente impacto en las encuestas.

Foto: La diputada del PSOE en el Congreso, Andrea Fernández (EFE/Mariscal)

El PP cree que lo sucedido este martes en el Congreso con el debate sobre el solo sí es sí supone un "punto de inflexión" en la relación entre los dos socios del Gobierno. Inciden en que el "entendimiento" entre las dos fuerzas está roto, y que la ley de libertad sexual es solo "la punta del iceberg" de una cadena de disputas que les llevará a enfrentarse en otras votaciones parlamentarias. Recuerdan en este punto que PSOE y Unidas Podemos votaron también separados en la petición de que Baleares pueda fijar un límite en los precios del alquiler, o en la moción que presentó el PP para respaldar la ayuda militar a Ucrania y la labor de la OTAN en el conflicto.

En la dirección del primer partido de la oposición, creen que el debate sobre el solo sí es sí ha resultado "letal" para Sánchez y que, sobre todo, desmonta el "relato" del PSOE de equiparar al PP con Vox como estrategia política en plena carrera hacia el 28-M. "Ahora ellos son también unos fascistas", ironizan en el PP, parafraseando las duras críticas vertidas por Unidas Podemos en el Congreso, desde cuyas filas llegaron a acusar al PSOE de querer "aliarse" con PP y Vox para que a las mujeres se les vuelva a preguntar si "han cerrado las piernas", y de querer volver al modelo en que "debería ser normal que nuestro novio nos penetrase mientras dormíamos".

Foto: El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López (EFE/Mariscal)

Pese a que dan la coalición por "agotada" y ven que el debate del solo sí es sí ha marcado "un antes y un después" en la relación entre PSOE y Unidas Podemos, el PP descarta una ruptura antes de las próximas generales. Sin embargo, plantean un panorama "complicado" para un Sánchez al que sus socios morados empujarán hacia el marco de la derecha para atraer a una parte de su electorado cuando se abran las urnas. En paralelo, Feijóo intenta la misma maniobra por el flanco contrario, tratando de capitalizar a los votantes socialistas moderados y descontentos con la gestión del Ejecutivo, tanto en "la crisis" del solo sí es sí como en otras cuestiones de la agenda social de Sánchez, como la ley trans o la abolición de la prostitución.

Foto: Fuente: iStock

El PP exhibirá músculo el 8-M con una doble victoria: por un lado, haber forzado al PSOE a "autoenmendarse" con sus votos en el Congreso tras meses advirtiendo de los efectos de la ley, y, por otro, haber provocado de forma indirecta una crisis sin precedentes en el Gobierno a pocos meses de las autonómicas y municipales. "Solo acredita que Sánchez no tiene un proyecto común, y que solo va pasando páginas para mantenerse en la silla", inciden los populares, tirando de argumentario. La abstención de Vox permitió al PP asumir su rol en solitario, con lo que intensifica su intento de alejarse del discurso del partido de ultraderecha de cara al 28-M.

Feijóo ha convertido la polémica con la ley del solo sí es sí en uno de sus ejes de campaña. En la dirección de Génova, han detectado que este asunto incide de forma directa en las encuestas, y se han lanzado a pescar voto en los nichos ideológicos de la izquierda, convencidos de que acelera un trasvase que ya cifran en el 11,2%. "En los últimos años, el PSOE ha querido instrumentalizar el 8-M contra el PP, pero ahora este Gobierno va a tener el peor 8-M que se puedan imaginar", resumió Feijóo el pasado lunes, durante un acto por el Día de la Mujer en Cáceres.

El tenso debate que enfrentó el Congreso este martes, víspera del 8-M, acreditó no solo la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos en la reforma de la ley del solo sí es sí, también una ruptura de puentes sin precedentes en el seno de la coalición. La formación morada echó el resto cargando duramente contra el socio mayoritario del Gobierno, censurando incluso que "un puñado de fascistas" quieran volver a llevar a las mujeres "al silencio y a la culpa" por eliminar, dicen, el "consentimiento" del centro de la norma. Unas declaraciones que generaron un malestar mayúsculo en la dirección socialista. La guerra sin cuartel en el Ejecutivo otorga un papel protagonista en la tramitación del texto al PP, que mantuvo su palabra y votó a favor del trámite. Vox, sin embargo, se puso de perfil y optó por la abstención.

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