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Yolanda Díaz y Montero, de nuevo juntas: un espejismo de acercamiento sin despejar las incógnitas
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Encuentro en Palma

Yolanda Díaz y Montero, de nuevo juntas: un espejismo de acercamiento sin despejar las incógnitas

La vicepresidenta y la número dos de Podemos coincidirán en un acto este sábado. Díaz les dedica gestos, pero no desvela su hoja de ruta. El debate sobre el envío de tanques escuece en Podemos, aunque intentan no generar más ruido

Foto: Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)
Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

Yolanda Díaz e Irene Montero llevan mucho tiempo distanciadas y hasta esta semana también habían dejado pasar los meses sin presentarse juntas en una misma fotografía. La vicepresidenta segunda y la ministra de Igualdad volverán a coincidir en un acto institucional este sábado, en Palma, en un momento en el que Díaz dedica a los morados gestos que podrían sugerir un deshielo entre ambas partes, pero que a día de hoy no se sustancia en hechos concretos.

Ni los morados han dejado de reclamar a la impulsora de Sumar que ponga sus cartas sobre la mesa, ni Yolanda Díaz les ha contactado para despejar las incógnitas sobre su candidatura a las elecciones generales. En lo que va de mes, ha habido nuevos llamamientos a que se integren en su proyecto, la imagen con Irene Montero en el Congreso de los Diputados —captada por el fotógrafo Pedro Ruiz Jiménez—, un mensaje de felicitación por los nueve años de la formación con tono afectuoso y una promesa etérea que sorprendió en Podemos: "Nos queda mucho por hacer durante la próxima década". Gestos de "distensión", interpretaron.

Foto: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Esto contrasta con la gelidez de su relación, si bien en la cúpula de Podemos siguen sin conocer las intenciones de la vicepresidenta segunda. Ni siquiera conocen sus tiempos, aunque esperan pasos no más allá de febrero.

Y, a pesar de sus esfuerzos por reducir el nivel de ruido, esa tensión volvió a salir a relucir esta misma semana, con el debate generado por el envío de carros de combate a Ucrania, que Podemos e IU rechazan sin matices. En marzo de 2022, la vicepresidenta ya apoyó la decisión de Pedro Sánchez de remitir armas a ese país y hasta subrayó públicamente que el Gobierno hablaba "con una única voz" en esta materia, la del jefe del Ejecutivo. Con los carros de combate, desde el entorno de Díaz han venido a afirmar que el espacio político contaba con una posición consensuada y que ella misma actuaría como una suerte de puente entre el rechazo frontal de Podemos e IU y el respaldo sin fisuras al envío en el PSOE.

Foto: Ada Coalu y Yolanda Díaz, este sábado, en Barcelona. (EFE/Quique García)

El miércoles, en la reunión del espacio Unidas Podemos en la que se habría tratado esta posición común no se abordó este debate en presencia de la secretaria general morada, Ione Belarra, como relatan distintas fuentes. Solo tras su marcha, ante el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, fue cuando la facción de Díaz abordó esta materia. Para Podemos, difícilmente puede considerarse una "posición consensuada", pero evitan ir a mayores.

En lo que toca a la vicepresidenta segunda, ha pasado de apoyar el envío de armas, hace casi un año, a alertar del "salto cualitativo armamentístico", en referencia a los carros de combate, pero sin siquiera mencionarlos. Un día después de estas palabras y de esa reunión del espacio, Belarra subía un poco el tono para exigir a Sánchez que no haga "seguidismo" de EEUU en lo que toca a este despliegue.

Foto: El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez. (EFE/Ángel Medina G.)

Podemos se reafirmaba en sus posiciones y lo exponía de forma clara, pero también evitaba el fuego amigo contra la vicepresidenta segunda. En un momento de tensión con sus socios a cuenta de los carros de combate, de la cumbre con Marruecos de la próxima semana —a la que no asistirán ministros de Podemos—, o mientras las negociaciones de iniciativas como la ley mordaza se acercan a un punto crítico, el espacio político intenta guardar la calma.

Hay muchos otros frentes abiertos, como la propuesta de los morados de topar los precios de una cesta de la compra básica, con la que Podemos presiona al PSOE públicamente cada día. Su socio le da la callada por respuesta, Díaz desvía el foco hacia su propia iniciativa —el acuerdo con las grandes distribuidoras, rechazado por estas empresas—. La consigna es no contribuir a acrecentar estos choques.

Foto: María Teresa Pérez y Javier Sánchez, este lunes. (EFE/J. P. Gandul)

Y eso, en lo que toca únicamente a las cuestiones del día a día. Esta misma semana, además, Podemos tuvo que digerir que el exdiputado canario Alberto Rodríguez, su ex número tres, decidiera unirse al llamado acuerdo del Turia, en el que Más País y Compromís —exaliados de Podemos— son los actores más visibles. Podemos e IU están en conversaciones para concurrir juntos en Canarias, en una mesa en la que también participa Más País, y que tiene hasta el martes para sellar un pacto. Entre otras cuestiones, el acuerdo del Turia se construye sobre el principio de no agresión; una fuerza no se presenta en el territorio de otra con la que está hermanada, y esto afectaría también a Rodríguez —incompatible con Podemos— y Más País.

Que Díaz contase con una de las figuras más conocidas de Más Madrid, Eduardo Rubiño, para un acto sobre derechos LGTBI también puede leerse como un guiño. Rubiño, diputado en la Asamblea de Madrid, forma parte de la candidatura de Rita Maestre al Ayuntamiento de la capital y está entre los exdirigentes morados que dieron el salto de Podemos a la formación creada por Iñigo Errejón. Su currículum como activista LGTBI le avala, pero su presencia no pasó inadvertida para los morados.

Tampoco lo ha hecho el recibimiento que políticos como Joan Baldoví (Compromís) han concedido a la propuesta de IU de formar una mesa de partidos que quieran participar en el proyecto de la vicepresidenta segunda. Sumar aspira a ser un paraguas que aglutine a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, con la vicepresidenta segunda al timón. Sutilmente, como hizo en un reciente mitin con Ada Colau, en Barcelona, Díaz va lanzando guiños, dedicándoles gestos. Pero, en lo que toca a Podemos, aún aguardan movimientos antes de poder hablar de un deshielo.

Yolanda Díaz e Irene Montero llevan mucho tiempo distanciadas y hasta esta semana también habían dejado pasar los meses sin presentarse juntas en una misma fotografía. La vicepresidenta segunda y la ministra de Igualdad volverán a coincidir en un acto institucional este sábado, en Palma, en un momento en el que Díaz dedica a los morados gestos que podrían sugerir un deshielo entre ambas partes, pero que a día de hoy no se sustancia en hechos concretos.

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