El feminismo crítico carga contra la ministra: "La única salida digna de Montero es que dimita"

La conocida como ley del sí es sí, el proyecto estrella de Irene Montero para garantizar la protección de las mujeres ante los delitos sexuales, le ha salido rana. Así lo sienten algunas organizaciones feministas, que piden la dimisión de la ministra de Igualdad tras las sentencias que rebajan la pena de algunos condenados. En conversaciones con El Confidencial, las consultadas aseguran que se trata de una norma “chapucera”, aunque no esperan que vaya a renunciar al cargo “como se le ha pedido otras veces”.

El sentimiento entre los colectivos feministas es de “broma de mal gusto”, agravado después de que el Ministerio de Igualdad achacase y minimizase el problema a una “justicia machista”. “Nosotras presentamos alegaciones cuando abrió el plazo de participación ciudadana y les dimos igual”, señala la jurista Paula Fraga, parte de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres. “La única salida digna para Irene Montero es que dimita”, continúa. Y es que la norma siempre fue el texto de la discordia, pero este error ensucia la imagen del ministerio y le mantiene como diana de una oleada de críticas.

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Lo cierto es que, lejos de la intención de proteger a las mujeres, el efecto de la ley está siendo, en algunos casos, justo el contrario. La imprecisión de la norma ha permitido, por el momento, que varios condenados en Madrid, Galicia, Cataluña y Andalucía puedan disminuir sus penas. Mientras no se modifique, el número de violadores que podrían acogerse a esta reducción podría aumentar en los próximos días y podría afectar a futuras condenas porque “se ha dado el instrumento jurídico para hacerlo”. Aunque la parte socialista del Gobierno asume ahora el error y anunció este martes que revisará la norma, los colectivos feministas recalcan que el daño está hecho: no se podrá volver a aumentar la condena a nadie cuyo caso haya sido ya revisado por la ley de Montero.

Cabe destacar que este sector del feminismo siempre se ha mantenido alejado de las posiciones de la ministra. De hecho, todas las leyes que defiende Montero son constantemente cuestionadas por relacionarlas con la teoría queer y la intención de “perjudicar a las mujeres”. Tanto es así que la última manifestación del 8 de marzo se diversificó y este grupo trazó su propio recorrido.

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“Después de 44 años de democracia, estamos muy lejos aún de alcanzar el mandato de igualdad que garantiza la Constitución”, sostiene la doctora en Derecho y vicepresidenta del partido Feministas al Congreso, Sandra Moreno. “Somos nosotras las que siempre terminamos viéndonos perjudicadas por la aplicación e interpretación de las leyes”, continúa la experta.

"Somos nosotras las que siempre terminamos viéndonos perjudicadas por la aplicación e interpretación de las leyes"

Fuentes de Igualdad sostienen que es culpa de la “justicia machista”, no de la ley. “Se trata de un caso en el que un padre viola a su hijastra. En este caso, el juez que revisa la sentencia no ha considerado que la Ley de Libertad Sexual en su artículo 181.2 establece las mismas penas que la ley anterior: de cinco a 10 años”. Y se amparan en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW): “Los estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen en forma defectuosa”. La dirigente morada, además, ha señalado que lo que está ocurriendo se produce porque "los jueces no están cumpliendo con la ley", algo que no ha sentado nada bien ni al CGPJ ni a las juristas. "Era de esperar. Siempre traslada a otros la culpa. Vivimos malos tiempos para ser mujer", señala Moreno.

No obstante, la Asociación de Mujeres Juristas Themis ya reparó en estas carencias. "Desde Themis y en todas las fases de tramitación de la ley de libertad sexual advertimos de la rebaja de las penas básicas de violación a menores de 16 años y a mayores", dijo la presidenta de la asociación, Ángeles Jaime de Pablo, a Cadena SER. La Fundación Mujeres se mantiene en la misma línea que las juristas y la filósofa feminista Victoria Sendón de León declara a este medio que “las leyes que están saliendo de este ministerio en el fondo son muy misóginas y nos están desprotegiendo [a las mujeres]. El Ministerio de Igualdad es un caballo de Troya”.

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El sector más cercano a la posición de la ministra sostiene que, después del “torpedeo” inicial con las filtraciones del borrador de la ley, pudiera ser que fuera una campaña orquestada para "perjudicar la imagen de Igualdad". Una estrategia para desacreditar las políticas del ministerio. Pero lo cierto es que el daño ya está hecho, especialmente después de que el Congreso diese luz verde a la misma sin reparar en estos matices y agujeros negros que favorecen a los agresores.

El Gobierno sí ha asumido el coladero de las penas y se ha abierto a “estudiar” la ley. Pero, por mucho que se modifique, a los condenados que ya han conseguido reducir sus penas no podrán aumentárselas de nuevo. “Nuestro sistema normativo está tomando forma de Frankenstein, porque se tratan de leyes transversales que introducen, eliminan y modifican normas sin orden ni concierto, ni observando la técnica legislativa”, continúa la vicepresidenta de Feministas al Congreso, "la ley está mal hecha". Fraga mantiene que "el consentimiento es un concepto muy amplio que puede ser una trampa. Montero nos ha fallado a todas las juristas", apunta.