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El PP planea sumarse a la protesta alternativa del 8-M tras apoyar la reforma del solo sí es sí
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El PP planea sumarse a la protesta alternativa del 8-M tras apoyar la reforma del solo sí es sí

Los socialistas buscan un pacto 'in extremis' que no los deje en manos de la derecha, pero el PP ya avanza el voto a favor mientras Vox sopesa la abstención. Una delegación de los populares planea acompañar el miércoles al Movimiento Feminista

Foto: La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra (d), junto a la diputada y candidata del PP de Baleares, Marga Prohens. (EFE/Zipi)
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra (d), junto a la diputada y candidata del PP de Baleares, Marga Prohens. (EFE/Zipi)

El Partido Popular se ha lanzado en las últimas semanas a tratar de pescar voto en los nichos ideológicos de la izquierda, sumida en una crisis por las desavenencias respecto a la ley del solo sí es sí —que acumula más de 700 rebajas de penas a agresores sexuales— y, en última instancia, afectada por el estallido del caso Mediador, cuya vertiente relacionada con la prostitución ha ensombrecido la histórica postura abolicionista del PSOE a las puertas del 8-M. Génova quiere capitalizar ese desgaste y saldrá a la calle en el Día de la Mujer para respaldar la protesta promovida por las asociaciones críticas con el Ministerio de Igualdad que engloba el Movimiento Feminista de Madrid (MFM).

Génova ha dado libertad a sus cargos para acudir a los actos y manifestaciones con que más se identifiquen a lo largo y ancho del territorio nacional, pero está previsto que haya una delegación popular en la marcha alternativa a la que convoca la Comisión 8-M, organizadora histórica de este tipo de movilizaciones. Bajo el lema Feministas en lucha por los derechos de las mujeres, los populares profundizarán en su acercamiento a los colectivos de la órbita del PSOE, pero que se muestran críticos tanto con la aprobación del solo sí es sí como con la ley trans, por suponer un "borrado de las mujeres".

Foto: Alejandra Jacinto, portavoz de Podemos. (EFE/Eduardo Oyana)

La principal cabeza visible del descontento en este sector de la izquierda es la exvicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo. El pasado fin de semana, la secretaria general de los populares coincidió en un acto con la diputada socialista, mientras el PP intensifica su agenda con organizaciones de su órbita, como la Alianza contra el Borrado de las Mujeres o la Fundación Amanda. El pasado mes de diciembre, los populares reclutaron a Amelia Valcárcel, histórica feminista socialista, para unas jornadas contra la ley trans del Gobierno en el Congreso, evento que replicaron en febrero en el Senado con representantes del sector crítico —como Henar Sastre, de la Confluencia Movimiento Feminista—, así como con psicólogos, juristas y asociaciones sanitarias para tratar de rebatir la norma.

Este martes, el PP repite la jugada y celebra unas nuevas jornadas en Génova, precisamente para seguir ahondando en la quiebra de la izquierda. El impulso de la ley trans levantó ampollas en un sector de la izquierda contrario a las prebendas del PSOE a Podemos a la hora de elaborar la norma, y cuyo descontento se ha lanzado a patrimonializar ahora Alberto Núñez Feijóo. "El feminismo para el Gobierno es un campo de batalla", se despachó el líder nacional durante un acto con mujeres en Cáceres. "Este Gobierno va a tener el peor 8-M que se pueden imaginar".

En paralelo, el Congreso afronta este martes un debate clave. Tras meses de polémica, la Cámara Baja dará este martes el primer y decisivo paso en la reforma de la ley del solo sí es sí, que recupere las penas anteriormente previstas a la entrada en vigor de la norma para agresores sexuales. La oposición e importantes sectores socialistas han puesto el grito en el cielo por las consecuencias de una norma que ha provocado decenas de excarcelaciones, así como más de 700 atenuantes de condenas, hasta el punto de que el propio Sánchez reconoce la aprobación de la ley como una "equivocación" que están dispuestos a corregir.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. (EFE/Fernando Alvarado)

La pregunta ahora es con quién. El PSOE busca un acuerdo in extremis con Unidas Podemos y el resto de socios de investidura, pese a que la toma en consideración de la norma está más que garantizada. El PP ya ha avanzado que votará a favor del trámite, lo que garantiza una holgada mayoría a los socialistas para sacar adelante su reforma, incluso sin el apoyo de sus aliados habituales. Es en este punto donde entra en juego la batalla por el relato. Los socialistas pretenden evitar que la tramitación de la modificación legislativa quede en manos de la derecha, y que Feijóo pueda atribuirse el mérito de haber facilitado la reforma, más en la víspera del 8-M. Según denuncian en Génova, la interlocución con la Moncloa ha sido nula en esta cuestión.

En las últimas horas, Podemos ha elevado los decibelios contra el socio mayoritario de la investidura, al que insta a evitar la "votación de la vergüenza" en el Congreso este martes, facilitando un pacto con Igualdad. Pero el PSOE está también encastillado, una posición que lo acerca al PP y lo aleja de socios como ERC, Bildu o Más País, que se posicionarán en contra del trámite. Así las cosas, los socialistas están al borde de salir en la foto no solo con Feijóo, también con Ciudadanos e, incluso, con Vox. Los de Santiago Abascal sopesan una abstención en el trámite, y en las próximas horas el portavoz de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, despejará su sentido de voto. En cualquier caso, el trámite saldría adelante gracias al sí de los populares.

El Partido Popular se ha lanzado en las últimas semanas a tratar de pescar voto en los nichos ideológicos de la izquierda, sumida en una crisis por las desavenencias respecto a la ley del solo sí es sí —que acumula más de 700 rebajas de penas a agresores sexuales— y, en última instancia, afectada por el estallido del caso Mediador, cuya vertiente relacionada con la prostitución ha ensombrecido la histórica postura abolicionista del PSOE a las puertas del 8-M. Génova quiere capitalizar ese desgaste y saldrá a la calle en el Día de la Mujer para respaldar la protesta promovida por las asociaciones críticas con el Ministerio de Igualdad que engloba el Movimiento Feminista de Madrid (MFM).

Partido Popular (PP) 8 de marzo
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