Campo defiende la revisión de la ley del ‘sí es sí’ y se reivindica "feminista" frente a Iglesias

El Gobierno de coalición intenta cerrar la crisis abierta por la Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual a marchas forzadas, aunque los dos socios también buscan a la vez marcar terreno y defenderse de las acusaciones del otro. El bipartito no se va a romper —al menos, no por ahora, proclaman tanto PSOE como Unidas Podemos—, pero sí ha quedado herido. Y en la diana de los morados figuran la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Dupla a la que se suma, en materia de inmigración, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Ayer martes, cuando las discrepancias surgidas a partir de la redacción de la ley del ‘solo sí es sí’ parecían haberse mitigado, puertas para fuera, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, lanzó una aseveración ante los periodistas en el Senado que cayó como una bomba en el PSOE. Detrás de las “excusas técnicas” que los ministros socialistas habían puesto al proyecto estrella de la titular de Igualdad, Irene Montero, había “mucho machista frustrado”. El jefe de los morados estaba señalando implícitamente a Campo y Calvo. Especialmente al primero, del que fuentes de Unidas Podemos habían afirmado horas antes que habría que obligarle a aceptar los “avances feministas”.

"Los políticos a veces hablamos demasiado", señala ministro después de que Iglesias le señalara indirectamente como "machista frustrado"

Campo salió al paso de las palabras de Iglesias tras un desayuno protagonizado por el candidato del PSOE a las elecciones gallegas, Gonzalo Caballero. Se siente “orgulloso” de la ley, que ya es de todo el Ejecutivo, su departamento simplemente se encargó de procurar que la norma quedara “perfecta”, dentro de un proceso de revisión a que se someten todos los textos que van al Consejo de Ministros y él no es un ministro machista. Todo lo contrario. El Gobierno es “feminista” y quiere ser pionero en la lucha contra todo tipo de violencias sexuales, dijo.

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“No hay ningún reproche”

“Estoy convencido de que los políticos hablamos demasiado”, respondió el ministro de Justicia cuando se le preguntaba por la crítica soterrada que le había lanzado Iglesias en la Cámara Alta. Una manera de decir que al vicepresidente se le había calentado la lengua.

“Lo que sí tengo —continuó— es la total colaboración de todos los departamentos ministeriales. Saben que hay ministerios algo más antipáticos. Estoy pensando en Hacienda, estoy pensando en Justicia, que somos tiquismiquis, para que las leyes que salgan de un Gobierno sean lo más perfectas posible. Y así lo entiendo. No hay ningún tipo de reproche, y lo verdaderamente importante es que seamos un Gobierno feminista y que nos pongamos al frente de Europa en una lucha absolutamente importante como es la igualdad y erradicar cualquier tipo de violencia pero también la violencia sexual, y encontrar el Código Penal como instrumento para ello es labor también del ministro de Justicia”, añadió tras el desayuno de Caballero, en el que el candidato estuvo arropado por la práctica totalidad de los ministros socialistas y también por la cúpula del partido.

En suma, que él no hizo más que lo que tenía que hacer: velar por la corrección de la norma, máxime cuando afecta a una ley orgánica como el Código Penal, porque lo que hace la ley [aquí en PDF un resumen ejecutivo] es, entre otras cuestiones, eliminar la diferencia entre abuso y agresión sexual y situar en el centro el consentimiento de la víctima. Si este no existe de manera “inequívoca”, se considerará que es una agresión. Además, se castigará (con arresto domiciliario o multa) el acoso callejero.

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Es "una ley del Gobierno"

Campo negó que hubiera habido ningún “bloqueo” con la ley, y de hecho, dijo, el anteproyecto se aprobó ayer, antes del 8-M, como estaba previsto. Lo que hubo fue un “proceso normal”, “ordinario”, de “mejora”, de depuración del texto. Es lo que ocurre, explicó, siempre que un ministerio pone en marcha una iniciativa legislativa, hasta que finalmente esta llega a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, que preside Calvo.

Campo niega que haya habido ningún “bloqueo” con la ley del 'solo sí es sí' y de hecho, dice, el anteproyecto se aprobó ayer martes, antes del 8-M

“Y es lo que ha ocurrido. Lo que pasa es que ha tenido una proyección pública que no ha sido deseada por nadie, pero es una realidad que evidencia que un Gobierno actúa monolíticamente, conjuntamente y lleva un texto al Consejo de Ministros. Y es un texto que ha impulsado de manera rotunda la ministra de Igualdad, pero que es una ley del Gobierno y el Gobierno se siente muy orgulloso de esa ley”, insistió. Ahorró críticas, por tanto, a Montero y a su departamento.

"Especial cuestionamiento"

En definitiva, concluyó, Justicia “cumplió con su papel” de ministerio encargado de velar por la pureza de la “legislación” y contribuir a que “un buen texto impulsado desde Igualdad tuviera los afinamientos propios que tienen que dar los distintos departamentos. “Sí les puedo asegurar que es una ley del Gobierno y de un Gobierno feminista”, remató. Justicia había redactado un amplio documento de objeciones al borrador de Igualdad, rebatiendo las deficiencias técnicas y contradicciones del documento.

Lastra también intenta cerrar la polémica: "Aquí no hay ministros machistas, hay un Gobierno profundamente feminista, del primero al último"

También Adriana Lastra, vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, intentó zanjar la polémica antes del arranque del desayuno de Caballero. El anteproyecto es una "victoria" de la coalición. "Y aquí no hay ministros machistas, hay un Gobierno profundamente feminista, del primero al último", zanjó.

Sin embargo, aún se podían oír este miércoles réplicas del terremoto nacido a partir de esta ley. Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos, defendió en Antena 3 por la mañana el rigor técnico del anteproyecto de Igualdad y atribuyó las críticas a posiciones machistas. "Parece que cuando se plantea un avance en los derechos de las mujeres haya quien esté deseando que venga un machote a decir: 'Déjame, que yo te explico cómo hay que hacer las cosas", sostuvo, informa EFE. El dirigente morado evitó precisar si Iglesias se refería a Campo, pero sí advirtió de que se critican las "supuestas deficiencias" del borrador porque es "feminista".

Irene Montero, en cambio, siguió la pauta de la víspera, sin ahondar en la brecha abierta entre los dos integrantes de la coalición. El Ejecutivo de Pedro Sánchez es feminista "consciente de que todas las leyes que suponen avances para los derechos de las mujeres han tenido un especial cuestionamiento". "Que no les quepa ninguna duda de que este es un Gobierno feminista", dijo este miércoles a los medios, informa EFE. "Lo importante es saber que este Gobierno está firmemente comprometido con la igualdad", intentó zanjar la polémica la portavoz del Gabinete, María Jesús Montero.