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Operación Gol Sur contra los Boixos: jaque al grupo de Sabadell que quiso jugar en primera
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Operación Gol Sur contra los Boixos: jaque al grupo de Sabadell que quiso jugar en primera

Varios detenidos procedían de una facción de seguidores radicales de un equipo menor y dieron el salto a los ultras culés. Dos de ellos tenían vínculos con los Ángeles del Infierno

Foto: Un grupo de Boixos Nois, seguidores radicales del Barça.
Un grupo de Boixos Nois, seguidores radicales del Barça.

Didac probó como meritorio en el capítulo de Sabadell de los Ángeles del Infierno. Había que estar dos años en prácticas demostrando aptitudes para el crimen. Era algo así como el becario de una de las organizaciones criminales más conocidas y temidas del planeta. Pero Didac se aburrió y lo dejó porque le parecía poca cosa. Se centró en los Boixos Nois, los ultras del Barça. Basta esta anécdota sobre uno de los detenidos en la última operación policial contra los seguidores radicales culés para medir el grado de ambición de esta facción ahora desarticulada. Los 14 arrestados compaginaban el fútbol, con su ideología de extrema derecha y una multiactividad delincuencial que les reportaba grandes beneficios económicos.

Todo lo que rodea a los arrestados es la historia de un ascenso, en el mundo de las gradas y la delincuencia. Proceden de un grupo llamado Hooligans Vallés, fundado en 1993 para animar al equipo de su ciudad, el Sabadell. Los símbolos con los que se presentan son el escudo del equipo arlequinado catalán y la calavera Totenkopf, insignia de la unidad de combate de las Waffen SS de Hitler. De la comarca del Vallés dieron el salto a primera división, al Camp Nou, aunque solo en sentido figurado, ya que los Boixos Nois fueron expulsados del recinto blaugrana hace muchos años, al menos oficialmente. Los ahora detenidos, como el grupo ultra en general, se hacían visibles especialmente en los desplazamientos acompañando al Barça cuando jugaba de visitante.

Los Boixos Nois viajan por España y por Europa. Aprovechan esos partidos fuera de casa para reivindicar su espacio en el movimiento ultra español del que siempre han sido una referencia, principalmente por su violencia y por su capacidad de supervivencia. Fundados en 1981 al calor del nacimiento del fenómeno de las gradas en España, los Boixos Nois vivieron su época dorada bajo la presidencia de José Luis Núñez (1978-2000). El principal punto de inflexión fue la llegada de Joan Laporta en 2003, quien les plantó cara y les prohibió la entrada a los partidos. Ahora preside de nuevo el club y su política hacia ellos es la misma. Fichó como jefe de seguridad a un alto mando de los Mossos d’Esquadra. El cuerpo autonómico trabajó estrechamente en su día con el Barça para identificar a los miembros del grupo radical.

El bar Virginia o el Jarras en los que solían reunirse antes de los partidos cerraron. Las restricciones obligadas por el covid les alejaron de los estadios, pero el grupo disfruta de una especie de segunda juventud en cuanto a número y organización como acredita su presencia en la final de la Copa del Rey contra el Sevilla, celebrada en Madrid en 2018. Repitieron al año siguiente en la capital andaluza. Según fuentes al tanto de estas pesquisas, uno de los objetivos del viaje a la ciudad hispalense era asaltar uno de los bares en los que habitualmente se reúnen los Biris Norte, ultras del Sevilla Fútbol Club y de extrema izquierda. Varios de los ahora detenidos estuvieron también en la batalla campal que enfrentó en las calles de Valencia a los Boixos contra Yomus, los ultras del conjunto valenciano en enero de 2020. La razón por la que optan por los partidos de fuera de casa es porque tienen más facilidad de adquirir entradas burlando los controles de seguridad.

