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Yolanda Díaz esquiva el huracán del solo sí es sí y defiende un pacto entre Montero y el PSOE
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Yolanda Díaz esquiva el huracán del solo sí es sí y defiende un pacto entre Montero y el PSOE

Los socios de gobierno airean sus diferencias a cuenta de la reforma de la polémica ley, mientras la vicepresidenta segunda busca facilitar "una salida pactada". Los morados acostumbran a reprocharle su silencio en temas espinosos

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Cati Cladera)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Cati Cladera)

El Gobierno de coalición ha dejado ver este lunes sus costuras a cuenta del huracán de la ley del solo sí es sí, pero Yolanda Díaz se ha asegurado un refugio. En solo unas horas, el PSOE amenazó con registrar una propuesta para modificar la que fue la norma estrella del Ministerio de Igualdad, de forma unilateral, y con Podemos rechazando una reforma penal del texto, para luego asumir modificar las penas mínimas y reconocer que lleva meses negociando con su socio.

Mientras tanto, la vicepresidenta segunda guardaba silencio en las redes sociales y no tenía agendadas comparecencias públicas. Díaz, según su equipo, trabajaba para "buscar salidas" con Igualdad, en comunicación con el ministerio de Irene Montero y sin dar una sola pista de su posición sobre esta materia. "Preferimos una salida pactada", afirmaban desde su entorno. A juzgar por las tensiones que han manifestado ambos partidos durante la jornada, esa "salida pactada" se antoja muy difícil. La decisión del PSOE, además de caer como un jarro de agua fría sobre los morados, les aboca a un callejón sin salida: están dispuestos a asumir cambios en las penas mínimas, pero rechazan que estas modificaciones desplacen el consentimiento del centro de la ley, que esperan siga siendo un eje de la norma.

Foto: Irene Montero, Ione Belarra y Pedro Sánchez. (EFE/ Emilio Naranjo)

Durante la mañana, horas después de que se conociera la propuesta del Ministerio de Justicia para reformar la ley, la coportavoz morada, Isa Serra, aseguraba desconocer si se habían producido conversaciones con Yolanda Díaz para abordar esta cuestión. En la rueda de prensa desde la sede del partido, Serra defendía que su equipo no apoyaba impulsar una modificación penal de la ley, por entender que no tendría efecto alguno para frenar el goteo de reducciones de penas. Horas después, Igualdad corregiría este mensaje, mientras la vicepresidenta segunda seguía sin pronunciarse públicamente.

En lo que toca al solo sí es sí, llueve sobre mojado. Cuando empezaron a conocerse las rebajas de penas, en noviembre, Podemos ya criticó el silencio de Díaz, a la que a menudo ha reprochado que esquive los asuntos más polémicos que no atañen directamente al Ministerio de Trabajo. Como en otras ocasiones, entonces fue el ex secretario general del partido, Pablo Iglesias, el que cargó con mayor dureza contra ella. "Ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no solo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido", escribió Iglesias en Twitter.

A última hora del lunes, el propio Iglesias estalló contra la decisión de sus socios, criticando que fuercen a UP a asumir esta reforma, y reclamando a Pedro Sánchez "altura política" para "resistir a la presión de la derecha y la ultraderecha". "A Pedro Sánchez esta ley le gustaba (...) Si Pedro Sánchez pacta con el PP volver al modelo anterior de la ley, estaría cometiendo uno de esos errores políticos de los que se arrepentiría". En la Cadena SER, como Iglesias, la exvicepresidenta Carmen Calvo llegaba a cruzar la frontera de la obligación de secreto que afecta a todos los acuerdos y conversaciones en el marco del Consejo de Ministros, para afirmar que en su día, a los tres meses de formar Gobierno, ella misma y el entonces titular de Justicia, Juan Carlos Campo, expresaron "objeciones clarísimas" a esta norma. "Está rectificando el Gobierno entero, y está bien que lo haga", zanjaba.

Una solución de consenso entre dos partes tan enfrentadas, como asumían desde Podemos, y sobre ante una cuestión tan sensible, se antoja muy complicada. La relación entre la vicepresidenta segunda y la ministra de Igualdad, además, se reduce a los mínimos imprescindibles. El contacto es algo más fluido con Ione Belarra, secretaria general morada, pero la falta de sintonía con Montero es más que conocida. Sin embargo, en plena tensión con Podemos, que le reclama que destape sus cartas de cara a las elecciones generales lo antes posible, en las últimas dos semanas Díaz ha dedicado algunos gestos a los morados que podrían sugerir un deshielo en sus relaciones.

Foto: La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), junto a la ministra de Justicia, Pilar Llop (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero (d). (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Montero, con la que le tocó coincidir durante el fin de semana en un acto institucional, era precisamente la protagonista de las últimas fotografías con Díaz, que lleva semanas deslizando llamadas a los morados para que se integren en su plataforma, Sumar. Esta misma mañana, en la rueda de prensa junto a Serra, el también coportavoz, Javier Sánchez Serna, afirmaba que "no ha habido más avances" en lo que toca al entendimiento con la ministra de Trabajo. No hay, por el momento, hechos que sustenten estos gestos de acercamiento.

Con todo, la última vez que Podemos señaló la falta de claridad de Díaz fue hace solo unos días, a cuenta del envío de tanques a Ucrania. Si bien en este particular renunciaron a airear sus diferencias con claridad, los morados sí dejaron claro que ellos sí se habían pronunciado —contra el despliegue de carros de combate españoles en Ucrania—; el PSOE lo había defendido, y Díaz se refirió a la escalada armamentística, pero no fue explícita sobre su posición con los tanques. Se puso a cubierto, como ha hecho, por el momento, con el solo sí es sí, la norma más polémica del Gobierno de coalición.

El Gobierno de coalición ha dejado ver este lunes sus costuras a cuenta del huracán de la ley del solo sí es sí, pero Yolanda Díaz se ha asegurado un refugio. En solo unas horas, el PSOE amenazó con registrar una propuesta para modificar la que fue la norma estrella del Ministerio de Igualdad, de forma unilateral, y con Podemos rechazando una reforma penal del texto, para luego asumir modificar las penas mínimas y reconocer que lleva meses negociando con su socio.

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