Las fuentes policiales consultadas por El Confidencial aseguran que no han necesitado de la colaboración del Fútbol Club Barcelona para esta operación bautizada con tres nombres: Gol Sur, Gol Vallés y Dalia. Las dos primeras tienen evidentes connotaciones futboleras, y en concreto a las gradas detrás de las porterías que suelen ocupar los grupos radicales. La última tiene que ver con el tráfico de sustancias anabolizantes. Las pesquisas han estado dirigidas por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional con sede en Madrid, la Brigada Provincial de Información de Barcelona, los agentes dedicados a la trata de personas con fines de explotación sexual de la Ciudad Condal y la Sección de Consumo de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional. Empezaron sus trabajos el primer trimestre de 2020 y casi dos años y una pandemia después ha dado como resultado 14 detenidos de los cuales siete han ingresado en prisión.

"Tenían una cara A, que era la del fútbol, y la usaban como carta de presentación para su cara B, la de los negocios ilícitos"

Las detenciones se produjeron el pasado 2 de noviembre como adelantó 'ElDiario.es', pero no ha sido hasta ahora cuando el Juzgado de Instrucción número 1 de Sabadell ha levantado el secreto de sumario. Todos ellos son de nacionalidad española y tienen edades comprendidas entre los 35 y 45 años de edad, aproximadamente. Esta facción vinculada a los Boixos Nois se dedicaba al tráfico de sustancias anabolizantes. Fuentes de la investigación explican que se movían en un ambiente de gimnasios, deportes de contacto, artes marciales y culto al músculo “porque sabían que antes o después lo tendrían que utilizar”. También con el mundo de la música, en concreto, el RAC (Rock Against Communism).

Herederos de los Casuals de Mateo

Contaban con un piso en Sabadell en el que prostituían a mujeres. Solían tener en activo a cuatro, aunque a lo largo de estos dos años han ido rotando hasta llegar a tener en torno a una decena bajo su control. Todas las mujeres eran extranjeras. Las captaban en la calle o en los anuncios públicos y pasaban a trabajar para ellos. “Este grupo tenía una cara A, que era la del fútbol, y la usaban como carta de presentación para su cara B, la de los negocios ilícitos. Los Boixos, tanto en Cataluña como fuera de ella, siempre han infundido temor y respeto”, dice uno de los investigadores, que sitúa a estos arrestados como los "herederos" de los Casuals, otra facción de los ultras culés encabezada por Ricardo Mateo que fue desarticulada.

La Policía ha registrado 18 viviendas y locales, dando como resultado la incautación de 10 armas de fuego, numerosas armas blancas, un kilo de cocaína, más de 5.000 plantas de marihuana y 42 kilos de cogollos, así como distintas sustancias estupefacientes como cocaína rosa y hachís. También se ha intervenido numeroso material de carácter supremacista, relativo a este grupo ultra radical y a la banda motera Hells Angels (Ángeles del Infierno). Además de las prácticas fallidas como 'prospect' de uno de los detenidos, otro llamado Sergi ejercía de secretario del capítulo de Hells Angels en Sabadell llamado Nomads.

Por otra parte, se han bloqueado más de 20 cuentas bancarias, embargado tres viviendas y 27 vehículos, e intervenido más de 300.000 euros en efectivo, provenientes presuntamente de las actividades ilícitas realizadas por la organización. Tanto entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como en el mundo de las gradas españolas hay consenso respecto a que pocos grupos permanecerían con vida tras casi 20 años expulsados de su estadio y sometidos a golpes policiales de tanta relevancia. La operación Gol Sur se suma a un calendario jalonado de detenciones. El tiempo dirá si se trata de un jaque mate para los Boixos Nois o es su enésimo episodio de supervivencia.

Didac probó como meritorio en el capítulo de Sabadell de los Ángeles del Infierno. Había que estar dos años en prácticas demostrando aptitudes para el crimen. Era algo así como el becario de una de las organizaciones criminales más conocidas y temidas del planeta. Pero Didac se aburrió y lo dejó porque le parecía poca cosa. Se centró en los Boixos Nois, los ultras del Barça. Basta esta anécdota sobre uno de los detenidos en la última operación policial contra los seguidores radicales culés para medir el grado de ambición de esta facción ahora desarticulada. Los 14 arrestados compaginaban el fútbol, con su ideología de extrema derecha y una multiactividad delincuencial que les reportaba grandes beneficios económicos.

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